Las críticas de los usuarios y las pertinentes investigaciones de las autoridades europeas han dado resultado: WhatsApp deja de compartir los datos de sus clientes con Facebook. Es una decisión ya comunicada por la empresa y puesta igualmente en práctica. Aunque eso sí: atañe únicamente a los ciudadanos europeos.

Según afirma El Confidencial, el cese de los datos compartidos entre ambas empresas de la misma matriz será temporal. La empresa deberá pensar su estrategia de tratamiento de datos y consensuarla con las autoridades especializadas en privacidad.

WhatsApp presionada por las autoridades

Desde que saltó el cambio en las condiciones de uso, la empresa se puso en el punto de mira de todas las autoridades y expertos en privacidad. WhatsApp pedía permiso a sus usuarios para compartir los datos con Facebook en pos de mejorar la experiencia comercial, pero el caso es que dicho permiso poco hacía: las condiciones relatan de manera específica cómo ambas empresas comparten información. Ya lo hacían antes.

El Reino Unido instó hace unas semanas a que WhatsApp detuviese el famoso intercambio de datos. La petición se suma a la de países como España, Alemania o, incluso, a la que estableció la comisión europea dentro del ámbito de la privacidad. Los responsables de la aplicación de mensajería se han reunido con las autoridades europeas. Y han acordado el cese del intercambio mientras se delimitan las responsabilidades.

Según podemos leer en El Confidencial, WhatsApp les ha remitido una carta que afirma lo siguiente:

Como resultado de nuestras conversaciones con diversos organismos durante los últimos meses, hemos pausado temporalmente en Europa el uso de datos de usuarios de WhatsApp con fines de producto o publicitarios en Facebook, para darles la oportunidad de articular sus preocupaciones y analizarlas.

«Con fines de producto o publicitarios en Facebook». Este punto es difuso, pero es de esperar que WhatsApp lo aclare en las próximas condiciones de servicio.

Facebook y WhatsApp deberían pedir permiso por separado

Que la aplicación debe pedir un permiso explícito para intercambiar la información es algo que demandan desde los organismos encargados de velar por la privacidad. Teniendo en cuenta que son dos servicios diferentes, y que los usuarios no tienen por qué disponer de cuenta en Facebook, ésta debería pedir permiso también para el uso de los datos. No debería valer con «esconder» los términos dentro del contrato de servicio.

Facebook compró WhatsApp para sacarle beneficio, por lo que encontrará la manera de rentabilizarlo. Incluso si tiene que amoldarse a las autoridades europeas: demasiados millones de usuarios y de gasto como para no aprovecharlo.