Cuando ya nos habíamos acostumbrado a Android Pay resulta que a Google le da por renombrar sus servicios de pagos. ¿Hacia dónde? A Google Pay.

Google es una empresa que suele marear con sus productos. Que si apps que desaparecen de repente, servicios que surgen de la nada y cohabitan con otros similares… Por no hablar de los cambios de nombre, como le ha ocurrido a Android Pay. ¿Que tienes varios métodos de pago? Pues los unes en uno solo, lógico. Pero…

Es oficial: Android Pay y Google Wallet dejan de existir con estos nombres para convertirse en Google Pay, el sistema de pagos generalizado para abonar las compras desde cualquier dispositivo que admita una cuenta de Google. Esto implica que el «rebranding» afecta de manera profunda a nuestro sistema dejando de ser representativo. ¿Una señal de que Android está perdiendo fuerza como marca?

Google Pay unifica todos los servicios de pago de Google

Como suele ocurrir con Google, dos servicios de pago coexistían manteniendo ciertas similitudes entre ambos. Si bien Android Pay tendría que haber absorbido a Google Wallet a pesar de que el segundo ofrecía un ámbito más generalizado, el paso definitivo ha sido el de crear una nueva marca para así aglutinar a todos los pagos.

Google Pay suplantará a Android Pay como medio de pago nativo en Android. Es de esperar que la aplicación y el sistema de pagos móviles solo cambie de nombre y de diseño, igual que los datáfonos y comercios compatibles. Más allá de aquí el usuario no verá cambios: un simple rebranding para no tener dos medios de pago diferentes que, sin embargo, comparten similitudes.

El servicio de pagos puede implementarse tanto en tiendas online como en el cobro de servicios o de aplicaciones. Seguirá dependiendo de los acuerdos con los bancos y entidades, por lo que no veremos un despliegue más rápido, al menos en España. Estaría bien que Google, aparte de marear con los cambios de nombre, se esforzara en conseguir que sus pagos móviles fuesen más universales.