Análisis del LG G7 ThinQ, una bestia de aspecto distinguido

Análisis del LG G7 ThinQ, una bestia de aspecto distinguido

Análisis

Análisis del LG G7 ThinQ, una bestia de aspecto distinguido

Analizamos a fondo el LG G7 ThinQ, un móvil potente y con todas las características para convertirse en uno de los mejores de 2018. ¿Lo conseguirá?

25 mayo, 2018 11:00

Este 2018 no está siendo precisamente escaso en términos de nuevos móviles, que llevamos tal racha de presentaciones y lanzamientos que resulta muy complicado elegir con cuál quedarse. Dado mi trabajo, muchos de esos móviles fueron pasando por mis manos ya sea para una prueba menor como para review a fondo. Algunos se desean más que otros, como es lógico. Al LG G7 ThinQ le tenía muchas ganas.

Llevo varios meses compaginando a nivel personal un LG V30probé el V30S y la presentación del LG G7 ThinQ me dejó muy buenas sensaciones. Este último se resistió hasta que un mensajero me lo trajo por fin. Lo desempaqueté, abrí la caja de cartón completamente en negro, asomó la enorme pantalla del smartphone y nada más lo sostuve en la mano ya arrojó la primera sensación: es algo más grande y grueso de lo que esperaba. En cuestión de aspecto no se aleja en exceso de lo que LG lleva desarrollando durante el último año.

El LG G7 ThinQ es un móvil que está en lo más alto por prestaciones de hardware. También a nivel de fotografía: su conjunción de cámaras y software consigue unas imágenes de altísima nitidez. Es bonito por fuera, su personalización no es excesiva y parte con Android 8.0. Resulta complicado decir algo malo de él, aunque, como es lógico, tiene sus inconvenientes. Entremos a fondo en el análisis.

Características del LG G7 ThinQ

Dada la gama a la que se dirige, y que no es precisamente barato (al menos durante el lanzamiento, que seguramente baje de precio hasta tornarse muy goloso), el LG G7 ThinQ trae un hardware de alto calibre. Lo mejor en procesadores, sonido de gran nivel, muy buenas cámaras, una pantalla excelente… Veamos las especificaciones al detalle.

  • Pantalla: 6,1 pulgadas LCD FullVision con resolución 3120 x 1440 y brillo de 1000 nits.
  • Procesador: Qualcomm Snapdragon 845
  • GPU: Adreno 630.
  • Memoria RAM: 4/6 GB (LG G7 y LG G7+).
  • Almacenamiento: 64/128 GB (LG G7 y LG G7+).
  • Memoria SD: sí, hasta 2 TB.
  • Cámara trasera: doble, de 16 Mpx f/1.9 y 16 Mpx f/1.6 gran angular.
  • Cámara delantera: 8 Mpx f/1.9 y gran angular.
  • Dimensiones: 153.2 x 71.9 x 7.9mm
  • Peso: 162 gr
  • Versión de Android: 8.0 Oreo
  • Batería: 3000 mAh con carga rápida y carga inalámbrica.
  • Inteligencia artificial: AI CA, QLens, Bright Mode, AI Haptic, Google Assistant…
  • Otros: altavoz BoomBox, Hi-Fi Quad DAC de audio, USB-C, sensor de huellas, IP68, radio FM…

Evolución mínima en diseño con la adopción del polémico notch

Despacharé rápido la polémica: sí, el LG G7 tiene notch, como el iPhone X. Y también el diseño de su pareja de cámaras traseras se asemeja al móvil de Apple, pero no va mucho más allá de ser curioso: el móvil de LG posee diferenciación suficiente como para no considerarse una copia. Y el notch no molesta en ningún momento; con la opción de camuflar esa zona con la opción de «Segunda pantalla», un elemento con el que LG juega en la zona superior del panel.

El móvil es algo grande, aunque se contiene en dimensiones gracias a la reducción de los marcos en el frontal y la inclusión del citado notch. Presenta un grosor destacado, sobre todo en comparación con el LG V30 del que toma las líneas básicas de diseño. Dos caras de cristal, marco de aluminio y un colorido especial para la zona trasera que juega con las tonalidades vivas ofreciendo contrastes de color según incida la luz. El azul/turquesa/verde que me tocó para el análisis es precioso. Y seguramente frágil, es el inconveniente de los móviles de cristal.

