No es nada nuevo que a Google le gustaría controlar al 100 % la experiencia de Android. Desde el software que traen instalados los dispositivos a la forma y tiempo en los que éstos se actualizan. También desearían controlar el hardware para así asegurar por completo el producto que recibe el usuario: como ha demostrado Apple, una de las claves para mantener la esencia de su sistema operativo sin que éste pierda virtudes de cara a los compradores es controlar todo el proceso.

Cuando hablamos de hardware y software administrados por Google a todos se nos viene a la cabeza una línea concreta: Nexus. Es cierto que los tiempos los controla la gran G y que son ellos quienes deciden en última instancia qué traerá incluida cada versión y en qué tipo de hardware deberá moverse, pero no olvidemos que siempre hay un fabricante detrás que se encarga del diseño y de la fabricación; aparte de la elección de todos los componentes, pasos que Google estaría dando en solitario también en un móvil.

Google no es principiante en la fabricación de hardware

Decir que Google está desarrollando hardware de manera autónoma no sorprende a nadie: ahí tenemos al Google Chromecast, a los Chromebooks Pixel, al Nexus Player o a la excelente Pixel C. Por lo que resulta muy curioso que aún no se hayan aventurado a fabricar un smartphone bajo su paraguas con el que no sólo concentrar en él su visión de la telefonía actual, también ofrecer la experiencia Android 100 % pura. Y privada, que éste sería otro aspecto clave.

Hace unas semanas que nos llegaba un rumor muy parecido que apuntaba en esta misma línea: el desarrollo de una versión cerrada de Android controlada sólo por Google. No están satisfechos con la política de actualizaciones de los fabricantes (ya dijeron que mantendrían un registro actualizado de los que menos actualizan), ven que tanta imposición de software despierta quejas (demasiadas aplicaciones de Google preinstaladas que no se pueden actualizar) y, pese a que Android es conocido por ser software libre (ya sabemos que no es así, sólo la versión AOSP), la idea es cerrarlo aún más para así mantenerlo bajo control.

Sólo es un rumor, pero cobra cada vez más fuerza

No se sabe más que la confirmación por parte de una fuente muy cercana a Google de que se encuentra en pleno diálogo con las operadoras para distribuir un smartphone bajo su propia marca. El dispositivo vería la luz antes de que acabe el año sin que se pierda por ello el programa Nexus: los dos dispositivos en desarrollo, ahí estaría HTC, seguirían su curso manteniendo el plan de lanzamiento.

AOSP, fabricantes con Android y su capa personalizada, Nexus y dispositivos de Google, así se resume el panorama. Aunque pronto podríamos incluir un nuevo tipo dentro de los dispositivos propios: los smartphones. ¿Veis una buena estrategia cerrar aún más el sistema para ofrecer una experiencia controlada en software y hardware?

Más información The Telegraph