Cada vez queda menos para la vuelta de la Champions League. El 15 de febrero, el Santiago Bernabéu abrirá las puertas del estadio al Nápoles. Un encuentro correspondiente a los octavos de final que no dejará indiferente a ninguno de los dos equipos. El equipo italiano llega a la capital española con una racha de dieciocho partidos invicto.

Sin embargo, las reacciones entre los distintos componentes del conjunto napolitano son totalmente opuestas. Hace tan solo unos días, en la rueda de prensa previa al partido contra el Génova, Sarri advirtió a los periodistas que no contestaría ninguna pregunta sobre el encuentro contra el Real Madrid. En cambio, Aurelio De Laurentiis, ya piensa en el 15 de febrero y ha definido el duelo entre ambos equipos como un "desafío infernal" y para vivirlo "con tensión" afirmando que "quiere ver a David luchar contra Goliat". 

Zinedine Zidane también se une a los que piensan que hay que concentrarse en el próximo partido sin mirar al futuro. Por ello, el Real Madrid, solo piensa en el partido ante Osasuna de este sábado para seguir manteniendo el liderato en La Liga, aunque tenga en mente el once de gala que lucirá a la vuelta de la Liga de Campeones.