Samsung se encuentra en una situación complicada, dentro de lo que puede resultar una en la que eres el principal actor de un mercado multimillonario. Hace tres meses hablábamos de cómo había afectado a la empresa coreana los movimientos en el mercado de los smartphones y de las memorias, y cómo sus ingresos habían caído un 28% entre el último trimestre de 2017 y el mismo de 2018.

Hoy la firma ha hecho públicos sus resultados del primer trimestre de 2019 y parece que siguen en la misma línea, con un fuerte descenso si los comparamos con los de hace un año.

Los beneficios caen un 60%

En el primer trimestre de 2019 Samsung ha anunciado que sus beneficios han alcanzado una cifra de entre 6.1 y 6.3 billones de wons coreanos, unos 5500 millones de dólares. Esta cifra, siendo excepcionalmente alta, supone una bajada del 60.2% si la comparamos con las mismas del primer trimestre de 2018 (15.64 trillones de wons).

Si nos fijamos en los ingresos, vemos que han bajado también, aunque no tanto. Pasamos de los 60.56 billones de wons del primer trimestre de 2018 a los 52 billones de wons de este trimestre, un 14% aproximadamente de bajada. Aún así, es algo menos de lo que los analistas creían.

Pantallas y memorias

Samsung ha aprovechado la explicación de sus resultados para remarcar que la demanda por parte de Apple de pantallas OLED ha sido menor de la esperada, dando a entender que creían que se venderían más iPhone.

Además, el precio de las memorias, uno de los negocios más importantes de la firma, sigue cayendo, afectando a su margen de beneficio que, como hemos visto, se ha resentido mucho más que el de los ingresos brutos.

Por ahora no tenemos un despiece de qué divisiones han logrado aguantar mejor el golpe, si se ha recuperado la caída de ventas de smartphones. Es posible que aún veamos algunos trimestres de malas cifras en Samsung, al menos comparativamente, hasta que su nueva estrategia con los Galaxy S, Galaxy M y Galaxy A empiece a tener efecto.