Cada cierto tiempo nos llegan noticias sobre empresas que se demandan unas a otras por millones de dólares debido a ciertas patentes que se encuentran en su software o diferentes tipos de uso de su hardware. Ya no solo ocurre con empresas del nivel de Apple, Google o Microsoft, sino que incluso empresas pequeñas de las que nunca se ha oído hablar se suben al carro de las demandas. Estas demandas son debidas a las Patentes de Software, que son monopolios de explotación por 20 años sobre funcionalidades o algoritmos informáticos.

Pongamos el siguiente trozo de código “a=b+c;” un revolucionario algoritmo que realiza la suma de dos variables y las guarda en una tercera. Con este trozo de código yo puedo ir a una oficina de patentes y patentar este algoritmo, con lo cual todo programador que quiera usar en su código mi algoritmo patentado tendrá que pasar por caja y pagarme. Así de sencillas son las patentes de software, y se puede patentar lo que se quiera. Por ejemplo, tenemos casos de lo más curiosos, Microsoft tiene patentado el doble clic de ratón, cada vez que un programador quiera asociar una acción a un doble clic tendría que pagarle a Microsoft por usar ese método.
También Google tiene patentado el cambio de logotipo de empresa en función de los aniversarios o efemérides del calendario, los famosos Doodles. Así que si tenemos una empresa y queremos cambiar el logo por Navidad tendríamos que pasar por caja y pagarle a Google lo que considere necesario.

Pero no nos asustemos, las patentes de software únicamente son validas en Estados Unidos, el paraíso de las demandas, en la Unión Europea se han rechazado las patentes de software, el proceso ha durado casi 10 años y se han encontrado muchos grupos de apoyo al software libre que enviaron casi 400.000 firmas al parlamento europeo para frenar la aprobación de la ley. Así que cualquier patente o demanda sobre código fuente dentro de la Unión Europea no se contempla, por lo tanto mi plan para hacerme rico con mi revolucionario algoritmo de suma se ha venido al traste.

Mientras tanto al otro lado del atlántico la lucha de patentes sigue su curso, aquí os muestro un grafico sobre cómo están las cosas en el mundo de las demandas entre empresas.

Impresionante ¿verdad? Quedan pocas empresas que no estén metidas en demandas y el ultimo capitulo corresponde a Microsoft que ha lanzado una demanda sobre una patente, que aun no se ha hecho pública, sobre algún tipo de funcionalidad o código que se está usando en Android. Parte del precio de venta de los terminales se establece para pagar este tipo de patentes, se comenta que las compañías dedican hasta 10$ de cada terminal para financiar los pagos de las patentes.
En algunos casos se suelen llegar a acuerdos extrajudiciales en los que se establecen las cantidades a pagar sobre cada dispositivo, en otros casos las empresas llegan a juicios que se prolongan en el tiempo y acaban siendo interminables.

Pero no os preocupéis, rara vez las demandas impiden lanzar un nuevo software o realizar mejoras sobre uno existente, las  empresas prefieren pasar por caja y pagar porque los beneficios superan a las tasas por las patentes. Además el mundo de la programación es enorme y si yo patentara “a=b+c;” se podría usar “b+c=a;” que aunque parece y hace lo mismo a bajo nivel es diferente.