El LG G7 ThinQ añade un innecesario botón para lanzar Google Assistant

Una de las decisiones extrañas a nivel de diseño es la inclusión de un botón dedicado al asistente personal. Pulsando dicho botón, situado en el costado izquierdo y bajo los botones de volumen, salta Google Assistant, algo que se puede hacer con la voz o manteniendo pulsado el Home virtual. El botón de encendido se sitúa en el costado derecho dejando que el lector de huellas trasero sea solo el lector: carece de pulsación.

El LG G7 ThinQ no prescinde del jack de auriculares: este queda en la parte baja, junto al conector USB de tipo C y la salida del altavoz externo. Dicho altavoz tiene una potencia espectacular, pero adolece de un inconveniente que, en lo personal, a mí no me gusta nada: al aprovechar el interior del teléfono como caja de resonancia la parte trasera vibra en exceso con un mínimo volumen. Sostenerlo mientras se escucha una película, por poner un ejemplo, hace que los dedos noten constantemente las vibraciones del sonido. Además, la zona de resonancia se aprecia hueca al tacto, otra sensación negativa que empaña el gran tacto del teléfono.

La doble cara de cristal añade fragilidad a un móvil que se siente sólido en la mano

Se agarra bien en la mano, la curva trasera favorece dicho agarre a pesar de que el LG G7 es ancho. El tacto es de calidad, con unos materiales que transmiten seguridad más allá de que el principal componente sea el cristal. Es muy bonito a la vista: todas las personas a las que se lo he dejado reflejaron esa apreciación. Entra por los ojos, una cualidad que debe incluir cualquier móvil de la gama «premium» a la que pertenece.

Especial mención para la resistencia al polvo y al agua: el LG G7 ThinQ cumple con la especificación IP68, toda una garantía ante posibles imprevistos, especialmente en verano. Lo he estado sumergiendo sin ningún problema: aguanta el tipo. Eso sí, no hay que llevarlo fuera de los límites: máximo media hora dentro del agua hasta 1,5 metros de profundidad.

En línea con lo más potente del mercado

No hay demasiadas sorpresas en este punto ya que, como buen smartphone de «gama premium» que es, el LG G7 dispone de un hardware a la altura de las expectativas. Aquí saca pecho el Snapdragon 845, lo mejor de Qualcomm para 2018 y que no necesita presentación. Es potente, hace que el móvil vuele en todo momento, no hay problemas de fluidez ni de lag… Aunque sí cierto calentamiento, incluso cuando no se abusa de las prestaciones: la parte trasera se nota caliente demasiado a menudo.

El LG G7 ThinQ está a la altura de lo más potente en smartphones

Jugar con este móvil es una delicia, no solo por las características de hardware, también por la pantalla: pese al notch, la inmersión en el entretenimiento es total. La GPU del Snapdragon 845 es sobradamente potente para cualquier título Android que se encuentre en la Google Play. Basta hacerle unos tests de benchmark al LG G7 para descubrir que está en lo más alto en términos de potencia. Siempre manteniendo las lógicas reservas sobre este tipo de pruebas.

Pese a que la potencia queda fuera de toda duda, no ocurre lo mismo con la capacidad: para el precio del móvil creo que LG debería duplicar el almacenamiento de base y subirlo a 128 GB. Igual que la memoria RAM: aunque 4 GB no se quedan cortos en ningún momento, un smartphone de más de 800 euros debería incluir un mínimo de 6 GB. Debo reseñar, eso sí, que existe una versión superior del LG G7 con 6 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento.

El LG G7 ThinQ es el móvil Android que más rápido he sentido de todos los que he probado. La interfaz se mueve a la perfección, no hay saltos perceptibles entre aplicaciones, la gestión de la multitarea no entraña problemas, es un móvil perfecto para contenido multimedia y para ejecutar cualquier juego Android a la máxima calidad. No destaca especialmente en ningún punto, pero sí ofrece un equilibrio de hardware al nivel más alto. Es una garantía por su precio.

La pantalla es espectacular con una resolución y brillo altísimos

Nada más sostener el LG G7 en las manos, y encenderlo por prmera vez para iniciar el proceso de registro con la cuenta de Google, uno se da cuenta de que la pantalla tiene carácter propio. Polémica del notch aparte, LG aprovecha para montar su mejor panel LCD incorporando un extra de brillo que viene genial cuando al móvil le pega directamente el sol. Aunque no es lo único destacable de la pantalla.

