Los jugadores del Real Madrid reciben el trofeo de campeones.

Los jugadores del Real Madrid reciben el trofeo de campeones. ACB PHOTO

Baloncesto SUPERCOPA ENDESA

Tavares, Llull y la ayuda de Musa vuelven a dejar al Barcelona con la miel en los labios ante el Madrid

El Real Madrid logró una gran remontada frente al Barça en la final de la Supercopa Endesa con protagonismo del español y del caboverdiano.

26 septiembre, 2022 02:15

Todo parecía indicar que el Real Madrid iba a claudicar frente al Barça en la final de la Supercopa Endesa. Un duelo que estaba decantado para los azulgranas mediado el tercer cuarto. Pero el conjunto blanco sabía a lo que aferrarse. Los precedentes de otras remontadas épicas frente a los azulgranas como las vividas en la Euroliga, Liga y la propia Supercopa eran el camino a seguir. Una hoja de ruta clara para el Madrid.

Hasta el rabo todo es toro. Y los de Chus Mateo se mueven como pez bajo el agua cuando la presión rezuma y el cronómetro corre. La remontada madridista tuvo dos nombres propios: Sergio Llull y Walter Tavares. Dos jugadores de casta, de los que piden el balón cuando quema y de los que se echan a la espalda al equipo. Y encima contaron con la inestimable ayuda de Musa, uno de los flamantes fichajes veraniegos.

Un nuevo episodio de la remontadas del Real Madrid al Barça. No son pocas las vividas a favor de los blancos, que han encontrado la fórmula perfecta para resover los partidos a su favor cuanto peor es el panorama que los rodea. Se crecen ante la adversidad.

Llull anotando un triple en el tercer cuarto.

Llull anotando un triple en el tercer cuarto. ACB PHOTO

Un espectacular parcial en la recta final del tercer periodo dio alas al Real Madrid. Llull tomó las riendas a base de triples. Tres consecutivos. Tres mandarinas que levantaron el espíritu de las grandes citas. A partir de ese momento, se desató un torbellino sobre la pista que dejó noqueado al Barça. Un episodio que ya se había visto en otras ocasiones.

Anteriormente fue Dzanan Musa el que había bregado como gran estilete blanco contra el Barça. El bosnio se encargó de ser el jugador más determinante del Madrid en la primera parte y uno de los que despertó al equipo tras el letargo sufrido. Hasta que Llull le cogió el testigo.

[El Real Madrid gana al Barcelona en la prórroga y se lleva la Supercopa con un Tavares gigante]

El conjunto culé no era capaz de reaccionar al daño que causaba su rival en el perímetro. Tampoco es que sea fácil para a un Llull tocado por la varita mágica, como en muchas otras ocasiones. Y si era poco, el balear percutía la canasta rival con otro nuevo triple. Y se desencadenó todo. Se pasó de un 33-45 a un 55-49. En total un parcial de 22-4 para cambiar radicalmente el partido.

Y ahí también estaba Tavares. El pívot más dominante del baloncesto europeo sacó una de sus grandes facetas: la defensa. Gracias a uno de esos desmoralizantes tapones que pone, el caboverdiano desbarató el intento de Sanli de anotar para romper el parcial que había iniciado Llull. 

Hasta Rudy Fernández anotó un lejanísimo triple desde ocho metros, una 'mandarina' al más puro estilo de su compañero. El punto negro, su lesión en la muñeca en el tramo final que le hizo no poder disputar más minutos.

Tavares, héroe en defensa

Si se mencionó el papel de Llull como principal agitador, el de Tavares fue el de estandarte en los dos lados de la cancha. El '5' del Madrid se mostró majestuoso en defensa y en ataque. Percutiendo cada espacio que le dejaban y frustrando los intentos de los jugadores del Barça cada vez que intentaban atacar el aro.

Tavares, MVP del partido.

Tavares, MVP del partido.

En el tramo decisivo de los partidos es cuando los mejores salen a relucir. Y fue el momento del gigante caboverdiano. Y fue el mejor cuando el tiempo se acercaba a 0. Una canasta, dos tiros libres anotados en el último minuto y un taponazo sostuvieron al barco madridista antes de la prórroga.  

Y tuvo el mismo papel en el tiempo extra, el Madrid se encomendó a él para alzar su quinta Supercopa consecutiva y la novena de su historia. Una nueva página marcada por una nueva remontada, una vez más el conjunto blanco fue capaz de sobreponerse a un rival que se le había escapado de manera contundente en el marcador. 

Los números hablan por si solos de Tavares. Fue nombrado el MVP con unos datos que asustan. Récord de valoración de la Supercopa con 40, 24 puntos, 12 rebotes, 5 tapones y 2 asistencias. Supera los 34 de valoración que consiguió Tyrese Rice en la edición de 2016.

No es la única remontada al Barça

Como si de una película se tratase, los giros de guion en los Real Madrid - Barcelona están presentes de manera constante. Una vez más, el equipo madridista se llevó el gato al agua y dejó a los culés con la miel en los labios. 

La más famosa, la que protagonizó en la final de Liga en 2019. Cuarto partido, menos de dos minutos y un resultado en contra de 65-74. Parecía imposible. Tres triples, dos de Randolph y uno de Llull, generaron esperanzas. Y todo parecía destinado a una nueva épica del mismísimo Llull, pero él decidió que no. Tenía que ser otro el que se la jugase ante la enorme vigilancia que tenía encima. El balón recayó en Jaycee Carroll. El tirador estadounidense no falló, triplazo y victoria (81-80) para cerrar la serie y conseguir el título. 

En la Euroliga la escena también se ha repetido. La pasada temporada ambos equipos se vieron las caras en la semifinal de la Final Four. Los de Jasikevicius eran los grandes favoritos a alcanzar la final, donde esperaba el Anadolu Efes. Y así lo demostraron durante gran parte del partido, pero todo colapsó en el último cuarto. Una nueva reacción de los de Laso, que todavía era entrenador del Real Madrid, hizo sucumbir a un Barça que perdió el fuelle demasiado rápido. Una vez más, remontaron más de 10 puntos en de desventaja, pasando del 45-34 al 80-86. Mirotić no fue capaz de guiar a los suyos a una Euroliga que todavía se les resiste. 

La Supercopa ya había dejado escrito que lo imposible puede hacerse realidad. Fue en la anterior, lo que parecía una quimera acabó convirtiéndose en una epopeya grabada en la memoria de la afición blanca. El marcador estaba en 63-44 en el tercer cuarto. El Barça dominaba con demasiada comodidad, eso le hizo confiarse. Y el Madrid no perdona en las finales. Llull, una vez más, lideró el parcial junto a Carlos Alocén para darle la vuelta a un partido loco. Un nuevo título para los blancos y un MVP para el balear. 

Varios ejemplos del gen competitivo del Real Madrid. Una capacidad de dar lo mejor de sí mismos en los momentos más críticos, cuando todo parece abocado al fracaso. Una fe inquebrantable por parte de los jugadores y entrenadores que pertenecen a la disciplina. Porque aunque parezca mentira, el Madrid nunca deja de creer.