Cinco lugares a los que no te dejarían entrar con el móvil

Cinco lugares a los que no te dejarían entrar con el móvil

Trucos

Cinco lugares a los que no te dejarían entrar con el móvil

Aunque creas que con tu móvil puedes ir a cualquier parte eso no es cierto: en estos lugares no podrás estar con tu teléfono.

10 junio, 2016 13:09

El móvil se ha convertido en una extensión de nosotros mismos, casi en una parte indisoluble de nuestra personalidad. Nos despertamos y vemos al móvil antes que a nuestra pareja, podemos sufrir un infarto si descubrimos que nos lo dejamos en casa, con su gran cantidad de funciones acabó por suplantar a los dispositivos dedicados… En fin, que es imposible que vayamos a alguna parte sin el móvil. Pero ¿y si allí no nos lo dejasen tener?

Hemos buceado en los lugares más curiosos con la obligación de «dejar el móvil fuera» y, aunque pudiera parecer lo contrario, lo cierto es que hay unos cuantos que no creeríais. Por seguridad, privacidad o porque, sencillamente, se está mejor sin sentir las presiones de mantenerse localizados. ¿Os interesa conocer esos lugares? Vayámonos de viaje por el globo, el paseo promete ser interesante.

National Radio Quiet Zone, 34.000 km cuadrados sin ondas de radio

Si la obligación de apagar el móvil en un cine os parece angustiosa, imaginad la entrada en una zona abierta de 34.000 km cuadrados donde está terminantemente prohibido usar un dispositivo de radio. Impresiona ¿verdad? La zona concreta se encuentra en las montañas Allegheny, dentro del condado del mismo nombre (en Washington, Estados Unidos). Y un telescopio refractor tiene la culpa.

El telescopio Green Bank está especializado en la búsqueda de planetas extrasolares. Es un radiotelescopio dirigible que ostenta el récord de ser la mayor plataforma con movimiento construida sobre la Tierra. Aunque lo que nos interesa no es el telescopio en sí, sino la zona delimitada para proteger su sensibilidad: la «quiet zone» o zona de silencio abarca una extensión de miles de kilómetros en la que sus habitantes no pueden crear la más mínima interferencia.

Ni radio, televisión, tampoco WiFi y, por supuesto, sin teléfonos móviles. De hecho, ni siquiera se pueden usar vehículos a motor o electrodomésticos como el microondas (los técnicos del telescopio tienen uno, pero empotrado en un habitáculo para no dejar escapar la radiofrecuencia). BBC Mundo tiene un excelente artículo de la «quiet zone» que os recomendamos leer.

La zona del silencio

Cámara anecoica, una habitación impactante

Si en el punto anterior hablábamos de una zona extensa donde las señales de radio estaban prohibidas, ahora toca el turno a una habitación completamente cerrada: la cámara anecoica. Puede que no hayáis escuchado este nombre en la vida (es mi caso también), pero seguro que la habéis visto alguna vez en reportajes: un recinto donde las paredes están protegidas con afiladas aristas y en el que se prueban las emisiones de radiofrecuencia así como las sonoras.

Por motivos obvios, no nos dejarían entrar el móvil a una cámara anecoica; al menos no si es el objeto de pruebas, claro. Estas salas emulan un espacio abierto libre en el que no hay interferencias de ningún tipo, algo imposible en exteriores (incluso en la «quiet zone» del telescopio). Las salas evitan las reflexiones de las ondas en el interior mientras aíslan del exterior permitiendo que se aseguren las emisiones de los aparatos en pruebas para satisfacer los estándares de seguridad.

Así son las cámaras anecoicas

Smartphones requisados en los edificios gubernamentales de Kazajistán

Los edificios «kazajos» están en alerta después de que se filtrasen documentos confidenciales por WhatsApp (para que luego digan que Telegram es mejor para los archivos). Parece ser que la prensa está acostumbrada a recibir filtraciones de elementos confidenciales, por lo que el gobierno, presidido por Nursultan Nazarbayev desde ya 25 años, registra a quienes entran en los edificios públicos requisando cualquier smartphone y teléfono que tenga cámara.

Kazajistán es un país republicano de Asia Central que linda con Europa del Este por el río Ural. Parte de la URSS tras convertirse en república en 1936 e independiente desde 1991, este país es conocido a nivel mundial por la célebre parodia de Borat. Parodia que podría quedarse corta si comprobamos cómo funcionan los servicios de seguridad del país…

Smartphones prohibidos en los edificios de Kazajistán

Controles exhaustivos en el gaokao, la «selectividad china»

China es noticia actualmente por muchas cosas, pero una de ellas es por la celebración del gaokao, el exhaustivo examen de acceso a la universidad. Solemos decir que «China es otro mundo», algo que ocurre también con dicho gaokao: policía y ejército se movilizan para garantizar la tranquilidad de los estudiantes, las ciudades crean áreas de silencio para ellos, la presión por aprobar que sufren es extraordinaria… Y los controles en las aulas para detectar cualquier dispositivo son casi militares.

Ningún rastro de metal en los estudiantes, hay chicas que tienen problemas con el acceso debido al aro de sus sujetadores. Y ni hablar de entrar relojes, auriculares o, como os imagináis, móviles. La mafia en torno a la copia en los exámenes está sumamente organizada, pero el gobierno ha tomado enormes medidas de seguridad para evitar la picaresca. Y es para pensárselo: riesgo de siete años de cárcel por copiar, casi nada.

Así es el gaokao (inglés)

Si comes en el restaurante con un narco lo que menos te preocupará será el móvil

Forma parte de la leyenda del Chapo Guzmán, uno de los peores narcotraficantes de la historia y también uno de los más ricos, no sólo entre los narcos (Forbes le incluyó entre los hombres con más dinero del mundo). Nos parece un personaje deleznable, sobre todo por sus actos, pero también es curioso por su gran número de excentricidades. Como una que nos atañe para este artículo.

El Chapo solía comer en restaurantes dejándose ver en público sin mayor problema (actualmente se encuentra en la cárcel). Más allá de sus gustos culinarios (carnes y mariscos), solía avisar previamente de su visita y sus sicarios se encargaban de retirar los móviles a todas las personas presentes en el restaurante, clientes incluidos (cuantas menos pruebas mejor). Aunque luego los devolvía tras el banquete pagando, además, las cuentas de todos.

Detención del Chapo Guzmán, imagen de BBC Mundo

Como extra, os dejo otro lugar donde lo mejor es no entrar con un móvil: en la cafetería Cafe 655 el dueño te puede echar de la cola (y de la cafetería) si te ve sacando el smartphone. Y no estaría mal extenderlo a otros espacios públicos, lo dice un auténtico adicto.

Lugares en los que se prohibe el uso del móvil, donde se recomienda no usarlo… Quizá llegó el momento de plantearnos cómo utilizamos este dispositivo en nuestra vida y si merece la pena mantenernos tan atentos a él. Por mi parte, pienso usarlo menos a menudo, sobre todo por si me encuentro con un narco en el mismo restaurante. Toda precaución es poca.