Análisis del Wiko Wim, un buen móvil que flojea en las cuestiones clave

Análisis del Wiko Wim, un buen móvil que flojea en las cuestiones clave

Análisis

Análisis del Wiko Wim, un buen móvil que flojea en las cuestiones clave

Analizamos a fondo el Wiko Wim, el smartphone "top" del fabricante francés que promete mucho y termina flaqueando en las cuestiones clave.

23 noviembre, 2017 21:07

Error

El Wiko Wim es el móvil más caro y potente del fabricante francés. Se nota la calidad en la construcción, pero termina ofreciendo una experiencia algo agridulce.

El cartero llamó a la puerta un viernes trayendo un paquete que llevaba esperando unos días. Cada móvil tiene su importancia dentro de contexto, y así ocurre con el Wiko Wim: sobre el papel promete ser una excelente opción dentro de la gama media con aspiraciones. Así que abrí el paquete, hice el pertinente unboxing y allí estaba: un smartphone grande, en precioso color turquesa, con una construcción que se sentía sólida en la mano y que pedía a gritos que encendiese.

Wiko Wim

7,6
  • Pantalla de 5,5"
  • Snapdragon 626
  • Cámara de 13 + 13 Mpx
  • Más especificaciones
PVP 449€
Comprar
3,30€
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Nos gusta
  • Muy buena batería
  • Excelente construcción
No nos gusta
  • Pantalla con exceso de saturación
  • Capa muy pesada

El primer arranque de cualquier móvil es clave para determinar esa primera impresión, la que termina marcando la experiencia. El Wiko Wim se mostró suficientemente rápido, con demasiados ajustes de cuentas y con una pantalla rebosante de colores con cierta saturación. AMOLED, sí, pero con una calibración de color exagerada. «Bueno», pensé. «Se podrá cambiar desde los ajustes de pantalla». Error.

No quiero correr mucho, así que iré desgranando las características del Wiko Wim sobre el papel para después detallar el análisis sobre cada sección del smartphone. Es un gran móvil, ya lo anticipo, pero tiene demasiada competencia por su preciojkjjjk.

Características del Wiko Wim

El hardware denota la categoría en la que se enclava este móvil Android. Detalles de gama alta, procesador en la línea de la gama media y un intento más que decente de remarcar que Wiko no solo es fabricante de smartphones económicos. Veamos.

  • Pantalla de 5’5 pulgadas AMOLED con resolución FHD.
  • Procesador Qualcomm Snapdragon 626.
  • GPU Adreno 506.
  • 4 GB de memoria RAM.
  • 64 GB de almacenamiento interno con espacio para SD de hasta 128 GB.
  • Cámara dual trasera de 13 + 13 Mpx. Sensor RGB y monocromo. Apertura f/2.0.
  • Cámara delantera de 16 Mpx con flash LED.
  • Wi-Fi, GPS, GLONASS, BEIDU, NFC, Bluetooth 4.2, radio FM.
  • Android 7.1 Nougat con actualización asegurada a Android 8.0.
  • Batería de 3000 mAh con carga rápida Quick Charge 3.0.
  • Colores: negro, dorado y turquesa.
  • Peso: 160 gramos.
  • Medidas: 156.2×75.3×7.9 mm.

Diseño: marco en aluminio con cara trasera en policarbonato

Ya decía que la construcción del Wiko Wim es excelente. Esto se nota en el primer agarre y siempre que se sostiene el smartphone: sólido en los cantos, no resbala y ofrece un tacto «premium» por más que la cara trasera sea de policarbonato. Es algo grande y con el frontal poco aprovechado, son los mayores inconvenientes que le veo. Los materiales no tienen pegas. Y el color en el que recibí mi unidad de prueba luce único y original.

Pantalla de 5,5 pulgadas con marcos grandes por arriba y por debajo. El Wiko Wim aprovecha para colocar el sensor de huellas en la zona inferior, un sensor que también funciona como botón de retroceso, como veremos más adelante. En cuestión de marcos laterales, el smartphone presenta un añadido a la pantalla de unos 3 mm por cada lado contando el bordeado del canto en aluminio.