6,1 pulgadas de diagonal, pantalla con altísima resolución y de gran nitidez, excelente representación de los colores con la posibilidad de ajustar manualmente la temperatura de la pantalla, incluye distintos modos ajustables con uno automático que viene por defecto (y que tiende a saturar en exceso con la representación del contenido multimedia), panel compatible con vídeo en HDR y ratio 18:9 FullVision con unas esquinas muy redondeadas. Más allá de los datos, la pantalla del LG G7 se ve de fábula en todas las condiciones.

El extra de brillo de 1000 nits no se activa automáticamente: hay que pulsar un botón

La integración en el frontal es casi completa a excepción del notch superior y una pequeña franja en la zona inferior. Los marcos son reducidos, pero no en exceso: en los laterales el smartphone se reserva unos tres milímetros en negro contando la curva del cuerpo de aluminio. La respuesta al toque está al nivel de lo que se espera del teléfono, también los ángulos de visión: la pantalla permanece definida, y sin alterar las tonalidades, incluso en ángulos de menos de 20 º. Nada que ver con la pantalla OLED del LG V30 (y, por extensión, con la del Google Pixel 2 XL).

Brillo de 1000 nits, así es como LG anuncia una de las características estrella de la pantalla. Y la pregunta es: ¿se nota? Lo cierto es que la función va genial en exteriores y a plena luz del día: el chute de luz hace que el contenido de la pantalla se distinga a la perfección y sin el exceso de contraste que sufren las pantallas AMOLED de Samsung en las mismas condiciones, por ejemplo. Aunque eso sí: el extra de brillo debe activarse de manera manual sobre el botón del área de notificaciones, algo que debería ser automático. Y otro punto negativo: dicho brillo automático es algo lento a la hora de ajustar la pantalla a las condiciones lumínicas.

LG aprovecha el «notch» para introducir la dudosa funcionalidad de «Segunda pantalla»

No puedo rematar esta sección sin hablar de la «Segunda pantalla». No es que LG haya colocado un segundo panel como en los LG V10 y LG V20, el fabricante califica de esa manera la zona que queda a ambos lados del notch. Dentro de los ajustes se puede adaptar esa «Segunda pantalla» para disimular el notch poniendo la zona en negro y también para personalizarla con distintos colores y degradados. Es una manera de darle explicación al recorte superior del panel más allá de que LG sigue la tendencia.

Batería: ni bien ni mal, aceptable

3000 mAh se me antojaban algo justos antes de probar el LG G7. Tras varios días de uso, y unos cuantos ciclos de carga, he de corroborar que la autonomía del móvil no es para darle una medalla. No me ha dejado tirado nunca, pero tampoco puedo decir que haya ido muy holgado: algo más de un día de uso moderado con una media de 5/6 horas de pantalla. Con uso más intenso las cifras caen, claro.

El grosor del teléfono hubiese dado para aumentar su autonomía, pero LG ha decidido mantener algo de hueco en el interior para que ejerza como caja de resonancia del altavoz (puede notarse golpeando en el centro de la cara trasera). Más allá del punto negativo, el sistema, y la capa propia de LG, no realizan una mala gestión de la autonomía: apenas se consumen recursos con la pantalla apagada. A esto colabora de manera efectiva Android 8 Oreo.

El LG G7 ThinQ incorpora doble cara de cristal mientras aprovecha para equipar al smartphone con carga inalámbrica. Y muy rápida, casi he cargado a la misma velocidad con cable que con una base Qi. Tampoco se escapa la supuesta carga rápida con el cargador de 16,2 W incluido. Y digo supuesta porque no me ha parecido tan rápida: de 0 a 100 % en 1 hora y 50 minutos. Estos son los porcentajes y los tiempos.

  • 5 minutos: 7%.
  • 10 minutos: 12 %.
  • 20 minutos: 23 %.
  • 30 minutos: 35 %.
  • 50 minutos: 64 %.
  • Carga completa: 1 hora y 50 minutos.

Me quedo con la sensación de que LG siempre tropieza en la misma piedra: equipa sus móviles de gama alta con una batería demasiado justa. No es que la autonomía del LG G7 sea tan pobre como la del LG G4, por ejemplo, pero sí que podría haber equipado 500 mAh sin hacer mucho más grande el dispositivo. Habría ganado bastantes puntos.

