La revolución de las aplicaciones móviles ha cambiado el mundo en cuestión de años. Más allá de como ha cambiado nuestra relación con los ordenadores, las redes sociales, los videojuegos, el consumo multimedia o la fotografía móvil. Uno de los tipos de aplicaciones que más han cambiado cómo nos relacionamos con nuestro alrededor en España y el resto del mundo son las aplicaciones de mapas.

Gracias a ellas no solo podemos descubrir nuevos lugares, sino movernos con mayor información en carretera. Evitar atascos es uno de los usos más comunes y útiles, pero también existen otros con mayor polémica como las alertas de radares y controles policiales, algo que no termina de hacer mucha gracia en la Dirección General de Tráfico (DGT).

La DGT estudia qué hacer con las aplicaciones como Waze o Google Maps

Waze es una de las aplicaciones preferidas por usuarios que pasan varias horas al día conduciendo. Esta aplicación no solo nos permite llegar a nuestro destino en carretera, sino que además se ha convertido en una red social de conductores gracias a los avisos que cada usuario puede crear. Desde accidentes en carretera hasta controles policiales, algo que en el pasado ya ha ocasionado problemas con la policía en Estados Unidos, ya que según el Departamento de Policía de Nueva York aseguró que los criminales podían utilizar dicha función para delinquir con mayor eficacia.

En su día comentábamos como, con la ley actual, el gobierno español era poco probable que terminase bloqueando a Waze y Google Maps, que también comenzaba a recibir dichas funciones, al tratarse de avisos de usuarios. Sin embargo, en la DGT piensan como pueden sortear estas dificultades.

A pesar de no poder prohibirlas en España, Pere Navarro, director general de la DGT, se ha mostrado partidario a «dificultar o limitar que se pueda informar dónde hay Policía en carretera». De momento, esta confirmación del director de la DGT no es indicio de que España vaya a tener problemas las aplicaciones de conducción social, aunque con causas justificadas podrían realizar una petición a Google para que retire la función, tal y como hizo sin mucho efecto la Policía de Nueva York.