Samsung Galaxy Z Fold 2, análisis: el futuro ha llegado

Samsung Galaxy Z Fold 2, análisis: el futuro ha llegado

Análisis

Samsung Galaxy Z Fold 2, análisis: el futuro ha llegado

Analizamos a fondo el nuevo Samsung Galaxy Z Fold 2, un terminal que ha mejorado de forma notable a su antecesor y se conviernet en el mejor móvil plegable.

29 septiembre, 2020 12:09

Samsung ha sido una de las compañías de móviles que más ha innovado a lo largo de los años. No obstante, en los últimos tiempos pareciera que otras le habían tomado la delantera. Para volver a tomar la iniciativa empezó una nueva categoría, la de los móviles plegables, nada más y nada menos.

Dentro de esta nueva familia está el terminal que analizamos hoy y que pudimos probar hace unas semanas, el Samsung Galaxy Z Fold 2 5G. Vaya nombre.

Este smartphone es una iteración muy mejorada del que fuera el primer plegable de la empresa, el Galaxy Fold, que atraía miradas allá donde iba. Pero tenia sus fallos y Samsung ha sabido escuchar a los usuarios y a los analistas, y ha mejorado prácticamente todos los aspectos en esta segunda versión.

Características Samsung Galaxy Z Fold 2

  • Cuerpo
    • Dimensiones: 159.2 x 128.2 x 6.0 mm (abierto) y 159.2 x 68 x 13.8 mm (cerrado)
    • Peso: 282 g
    • Colores: Negro y Bronce
  • Pantalla smartphone | tablet
    • Tipo: Super Amoled | Dynamic AMOLED
    • Tamaño: 6.2 pulgadas en modo smartphone | 7.6 pulgadas en modo tablet
    • Resolución: HD+ 21:9 | QXGA+ 4,2:3
  • Características principales
    • Procesador: Octa-Core 7 nm
    • Sistema operativo: Samsung One UI | Android 10
  • Memoria
    • Interna: 256 GB UFS 3.1 + 12 GB RAM
  • Cámaras
    • Cubierta: 10 Mpx f/2.2
    • Trasera:
      • Ultra gran angular de 12 Mpx f/2.2
      • Gran angular de 12 Mpx f/1.8 Dual Pixel AF OIS
      • Telefoto con Zoom óptico x2 de 12 Mpx f/2.4 PDAF OIS
    • Delantera:
      • 10 Mpx f/2.2
  • Conectividad
    • WiFi 802.11ax
    • Bluetooth 5.0
    • NFC
    • A-GPS | GLONASS
    • USB 3.1 Tipo C
    • Sin puerto de auriculares.
  • Sensores
    • Lector de huellas lateral
    • Acelerómetro, giroscopio, sensor de proximidad y brújula
  • Batería
    • Doble, con un total de 4500 mAh Li-Po
    • Carga rápida e inalámbrica y carga inversa

El factor de forma lo es todo

Samsung suele presentar varios terminales de gama alta cada año. Tenemos los Galaxy S, los Galaxy Note y ahora los Galaxy Fold. No obstante, es en el apartado de diseño donde este móvil se diferencia más de sus hermanos.

La mera idea de poder abrir y cerrar el móvil cuando lo necesitamos cambia los parámetros de uso. Además, el poder usar la pantalla externa de forma cómoda, gracias a la mayor diagonal, hace que no sea casi inútil cerrado.

Me he encontrado usando en varias ocasiones el móvil cerrado incluso para jugar. Un buen ejemplo es cuando lo he usado en la cama, cerca de la cara, con la pantalla externa incluso para jugar a Honkai Impact Third.

Obviamente es con la pantalla abierta cuando le sacamos el máximo partido, independientemente de que usemos una o dos aplicaciones a la vez. Aquí sigue habiendo un problema y es que el factor de forma hace que la pantalla sea casi cuadrada con lo que muchas aplicaciones no usan el total de la diagonal.

Esto pasa en los vídeos, por ejemplo, algo que es aceptablemente lógico, pero también en Instagram, donde aparecen franjas en los laterales. En algunas apps incluso hay fallos de dibujo, como pasa en el juego Golf Battle que solemos usar para realizar pruebas de rendimiento.

Un aspecto clave de este móvil es su peso, de casi 300 gramos, algo que llama la atención de manera instantánea a cualquiera que lo sostenga en la mano. Esto hace que el uso continuado no sea tan cómodo como en otros modelos.