Sonido y conexiones: bien por el LG G7 ThinQ


Como buen smartphone «premium» que es (o que aspira a ser), el LG G7 incorpora todas las conexiones que se necesitan en la vida moderna. La compatibilidad con las distintas bandas 4G LTE está asegurada, también la máxima velocidad en redes WiFi de doble banda. Incorpora Bluetooth 5.0 con aptX para ahorrar energía sin pérdida de calidad, su sistema de geolocalización es rápido y preciso, no pierde el NFC para los pagos móviles, trae activada la radio FM y no prescinde del conector de auriculares. Muy bien por LG.

El LG G7 ThinQ dispone de radio FM para escuchar las emisoras sin conexión

Ha llegado el momento de hablar del sonido. ¿Cómo se escucha este móvil? De fábula, con estas dos palabras podría resumir la experiencia. Escuchar música en el LG G7 ThinQ con unos buenos auriculares es toda una experiencia. Sonido rico en matices, de alta calidad gracias a su Quad DAC Hi-Fi, es compatible con DTS-X, incluye un ecualizador nativo con el que ajustar el sonido al gusto y no prescinde del conector de auriculares, por lo que traslada su gran sonido sin necesidad de adaptadores. También se escucha genial en unos auriculares Bluetooth.

Vayamos con otra de las novedades en el LG G7: el altavoz externo Boombox. Ya he dejado un par de reseñas en otros puntos de este análisis, y es que la vibración se nota en exceso sobre la cara de cristal de la parte trasera. Más allá de la incomodidad al sostenerlo mientras reproduce sonido a medio y alto volumen, dicho sonido se escucha de manera espectacular. Muy potente, sin que distorsione a máximo volumen, con un enorme refuerzo de bajos… La lástima es que el sonido sale por la cara inferior del smartphone: si LG hubiese colocado el altavoz en el frontal habría creado el equipo de sonido perfecto. Se echa de menos un doble altavoz estéreo.

Triple sistema de seguridad biométrico: lector de huellas, reconocimiento facial y de voz

Ni uno ni dos: el LG G7 trae tres sistemas de desbloqueo de seguridad que habilitan la entrada en el sistema sin la introducción de un pin o el trazado de un patrón. Solo uno posee la máxima seguridad: el lector de huellas. Con el reconocimiento facial y el reconocimiento de voz podrían haber problemas de autenticación, la propia LG avisa al configurar ambos métodos.

El lector de huellas está situado en una buena zona: debajo de la cámara, justo donde cae el dedo índice al agarrar el móvil. La grabación de cada huella es rapidísima y sin inconvenientes, igual que desbloquear el móvil: basta con plantar una huella registrada y al momento queda el LG G7 desbloqueado y activo. Máxima fiabilidad y rapidez, no se le puede pedir más a un lector de huellas.

¿Qué pasa con los otros dos métodos biométricos de seguridad? Aparte de que no son tan seguros, algo lógico dadas las características del hardware, ambos son bastante erráticos en el reconocimiento. El rostro a veces lo reconoce al sostener el teléfono, la mayor parte de las ocasiones hay que encender la pantalla y esperar: no es inmediato. Esto hace que el lector de huellas pase a ser la primera elección precisamente por lo bien que va.

¿Y el reconocimiento de voz? LG asegura que el G7 ThinQ reconoce la voz de su dueño para permitirle el desbloqueo del teléfono. Bien, yo no lo he conseguido. Después de un buen rato intentándolo no he sido capaz de registrar la voz en el móvil. El proceso de registro es tan impreciso que al final terminé desesperándome y lo dejé sin configurar. La huella basta, esa es la conclusión.

Android 8 Oreo de serie y una capa con Inteligencia Artificial que no es tan inteligente

El LG G7 parte suficientemente actualizado, aunque no a la última versión estable disponible (8.1): se queda en Android 8.0. Trae Treble de serie, por lo que a LG no le debería resultar complicado actualizarlo.

La capa personalizada es LG UX en su versión 6; con la opción de elegir la UX 4.0 en el caso de que se desee el cajón de aplicaciones. El aspecto no cambia demasiado entre las dos opciones más allá del propio cajón: LG mantiene una personalización bastante limpia que no entorpece con el funcionamiento del móvil. Y sin que abuse del bloatware: incorpora sus aplicaciones y no demasiado más. Aunque preinstala Facebook, Instagram y LinkedIn, algo que a mí no me gusta: lo primero que hice fue deshabilitar estas aplicaciones, igual que Duo y otras Google Apps.

