Las pantallas IPS LCD, ¿están perdiendo terreno frente a las AMOLED?

Las pantallas IPS LCD, ¿están perdiendo terreno frente a las AMOLED?

Trucos

Pantallas OLED: los mitos que no deberías creerte

Las pantallas OLED son muy conocidas en móviles Samsung, pero hay historia más allá de las Super AMOLED. ¿Qué es verdad y mentira de sus mitos?

9 agosto, 2016 20:36

Las pantallas acumulan gran parte de la atención en un móvil por varias razones. La primera es básica: ocupan casi todo el frontal, por lo que hay que verlas a la fuerza al primer vistazo. La segunda es que tienen el «honor» de ser el componente que más batería gasta. Y la tercera es por la controversia en la tecnología empleada. ¿Mejor LCD IPS u OLED? Qué dilema.

Las pantallas OLED se convirtieron en una gran revolución gracias a su ligereza, delgadez, a su capacidad para encender sólo los píxeles que se utilizan y, más recientemente, también a su cualidad para «doblarse». Aunque también acumulan diversos mitos que consiguieron dotarlas de cierta mala fama.

Basta saber un poco de tecnología para chocarse de frente con los mitos de las pantallas OLED. Que si consumen mucho menos que los paneles LCD, que si saturan en exceso el color, que si terminan «quemadas» mostrando en todo momento los elementos fijos del sistema… En fin, que conviene hacer un repaso a fondo para conocer la tecnología y desterrar todo lo que sea mentira. O intentarlo.

¿Qué es un panel OLED y en qué se diferencia del LCD?

Hablaré en todo momento de paneles OLED como denominación genérica sin profundizar en las diferentes tecnologías derivadas. AMOLED, Super AMOLED, Optic AMOLED… Todas se refieren a paneles OLED (organic light-emitting diode o diodo de emisión lumínica orgánica) con matriz TFT activa, un panel con una película orgánica donde cada diodo o píxel es capaz de iluminarse por sí mismo.

Cada píxel o diodo de una pantalla OLED emite luz de manera independiente

La principal diferencia con respecto a la tecnología LCD, la más utilizada en los smartphones, es justo ésa: cada píxel se ilumina a sí mismo en una pantalla OLED; mientras que el LCD necesita una lámpara LED para iluminar toda su superficie. La primera sólo enciende aquellos diodos que necesita, dando como resultado otra de sus características clave: sus píxeles no necesitan bloquear la luz de la lámpara, por lo que el negro es puro. Pero falla en brillo máximo y en blanco, donde gana el LCD (como veremos después, esto ha evolucionado).

A grandes rasgos, podría parecer que el LCD no tiene nada que hacer contra el OLED; pero, como suele ocurrir, la realidad da palos a todos los bandos. Los paneles orgánicos poseen muchas ventajas, pero también notables inconvenientes; de los cuales provienen algunos de los mitos que trataré de confirmar o desmontar hoy. ¿Empezamos?

Las pantallas OLED se queman con el tiempo

¿Quién no leyó esto alguna vez como comentario a un nuevo Samsung Galaxy? Es la principal queja con respecto a las pantallas OLED y el argumento más esgrimido contra su elección. Ahora bien, ¿es cierto este mito? ¿Se quedan marcados en la pantalla el reloj, el icono de Bluetooth u otros elementos fijos de la interfaz? Este mito es cierto. Con matices.

El efecto de «quemado» en la pantalla no es algo nuevo ya que lleva ocurriendo con casi todas las tecnologías, CRT y plasma incluidas. Los diodos necesitan cierto tiempo para apagarse por completo tras una larga exposición; por lo que, si se mantiene una imagen estática con alto contraste y especialmente brillante, ésta dejará cierto rastro hasta que los píxeles se recuperen. En el caso de que agoten su vida útil, la imagen dejará un rastro permanente en pantalla.

Si se estimulan durante mucho tiempo, los diodos tardan en recuperarse; dejando una marca de lo que proyectaban

Los diodos orgánicos se degradan con el brillo, problema que dificulta su recuperación; de ahí que se recomiende mantener un brillo moderado para la pantalla, no abusar de las interfaces blancas (para crear el blanco todos los diodos deben encenderse con brillo, lo que multiplica su agotamiento) y utilizar el móvil de la manera más habitual.