También hay que hablar de las dimensiones, sobre todo del grosor, que cuando esta plegado es muy elevado. Algo que si me ha gustado es que no me ha molestado llevarlo en el bolsillo delantero de los pantalones, pero es porque no suelo usar pantalones ajustados y porque soy bastante grande.

El Samsung Galaxy Z Fold 2 no tiene problemas de rendimiento

En este modelo Samsung no ha especificado el nombre del procesador aunque las especificaciones coinciden con el Snapdragon 865+, un procesador que sólo habíamos probado en el Asus ROG Phone 3.

Este chipset hace que la experiencia de uso sea extremadamente fluida, a lo que ayudan las animaciones del sistema y la memoria. Tenemos 12 GB de RAM, con tecnología LPDRR5 y 256 GB de memoria interna, con UFS 3.1.

Llama la atención que no se haya optado por los 512 GB, aunque es posible que sea para intentar controlar el precio de este modelo, que supera los 2000 euros pero que no es mas caro que su antecesor.

No tenemos ranura para tarjetas de memoria o jack de auriculares, aunque si un doble altavoz que se comporta de manera espectacular. Eso sí, debido a la posición es muy posible bloquearlo al cogerlo con la pantalla abierta. Truco: girarlo 180º ya que al ser un móvil muy grande será imposible taparlos.

En cuanto a conectividad, tenemos lo mismo que en los Note 20 Ultra o S20 Ultra: Wifi 6 de doble banda, NFC para pagos móviles, bluetooth 5.1…

La única pega que le pongo en este apartado es el sensor de huellas, que está en el lateral. Como siempre comento, este tipo de sensores está pensado para los que usan el móvil con la mano derecha, lo que hace que sea incómodo de usar si somos zurdos.

Llevando las pantallas a un nuevo nivel

Cuando Samsung presentó el Fold original todos nos sorprendimos por la gran diagonal de la pantalla interior, y por la escasa diagonal de la exterior. Esto ha cambiado.

En el Samsung Galaxy Z Fold 2 la compañía ha aumentado la pantalla externa hasta las 6.2 pulgadas, dándole una resolución de 816 x 2260 píxeles y un ratio 25:9. Pensad que las pantallas 21:9 de algunos móviles ya son muy alargadas.

La tasa de refresco de esta pantalla es de 60 Hz y usa la tecnología OLED que Samsung tan bien sabe exprimir.

En la pantalla interior tenemos un panel UTG (Ultra Thin Glass) que combina el cristal y el plástico, aunque encima de él tenemos un protector de pantalla. La diagonal es de 7.6 pulgadas y la resolución sube a los 1768 x 2208 píxeles.

En la pantalla principal tenemos muchas novedades. Empezamos con que los marcos son más pequeños. Además, se ha eliminado el enorme notch del modelo del año pasado y se ha sustituido por una cámara que se aloja en la pantalla mediante una perforación, lo mismo que pasa en la pantalla exterior.

Este panel tiene soporte para HDR10+ y una tasa de refresco máxima de 120 Hz. Es importante remarcar que Samsung no permite fijar esta cifra y si optamos por los 120 Hz lo haremos de manera dinámica, es decir, que el sistema llegará a esa cifra si entiende que el contenido que estamos viendo es capaz de sacarle partido.

La experiencia de visionado es muy buena pero no podemos obviar (ojalá) la arruga central que se ve cuando inclinamos mínimamente el móvil. No es que en todo momento se nos vayan los ojos a la misma, pero me he encontrado haciendo deporte en una bicicleta estática mirando un vídeo y se me iban los ojos a la arruga cuando el contenido tenía muchas zonas negras.

Por el momento esto es algo con lo que tendremos que convivir, al menos hasta que la tecnología evolucione y podamos tener cristales perfectamente planos.

Menos cámaras, mejor resultado

En los Galaxy Note 20 Samsung ha sabido bajarse de la carrera por el número de sensores en la parte trasera de sus móviles y en el Fold 2 se ha mantenido firme.

Tanto en la pantalla interna como en la externa tenemos un sensor para hacer autofotos y videollamadas con 10 Mpx. La calidad de estas cámaras es buena para hacernos estas fotos, sobre todo con buena luz. De noche la calidad baja pero este terminal tiene un as en la manga: podemos hacernos selfies con las cámaras traseras.

Activando una opción en la interfaz de cámara podemos hacernos un selfie utilizando no sólo el sensor principal, sino también el gran angular o el telefoto. De esta forma tendremos fotografías de gran calidad incluso de noche.