No es Android stock, tampoco se le parece demasiado, pero también queda lejos de personalizaciones tan agresivas como EMUI o MIUI, por ejemplo. La fluidez es característica, también los añadidos en los ajustes. Temas, tienda propia de aplicaciones, gestos, posibilidad de adaptar el tono de la pantalla, más opciones de seguridad… LG ofrece una personalización propia, pero no termina de darle carácter al LG G7: no difiere demasiado a nivel de experiencia con respecto a otros LG.

ThinQ. Ese empeño por colocar el nombre de la Inteligencia Artificial en el teléfono se deja ver en el hardware con el botón dedicado y también en la aplicación de cámara, que analizaré justo a continuación. Pero ¿y en el resto del móvil? Está ausente: no hay rastro de inteligencia más allá de la interacción con Google Assistant. En este punto LG ha trabajado con Google para integrar al asistente de manera más profunda. Incluye más comandos de voz y le ha llegado Google Lens en español, por ejemplo.

Fotografía: notable mejora en nitidez, modo automático algo inconsistente

Focus peaking en el modo manual

Llegamos al punto más complicado de todo móvil de gama alta: la(s) cámara(s). Todos los fabricantes tienen acceso a los mismos procesadores, memoria RAM, almacenamiento, baterías… por lo que la experiencia general en términos de prestaciones no se aleja demasiado unos de otros. Hasta que toca analizar el ámbito de la fotografía, que es donde prefieren distinguirse. LG lo hace sin que varíe demasiado la apuesta que mantiene desde el LG V10: doble cámara, una con gran angular.

La idea de LG es que el dueño de un G7 ThinQ (y de cualquier LG de gama alta de las últimas generaciones) pueda captar un campo reducido o uno mucho más amplio para así decidir si prefiere destacar un punto de la escena o la escena al completo. Esto supone un uso distintivo de sus cámaras, pero se queda por el camino un elemento que no debería estar ausente en un móvil de alta categoría: el zoom óptico. Creo que es un error no incluir un objetivo telefoto en una de las cámaras.

LG no incluye zoom óptico en el G7 ThinQ, un error para un móvil de la más alta gama

Entremos con los datos al detalle. Dos cámaras en la parte trasera con diferentes conjuntos de ópticas para captar más amplitud o menos de la escena. LG utiliza un sensor doble de 16 Mpx con apertura de f/1.9 en el sensor «corriente» y de f/1.6 en el gran angular (107 º). Dispone de estabilización mecánica de imagen, de autoenfoque láser y de detección de fase, incorpora modo HDR automático, LG habilita por fin un modo retrato y dispone de flash LED. Por delante tenemos un sensor de 8 Mpx gran angular (80 º) con apertura f/1.9. También incluye modo retrato.

La aplicación de cámara de LG continúa siendo de las mejores en Android. No posee demasiados modos lúdicos, pero tampoco le hace falta: con el LG G7 se pueden hacer fotos de todos los estilos, incluido profesionales. El modo manual contribuye a ello ya que permite el ajuste de todos los valores con opciones tan atractivas como el destacado de los contornos enfocado (Focus Peaking, espectacular) o guardado en RAW. Los resultados en manual son excelentes, también en automático. Aunque con sus grises.

El modo manual es donde el LG G7 ThinQ se luce, tanto en fotografía como en vídeo

Por norma general las fotos tomadas con el LG G7 ThinQ son luminosas hasta en entornos oscuros. También presentan un alto nivel de detalle con poca persistencia de las acuarelas en segundo plano; algo que lógicamente empeora con la pérdida de luminosidad. El rango dinámico es aceptable, aunque no siempre funciona bien el HDR: en ocasiones juega con la iluminación manteniendo zonas demasiado oscuras. Incluso tiende a darle un toque artista en determinados momentos.

El enfoque automático es rápido, pero no demasiado preciso en los macros. Suele mostrarse algo caprichoso y es fácil que pierda el enfoque justo antes de sacar la foto (o que reenfoque, lo cual da al traste con el punto marcado). La reproducción de los colores es muy natural y no tiende a saturar en exceso.