¿Las pantallas OLED se queman si muestran la misma imagen durante mucho tiempo? Sí, ya lo hemos visto; pero no es algo que deba ocurrir con un uso habitual. Se necesitan miles de horas de exposición prolongada a la misma imagen para que ésta quede marcada de manera permanente (los píxeles sometidos al esfuerzo agotan su vida útil); de ahí que suela achacarse el mito a los móviles de exposición. En términos de duración, un panel OLED aguanta de media más de 40.000 horas encendido.

Los colores de las pantallas OLED son demasiado saturados y poco reales

Después del quemado de la pantalla, la sobre saturación es la excusa habitual para poner de vuelta y media a las OLED. Este mito tiene su base en la mayor capacidad de mostrar colores que poseen en comparación con el modo sRGB que maneja de serie Android. También se debe a la matriz Pentile habitual en los paneles AMOLED de Samsung: el mayor tamaño de los subpíxeles rojo y azul crea imágenes más intensas sobre esta combinación de colores.

Así pues, es cierto que los paneles más habituales en móviles con tecnología basada en OLED sufren de cierta sobresaturación, pero no es algo que deba achacarse por completo a la pantalla. El fabricante (y el propio Android) es el responsable de ofrecer una calibración acorde con el hardware; y esto no siempre se cumple. Además, el usuario no suele caer en que puede adaptar la temperatura de color.

Samsung posee de varios modos de pantalla dentro de su configuración permitiendo minimizar la sobresaturación de sus pantallas AMOLED (modo básico). Por ejemplo, también el OnePlus 3 permite cierta adaptación manual; además de ofrecer el modo sRGB con el que conseguir colores mucho más naturales.

Las pantallas OLED consumen muy poca energía

Es el principal argumento para fomentar el uso de la tecnología OLED; y no cabe duda de que es un mito basado en la realidad. Como ya dije en las características principales, los diodos de un panel orgánico se encienden bajo demanda; en un panel LCD todos los píxeles están activos dejando pasar más o menos luz, que es la que se lleva toda la carga de consumo.

El consumo de una pantalla OLED depende excesivamente del contenido que reproduzca

La fotografía que tienes arriba (de Quora) ejemplifica los consumos de las pantallas OLED contra las LCD. Si tenemos una interfaz blanca, todos los diodos orgánicos deberán encenderse para crear la imagen; los píxeles LCD sólo dejan pasar la luz. En el lado contrario, con mayoría de negro, los píxeles OLED que reflejen ese color no se encienden, ahorrando gran cantidad de energía. Con una imagen balanceada, como pueda ser una fotografía, el consumo es más o menos similar.

¿Consume un panel OLED mucha menos energía? Si tenemos en cuenta que hablamos de la pantalla de un smartphone, donde la mayor parte de las interfaces son blancas, vemos que el ahorro real no es tan significativo. Siempre serán más respetuosas con la autonomía, pero no lo suficiente como para que compense un sobrecoste.

Las pantallas OLED no se ven bien en exteriores

Este mito tiene su fundamento en la naturaleza de los paneles OLED: dado que la iluminación es independiente, y que el brillo disminuye la vida útil de los diodos, la lámpara LED de los paneles LCD es capaz de iluminar más que la conjunción de los píxeles OLED. Como en todo, gracias a la evolución esto dejó de tener sentido.

Los actuales paneles Super AMOLED de Samsung son capaces de generar suficiente brillo en exteriores como para ver la pantalla sin problemas bajo la luz directa del sol. Por ejemplo, la del Samsung Galaxy S7 ofrece 855 nits máximos, más que de sobra para las condiciones donde la mayor parte de pantallas no tiene visibilidad; incluidas casi todas las LED.

Las pantallas OLED de móviles modernos se ven perfectamente en exteriores

La evolución de los paneles OLED ha conseguido minimizar casi todos sus inconvenientes. Como hemos visto, los mitos relacionados guardan gran cantidad de verdad, pero no es algo que debamos tomarnos al pie de la letra. De hecho, y a pesar de que el dicho esté bastante «manido», el futuro es OLED; sobre todo cuando se supere otro de los inconvenientes: su coste de fabricación.

¿Sois más de pantallas OLED o preferís los LCD? ¿Os es indiferente? Toca encuesta: decidamos de una vez cómo deben ser los próximos móviles. Yo prefiero OLED, por cierto.

Más información Kevin OQuinn, Digital Trends, Wikipedia