WhatsApp pierde al último defensor de su privacidad

WhatsApp pierde al último defensor de su privacidad

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WhatsApp pierde al último defensor de su privacidad

Vienen cambios importantes en WhatsApp, cambios que afectarían a la privacidad de los usuarios. Así lo demuestra la marcha del fundador de la aplicación.

1 mayo, 2018 09:26

La privacidad está cada vez más en duda últimamente. Sabemos que una vez nos conectamos a Internet todas las páginas, servicios y aplicaciones que utilizamos registran nuestro uso y lo aprovechan para vendernos productos que nos interesan. No solo eso, algunas aplicaciones bucean en nuestros datos de usuario, datos que hemos aceptado que recopilen, para venderlos a otras empresas y así obtener beneficios. Facebook es una de esas empresas, no la única. Y todas las compras que ha realizado tenían como motivación obtener más y más datos de usuario, incluida WhatsApp.

Pese a que WhatsApp no tenga buena fama precisamente por Facebook, sus fundadores siempre se empeñaron en mantener a Zuckerberg y los suyos fuera de los usuarios de la famosa aplicación de mensajería. Jan Koum y Brian Acton vendieron WhatsApp a Facebook en 2014 por 19 000 millones de dólares. Ambos mantuvieron la encriptación de los mensajes en contra de lo que quería Facebook. Y subieron el nivel en 2016 al integrar el cifrado punto a punto. Zuckerberg quiere aflojar dicho cifrado para poder leer los mensajes; de ahí que el único fundador que todavía quedaba en Facebook haya renunciado.

El CEO de WhatsApp se va de Facebook

Jan Koum anuncia su salida de Facebook en un artículo en la misma red social. No cita las razones, aunque sí que se han filtrado los motivos: el Washington Post apunta a que Facebook quiere obtener más datos de usuario de WhatsApp pasando a aligerar el cifrado de la aplicación. Sería una catástrofe para los 1500 millones de usuarios que tiene WhatsApp en todo el mundo.

Facebook quiere que WhatsApp se equipare a Messenger para así poder leer los mensajes

A pesar de que le deberíamos dar más importancia a todo lo que las empresas obtienen del uso de las aplicaciones, lo cierto es que no le ponemos verdadero valor a la privacidad. Todo lo contrario de las empresas que se encuentran detrás de esas aplicaciones ya que ellas sí saben cómo comerciar con nuestros datos. Es el oro del marketing digital, un oro muy fácil de obtener gracias a las aplicaciones de mensajería y redes sociales.

Facebook no compró WhatsApp para que le hiciese perder dinero, eso resulta obvio. A pesar de que obligó a WhatsApp a que le cediera los teléfonos de los usuarios gracias a la simbiosis entre compañías de la misma familia, Jan Koum, el aún CEO de la empresa, se negó a ir más allá. El conflicto entre WhatsApp y Facebook es tan serio que primero se fue Brian Acton y ahora el propio Koum, los dos que fundaron WhatsApp en 2009 después de que salieran de Yahoo.

Los fundadores de WhatsApp siempre pelearon por mantener a Facebook lo más alejada posible de los datos de sus usuarios

Los dos cofundadores llevan siendo críticos con la política de privacidad de Facebook desde que esta compró su aplicación. Ambos se opusieron a que metiese mano a los usuarios de WhatsApp, esa fue una de las motivaciones para incluir el cifrado punto a punto en 2016: nadie puede leer los mensajes de la aplicación excepto quienes los envían y reciben. Esto contrasta con Messenger ya que sabemos que Facebook lee todos los chats, según Zuckerberg por nuestra seguridad. Esto no tardaría en llegar a WhatsApp una vez el último obstáculo ha anunciado oficialmente que se marcha.

Los fundadores no serían los únicos que abandonan Facebook, muchos de los trabajadores de WhatsApp que llegaron a la matriz de Zuckerberg con la compra están planeando marcharse. A Facebook se le ha acabado la paciencia: después de más de cuatro años ha llegado el momento de exprimir WhatsApp para sacarle todo el jugo.

¿Qué nos espera como usuarios de WhatsApp ahora que Facebook está decidida a obtener aún más datos?

«Si no pagas por un producto es que tú eres el producto«, este dicho tecnológico tan popular es algo que todos deberíamos grabarnos a fuego. No implica que dejemos de disfrutar de todos los servicios que obtenemos sin pagar un céntimo, que son muchos, sino de hacer buen uso de nuestra privacidad y de todos los datos que cedemos con nuestra utilización y rellenado de perfil.

Aún no se han anunciado cambios en el cifrado de WhatsApp, pero no resultaría extraño que eso sucediese en un futuro próximo: la marcha fulminante de Jan Koum es un mal presagio. Lo más lógico es que Facebook equipare los sistemas de conexión de Messenger y de WhatsApp con la excusa de crear una experiencia más uniforme. Esto acabaría con el cifrado punto a punto en todos los chats, lo que le daría pie a obtener mayores datos de usuario, siempre con la excusa de la seguridad.

El cifrado punto a punto de WhatsApp tiene los días contados ahora que su fundador se marcha

Otro de los cambios que veremos es una relación más estrecha entre todos los servicios y aplicaciones de Facebook. Mayor intercambio de datos dentro de la familia, perfiles unificados, sugerencia de contactos multiplataforma… Todo esto ya lo hacen Instagram y Messenger, señal de que WhatsApp no quedará ajeno. Tampoco a los anuncios, otro de los puntos donde los fundadores se opusieron desde el inicio. Pero ahora ya no estarán.

Brian Acton, primer cofundador en marcharse de Facebook (noviembre de 2017), ya criticó duramente a Facebook tras el escándalo de Cambridge Analytica pidiendo que borrásemos nuestro perfil en la red social. El abandono del segundo fundador debería hacernos pensar sobre el uso que hacemos de Facebook y sus aplicaciones, quizá haya llegado el momento de abandonarlas. O, al menos, deberíamos replantearnos todos los datos que dejamos en ellas: como decíamos antes, son auténtico oro.