ThinQ, la Inteligencia Artificial de LG, habilita la detección de hasta 19 escenas aplicando los ajustes necesarios para obtener el mejor resultado según las condiciones. Esto es válido para el modo noche: cuando el móvil detecta que no hay suficiente luz habilita un botón para que, una vez pulsado, la fotografía salve la oscuridad para obtener el máximo detalle posible. Funciona realmente bien: más allá del lógico ruido, las imágenes se salvan con sorprendente calidad.

A continuación tienes una galería de fotos con muestras del LG G7 ThinQ. Solo tienes que pulsar sobre la imagen para acudir al álbum de Google Fotos.

A la hora de utilizar la cámara delantera los resultados empeoran ligeramente. La calidad no es la mejor en los selfies, aunque mantiene el modo retrato pese al uso de una sola cámara. Los resultados no son tan precisos como los retratos traseros; en los que LG se luce con soltura: el recorte practicado por los bordes de los rostros se perfila muy bien con respecto al fondo. En ocasiones me ha parecido que estaba haciendo fotos con un Pixel.

LG estrena un modo retrato en el G7 ThinQ obteniendo buenos resultados en recorte y bokeh

La cámara de vídeo también asciende en calidad con respecto a anteriores LG de alta gama incorporando mejoras en la grabación manual y en la cámara lenta. La estabilización óptica favorece las grabaciones sin trepidación consiguiendo movimientos fluidos y sin saltos apreciables. La calidad del vídeo es alta incluso en su resolución máxima: 4K 16:9.

Aparte de la imagen en los vídeos el sonido también es de notable calidad: el registro de audio favorece el uso del LG G7 ThinQ como soporte para documentales o reportajes personales de YouTube. Además, LG incluye un excelente modo manual con el que ajustar las opciones de grabación, incluido el zoom cuando se está grabando. Y se añade el modo Cine/Vídeo: con zoom suave y hasta diferentes ajustes de etalonaje para darle a la película el aspecto justo de eso, de película.

Conclusión: el LG G7 ThinQ está a la altura de lo mejor en Android

Con sus lagunas, sus inconvenientes, algunas carencias y, sobre todo, con todo lo bueno que trae bajo de los cristales, el LG G7 ThinQ es uno de esos móviles que no dejan indiferentes a quien lo prueba. Quizá no te guste LG como marca, puede que los móviles con doble cristal no sean una elección por su fragilidad o que su precio te evada de su compra en el lanzamiento, pero no hay duda de que el móvil es un gran móvil. Sin que sea enorme en tamaño, queda muy contenido.

He pasado muy buen rato analizando el LG G7 ThinQ. No eché en falta de nada y sé que, una vez lo devuelva, sí echaré de menos muchas cosas. Las cámaras, por ejemplo: a pesar de que no siempre saquen las mejores fotos, algo habitual en los modos automáticos, la combinación de objetivos, estabilización y modo retrato es una apuesta todoterreno que a mí me lleva gustando desde el LG V10. No incluye un zoom óptico y creo que es un error, con eso LG redondearía el aspecto fotográfico.

Pese a que la Inteligencia Artificial queda patente ya desde el nombre, su uso en el móvil no supone una mejora sustancial. La cámara funciona bien sin el reconocimiento de las escenas, la detección y búsqueda de objetos ya lo hace bien Google Lens y, si no tienes objetos conectados de LG, tampoco puedes aprovechar en profundidad a ThinQ. No puedo decir que sobre, pero sí que la AI de LG no es determinante para la elección del G7. Al menos por ahora, habrá que ver cómo evoluciona en el futuro.

¿Qué decir de su potencia y prestaciones? Debería salir con los 6/128 GB de base por el precio, pero el resto está a la altura de lo que se espera de un gran gama alta. Impresionante en juegos, genial en la reproducción de contenido multimedia… Y con un sonido que ensordece por su potencia y por la calidad. Lástima que el móvil vibra tanto cuando suena, no termino de acostumbrarme a esa sensación.

¿Te ha convencido? A mí sí: yo recomendaría el LG G7 ThinQ sin dudarlo. Quizá no al precio que toma de partida, 849 euros, sí con el precio que alcanzará cuando ya lleve un par de meses en el mercado. LG ha hecho un excelente móvil para todas las condiciones y público. Y es tan distinguido que levanta pasiones allá donde va.