La calidad fotográfica de Samsung sigue siendo una de las mejores del mercado. Aquí no tenemos sensores con cientos de Mpx, sino que se mantienen los tres en 12 Mpx. Es cierto que en algunas situaciones podríamos requerir una mayor resolución pero, dada la calidad y fiabilidad de las tres cámaras, no tenemos queja.

Las tres cámaras ofrecen una colorimetría más que buena, teniendo un poco a la saturación de los colores, algo propio de Samsung, pero sin legar a ser irreales las fotografías que tomamos.

El detalle también es bastante bueno y la grabación de vídeo es estable y nítida. De noche el sensor principal muestra un mejor hacer que los otros dos. Eso sí, la grabación nocturna es una de las mejores que hemos visto en ningún móvil.

Incluso tenemos nuevas funciones de software, como el modo atril que nos permite grabar vídeo manteniendo el móvil apoyado y activando el seguimiento de caras.

Una muy buena batería y sin quejas en los métodos de carga

Samsung es una de las marcas que combina carga rápida por cable con carga inalámbrica. Tenemos 25 W en el primer caso y 10 W en el segundo. Sí, son cifras que podrían ser mejores, como vemos en los móviles de OPPO o de Huawei, pero al menos no se ha prescindido de ninguna de las dos.

En la primera prueba de autonomía hemos estado usando el móvil para hacer fotos, algunos vídeos, hemos jugado bastante tanto con la pantalla externa como con la interna y hemos hecho algunas llamadas. Un uso bastante mixto, la verdad. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 24 horas de autonomía.

En la segunda prueba de autonomía hemos estado usando el móvil más en exteriores, para fotos y vídeos y menos para juegos. Hemos llegado a las 4 horas y media de pantalla con 38 horas de autonomía.

En la tercera prueba de autonomía hemos activado los 60 Hz en vez de los 120 Hz adaptables como teníamos en las os pruebas anteriores. Hemos usado el móvil para jugar, hecho alguna llamada y usado mucho apps de mensajería. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 30 horas de autonomía.

Una de cal y una de arena en la interfaz del Samsung Galaxy Z Fold 2

Un aspecto en el que Samsung se ha esmerado es en el de la interfaz. La clave de los plegables es que permiten hacer las cosas de otra manera, y eso obliga a que el software lo permita.

Tenemos cambios en la pantalla externa, que permite el uso en horizontal incluso en los escritorios, lo que hace que muchas veces usemos este panel en vez del interior.

Pero es dentro donde vemos las luces y sombras de One UI en el Fold 2. Por un lado tenemos aplicaciones que no se adaptan a la forma de la pantalla. Y no lo decimos porque no aprovechen los nuevos formatos de doble columna, sino porque aparecen como aparecerían en un ordenador o móvil normal. Un buen ejemplo es HearthStone.

Interfaz de HearthStone en el Fold 2

Como podéis apreciar, casi un 30% de la pantalla es inútil y deberíamos tener una opción de software que obligara a la app a comportarse como en la pantalla externa, por ejemplo.

En la parte positiva tenemos las opciones de la cámara, que nos da una versatilidad que ya demandábamos en la primera versión de este modelo. Podemos activar la pantalla externa para que las personas a las que vamos a hacer la foto se vean, podemos usarla para hacernos selfies con las cámaras principales…

Modo de cámara para VLOGs

En cuanto a la estabilidad, no hemos tenido queja y el comportamiento del sistema ha sido el esperado de un móvil de este nivel. Se agradece la opción de poder usar aplicaciones en modo tablet, con un menú en la zona izquierda y la pantalla principal en la derecha, pero no todas las apps tienen soporte para ello.

Ese es el resumen de este apartado: Samsung ha trabajado mucho y bien pero los desarrolladores aún no le dan a este tipo de móviles la relevancia que necesitan.

Conclusión: el mejor plegable sigue siendo exclusivo

Pocas veces he tenido una segunda versión de un móvil que hubiera mejorado tanto con respecto a la primera. El Samsung Galaxy Z Fold 2 5G es como debería haber sido el Fold original.

Este móvil tiene sus defectos en el factor de forma por el peso, en la carencia de soporte por muchas aplicaciones de terceros, pero sin duda es un móvil usable en el día a día, que tiene claro lo que aporta y que, gracias a su nueva pantalla externa, hace que el uso a una mano sea más que posible.

Eso sí, los más de 2000 euros que cuesta hacen que sea uno de los móviles más exclusivos del mundo.