Google Pixel 9 Pro XL

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Si un policía te ve con este móvil, pensará que eres un narcotraficante: la polémica en Cataluña contra las drogas

Las autoridades españolas han destacado que el Google Pixel se ha convertido en el smartphone favorito de los criminales.

Más información: El curioso smartphone que no usa Android: está centrado en la privacidad y el minimalismo

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En EL ESPAÑOL - El Androide Libre, somos entusiastas de los Google Pixel, al ser los smartphones de referencia en el sector Android y los que primero reciben las novedades de Google, como las últimas funciones de Gemini.

Sin embargo, hay otro grupo de usuarios que también sigue con interés los últimos lanzamientos de Pixel, pero por otro motivo; hablamos de los narcotraficantes, que se han convertido en uno de los inesperados fanáticos de estos dispositivos.

Así lo ha revelado un responsable de la lucha contra la droga de la Policía Nacional en Cataluña, en un reportaje publicado por Diari ARA que revela algunos de los nuevos desafíos tecnológicos a los que se enfrentan las autoridades.

La lucha contra el tráfico de drogas ha cambiado mucho en la última década, de la misma manera que lo ha hecho el crimen en sí; las últimas tecnologías, especialmente las relacionadas con la privacidad, tienen buena parte de culpa.

Los narcotraficantes ahora se comunican usando aplicaciones de mensajería cifradas como WhatsApp, además de usar sistemas operativos seguros que no registran datos como la localización que puedan ser usados para rastrearlos. Y aquí es donde entra el Google Pixel.

No es que los criminales quieran tener acceso a las últimas funciones de IA con Gemini, o las últimas herramientas de edición de Google Fotos, ni nada de eso; el simple motivo por el que eligen un Google Pixel es porque es más fácil modificarlo.

En concreto, es bien sabido que los Pixel son soportados por sistemas operativos alternativos como GrapheneOS, que eliminan cualquier rastro de Google y sus servicios y permiten la instalación de apps cifradas que impiden el rastreo de la policía.

Una de estas apps es Sky ECC, una de las favoritas del crimen organizado por su capacidad de encriptar las comunicaciones, al mismo tiempo que desactiva métodos de rastreo como la cámara, el Bluetooth o el micrófono.

Los móviles Pixel modificados de esta manera también cuentan con medidas de seguridad adicionales, como el borrado remoto de los archivos y registros, así como una función que automáticamente borra la memoria si se introduce un PIN erróneo varias veces.

Es cada vez más común que estos dispositivos Pixel con GrapheneOS y este tipo de apps instaladas aparezcan durante registros en operaciones contra la droga; los agentes meten estos móviles en bolsas especiales para cortar la conexión a distancia.

Por ejemplo, durante la Operación Cuervo, en la que se consiguió la decomisión de 378 kg de cocaína, se requisaron dos teléfonos, uno de ellos un Google Pixel, al conductor que transportaba la droga entre los almacenes.

La popularidad de estos smartphones entre los criminales ha llevado a los agentes a sospechar inmediatamente de quienes los usen: "Cada vez que vemos un Google Pixel pensamos que puede ser un narcotraficante", afirma un agente.

Esta distinción es importante debido a la nueva arma de la policía contra el narcotráfico: los troyanos. Este tipo de virus informático es capaz de meterse en un sistema, normalmente haciéndose pasar por una aplicación benigna, y ha sido usado por hackers para robar datos.

Pero ahora, los troyanos se han convertido en la herramienta preferida para la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo, según un agente de los Mossos d'Esquadra, ya que les permite monitorizar todo lo que hace el usuario del dispositivo.

Sin embargo, aquí es donde entra la cuestión de un derecho fundamental como es la privacidad; no faltan abogados que alertan de una falta de supervisión y límites a lo que los agentes pueden hacer una vez que toman el control de un smartphone.

Los criminales están usando apps y servicios que nacieron para proteger a usuarios convencionales contra espías, hackers y estafadores. Y en respuesta, las autoridades están haciendo todo lo posible para saltarse esa protección porque las tácticas que usaban antes, como las escuchas, ya no funcionan.