Google Allo viene de serie con Google Assistant, el asistente personal basado en Inteligencia Artificial de Google. Y puede chivarse de tus búsquedas.

Google Assistant sigue acumulando actualidad, aunque en esta ocasión no por sus valores positivos. Como han descubierto en Recode, el asistente personal puede ser un poco entrometido durante las conversaciones en grupo de Google Allo. Y no porque sea más proactivo de la cuenta, sino porque puede irse de la lengua y confesar alguna de tus búsquedas recientes.

No es lo más habitual ya que Assistant tiene un filtro de protección pensado para asegurar la privacidad, pero se ha comprobado que no funciona en todos los entornos. Como la naturalidad ha de ser una característica de la IA, Google Assistant puede traspasar las fronteras si le preguntas dando ciertos rodeos.

Google Assistant te pide permiso para compartir tu nombre, pero no ciertas búsquedas

Google Allo quizá no sea de las aplicaciones de mensajería más populares, pero sí que provee de una excelente herramienta de comunicación escrita. Poco puede hacer con los gigantes ya establecidos, pero sí posee un valor que no tiene nadie: el bot de Google Assistant. Y puede ser tan práctico que a veces es más rápido realizar búsquedas pidiéndoselas a Assistant que yendo a la búsqueda de Google.

Dicha aplicación de búsqueda es la que trae de base Google Assistant. El asistente tiene acceso a tu historial de búsquedas y se nutre de él para resultar más proactivo. Eso se nota en las búsquedas referidas: es capaz de darte más datos en base a que conoce tus gustos. Y claro: como ese amigo al que se le va la mano con el alcohol y acaba chivándose de lo que no debía, parece que Google Assistant también es algo incontinente.

En Recode lo han puesto a prueba con conversaciones grupales entre amigos dentro de Google Allo a las que han invitado a Google Assistant. Así, y frente a cuestiones nimias como hacer preguntas sencillas en torno a la personalidad del asistente, este ha respondido con búsquedas anteriores realizadas por el usuario. En el caso de Recode fueron datos triviales (búsquedas sobre Harry Potter), pero podría ser muy molesto si Google Assistant se chivase de otras búsquedas mucho más privadas.

Lo curioso es que Assistant tiene un filtro que, en teoría, no deja pasar las cuestiones personales. Por ejemplo, si le preguntamos nuestro nombre, el asistente nos pedirá permiso para decirlos en abierto dentro del grupo. También con otros datos personales.

Google Assistant y Google Allo aún necesitan mejoras en la interacción

Este descubrimiento hecho por Recode tiene unas implicaciones bastante graves. Y es que, sabiendo que el asistente personal de Google tiene acceso a toda la información que la empresa guarda de nosotros, que es inmensa, no hay manera de marcarle límites claros para que no comparta nada en una conversación privada con otras personas.

El lenguaje natural tiene infinitos recovecos y desvíos por los que podemos divagar en busca de respuestas, por lo que resulta muy complicado marcarle los límites a la Inteligencia Artificial en términos de relaciones humanas. Sobre todo cuando el aprendizaje se basa en redes neuronales: Google Assistant va aprendiendo en base al contacto que mantiene con nosotros. Y si un día buscamos algo comprometido y él estima que no entraña riesgos en la privacidad quizá lo suelte en un grupo de Google Allo. Delicado.