Las últimas voces, autorizadas o no, del entorno del Barcelona instan ahora a que el Real Madrid deba hacer el clásico pasillo de campeón al equipo catalán tras proclamarse, con polémica, campeón de la presente edición de la Copa del Rey. Parece habérseles olvidado que hace tan solo un mes y medio, rápidamente se posicionaron en contra de que un equipo de la liga española realizase el honorífico al Madrid de fútbol tras proclamarse este campeón mundial por segundo año consecutivo.

Parece que la demagogia por la Ciudad Condal corre a raudales, pues cabe remontarse hasta la temporada 2008, en un Clásico en el Santiago Bernabéu, para recordar el último acto de favor que el Barcelona realizó al Real Madrid, su eterno rival. Parece ser que el club blanco, lejos de inmiscuirse en polémicas que finalmente no conducirán a ninguna parte, hará gala de su eterno señorío y talante deportivo y, siguiendo los precedentes marcados en años anteriores, realizará el breve acto simbólico al equipo resucitado y extramotivado de Pesic, los cuáles aún siguen creyéndose como han pasado de estar desahuciados en Europa a levantar un título más de Copa.