Mediados de noviembre: esa ha sido la fecha escogida por OnePlus para anunciar el nuevo OnePlus 3T. Una renovación del buque insignia anticipada por los rumores y filtraciones. Y un lanzamiento lleno de polémica, porque el OnePlus 3 original ha salido hace poco tiempo. Hace 134 días exactamente.

La línea de evolución actual

Desde hace varios años los fabricantes de móviles nos tienen acostumbrados a sacar muchos terminales en cada ejercicio contable pero normalmente hay uno que brilla con luz propia, su terminal emblema, el flagship, el tope de gama.

De hecho, cuando un fabricante no respetaba ese acuerdo tácito entre el usuario y él mismo, los consumidores se lo reprochaban, como le pasó a Sony cuando empezó su gama Z. Y cuando la continuó.

No obstante esto ya no es así, o al menos no queda tan claro.

Dos gamas altas con diferente nombre

Una de las empresas que mejor ha sabido lidiar con la idea de lanzar dos teléfonos de gama alta cada año sin por eso dar la sensación de descuidar al primero ha sido Samsung.

En 2011 vimos nacer la gama Note y el Samsung Galaxy S de cada año de pronto paso a un segundo plano en la segunda mitad del mismo. Es cierto que eran dos terminales enfocados a públicos diferentes pero al fin y al cabo si un usuario quería el mejor móvil de Samsung tenía que elegir entre uno de esos dos.

Otras gamas siguieron la misma estrategia y Xiaomi lanzó sus Note o más recientemente LG con sus LG G y sus LG V.

Un gama alta cada seis meses o menos

Sin embargo hay otros fabricantes que no quieren o no pueden permitirse el mantener como marca dos terminales diferentes.

Y desde el lanzamiento del Xiaomi Mi 4 al Mi5 ha pasado muchísimo más tiempo que el que hemos visto pasar desde este modelo al Mi 5s. La empresa china no podía permitirse pelear con sus rivales con un terminal que había salido hacía meses porque el mercado ya empezaba a dar un nuevo salto.

Y algo parecido es lo que le ha pasado a OnePlus.

El OnePlus 3T no es para los dueños del OnePlus 3

Parece obvio pero algunas personas no ven que el lanzamiento de un segundo terminal dentro del año no va orientado a los usuarios de la marca sino a los de las empresas rivales a los que tientan con un dispositivo lo suficientemente mejorado como para competir pero no tanto como para ser considerado un nuevo buque insignia en nombre.

Podría argumentarse que los actuales poseedores del OnePlus 3 hubieran querido saber de la existencia de este OnePlus 3T para no comprarse el anterior y sí este, pero eso es aplicable a los compradores del OnePlus 3T que no saben si en unos meses verán un sucesor o al mismísimo OnePlus 4.

Por otra parte la cantidad de usuarios que quieren siempre el último móvil, o al menos que no saquen ninguno mejor que el suyo hasta que puedan cambiarlo, es muy minoritaria, aunque en las redes puedan ser mayoría.

Los problemas de producción

Que OnePlus es una empresa que no ha sabido gestionar bien o la expectación que ha levantado en sus presentaciones o la forma de llevar su cadena de producción es un hecho.

La dificultad de producción es el motivo del breve lapso de tiempo entre el 3 y el 3T

Según parece este ha sido uno de los motivos por los que los dos terminales se acercan tanto en el tiempo según la propia empresa.

OnePlus no tiene la capacidad suficiente como para mantener varias líneas de producción por lo que para crear una nueva y avanzar han de parar la anterior.

La mejora en el software

También se han mejorado aspectos de software según ha mostrado el fabricante en un vídeo.

Sin embargo todas estas mejoras deberían llegar a terminales anteriores de la marca, o al menos al OnePlus 3 ya que el único motivo de que no sea así es que el fabricante quiera que este sea un reclamo nuevo para su terminal estrella y esa posibilidad ha sido ya negada por responsables de la misma que han confirmado que el OnePlus 3 y el OnePlus 3T se actualizarán de forma simultánea.

La publicidad gratuita

Conseguir que los medios de comunicación se hagan eco cuando lanzas un producto es algo que os cuesta mucho dinero o es difícil de conseguir.

No tenemos que menospreciar la posibilidad de que las empresas de telefonía acorten los plazos entre móviles de gama alta que fabrican para lograr tener un mayor tiempo en prensa y medios, lo que se traduce en un mayor impacto en las retinas de sus potenciales clientes.

Conclusión: tendría que darnos igual

Y no quiero cerrar este artículo sin recordar una frase que repito continuamente cada vez que alguien me pregunta si merece la pena cambiar de móvil cada año: «no, lo suyo es cada dos años».

En los últimos 12 meses he analizado más de 40 teléfonos móviles con sistema operativo Android y sin embargo me he llevado dos años utilizando como móvil principal un LG G3.

No hace falta cambiar tanto de móvil

Que queramos tener la última tecnología no es raro, que nos enfademos porque un fabricante ha lanzado un móvil mejor que el nuestro o que no comprendamos sus motivos sí debería serlo.

Los avances en la telefonía móvil se producen gracias a los terminales de gama alta y mientras más competencia haya, aunque sea en períodos de tiempo más corto y con menores innovaciones, mejor será para el usuario final.