El Castilla cerrará el año 2018 en puestos de playoff y con el objetivo de final de temporada muy bien encaminado. El ascenso es lo que más ansía el conjunto madridista y lo intentarán hasta el último aliento en una campaña en la que se encuentran en un grupo muy igualado y con varios equipos que por nivel deberían de estar en una categoría superior.

Sin duda uno de los nombres propios de este equipo es Cristo. El tinerfeño es el máximo goleador y uno de los futbolistas más temidos por las defensas rivales. El atacante está siendo el mejor del filial madridista no solo por sus goles, también por su aportación al juego blanco. Además se está sabiendo adaptar a la perfección a lo que le pide Manolo Díaz, ya que en los últimos encuentros está jugando más lejos del área.

La mediapunta es una posición en la que no se le había visto, pero en los últimos partidos está actuando ahí y la verdad que está demostrando un nivel descomunal. Ante el Sanse con un hat-trick ya fue decisivo, pero contra el Rápido de Bouzas, no fue menos, su asistencia a Dani Gómez para el gol de la victoria encandiló a la afición y contribuyó a la remontada.

Cristo intenta disparar ante el Sanse

Una nueva posición

Manolo Díaz colocando al atacante en una nueva posición busca que entré aún más en juego y que sea el nexo de unión entre el centro del campo y los delantero, y lo cierto es que la apuesta le está saliendo a la perfección porque las actuaciones de Cristo están saliendo magistrales y el juego del equipo está siendo mucho mejor.

Desde una posición más alejada de la zona de gol, el tinerfeño se está encontrando muy cómodo y está demostrando una gran capacidad de adaptación. Cuando todos creían que no podía sorprender más, lo sigue haciendo y se presenta ante el mundo como una de las mayores promesas. Por todo ello muchos ya le esperan en el primer equipo.

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