En el frontal destaca el sensor de huellas que desbloquea solo por contacto

La parte trasera plástica presenta un relieve redondeado que se ajusta bien a la mano. Arriba observamos la protuberancia de la doble cámara: esta sobresale un milímetro del cuerpo, por lo que el móvil cojea ligeramente al dejarlo apoyado plano sobre cualquier superficie. En la cara trasera se aprecia el logo de Wiko dominando el móvil y, como decía, la carcasa de policarbonato. No se puede retirar ya que el Wim es unibody, como marca la tendencia. Y eso sí: el material se raya con cierta facilidad.

En el costado izquierdo encontramos los botones de volumen, en el derecho el de encendido. Dichos botones están fabricados en metal, lo que contribuye a la calidad general. En el canto superior solo se aprecia un pequeño agujero para uno de los dos micrófonos. Y abajo hay overbooking: puerto de auriculares, salida del altavoz trasero, el otro micro y… puerto micro USB 2.0. Así es, un móvil de esta categoría carece de Tipo C. Inexplicable.

A pesar de que puede presentar alguna carencia, el Wiko Wim se ve genial y se siente mejor. En su funcionamiento ofrece la experiencia de gama media que se espera de él a tenor del hardware; sin que esto sea malo.

Le falta algo de potencia, pero es más que suficiente para la mayoría

Cuando arrancas un móvil nuevo siempre toca el mismo proceso: registrarlo con tu cuenta de Google e instalar las aplicaciones que tienes en tu móvil personal. Google ha facilitado el proceso enormemente con la restauración de la copia de seguridad y de las contraseñas gracias a Smart Lock. En mi caso tardo en torno a una hora hasta que puedo usar más o menos el teléfono. Y la primera sensación que tuve fue la de faltar fluidez.

Con algo ejecutándose en el fondo se aprecia cómo al Wiko Wim le falta cierto fuelle. El Qualcomm Snapdragon 626 debería dar más de sí, pero se queda algo corto. No cuando la aplicación o el juego ya están iniciados en pantalla, pero sí cuando quieres moverte por la multitarea, por ejemplo.

El Qualcomm Snapdragon 626 se queda corto para las aspiraciones del Wiko Wim

Suficiente espacio y memoria RAM, pero con un sistema que se muestra excesivamente restrictivo. He tenido problemas para mantener conectado el reloj por Bluetooth, por ejemplo; incluso a pesar de eliminar las restricciones de Doze. La capa de Wiko es muy pesada y abusa de los recursos, algo que se nota de forma negativa.

El arranque de los juegos no entraña problemas. Buena tasa de frames por norma general, incluso en juegos con alta demanda gráfica. La pantalla de 5,5 pulgadas es amplia y ofrece un buen nivel de detalle, pero con algunos problemas que no deberían estar ahí.

Pantalla sin calibración de color y con un brillo mínimo ridículo

Buenas noticias, al menos en teoría: el Wiko Wim apuesta por un panel AMOLED de 5,5 pulgadas con resolución Full HD y detalles como el Ambient Display y la pantalla siempre encendida Always On. Gracias a los negros donde la pantalla no gasta batería, el panel aporta sus peculiaridades para colaborar con las sensaciones premium. El problema llega con la excesiva saturación del panel.

La pantalla del Wiko Wim presenta unos colores algo irreales por la saturación

El nivel de saturación del panel es alto, incluso para un panel AMOLED. Este smartphone podría tener un ajuste de pantalla donde personalizar detalles como la saturación y la temperatura de color, pero carece de él. Sí se puede modificar el modo de color desde los ajustes para desarrolladores forzándolo en sRGB, pero no se aprecian cambios. Una lástima.

Junto al problema de los colores aparece otro que no es tan molesto, pero que también contribuye. El brillo automático no es demasiado preciso y a menudo hay que variarlo manualmente. Con otro inconveniente: el brillo mínimo es tan alto que se hace imposible mirar al móvil cuando lo estás usando en la cama y de noche.

La respuesta táctil es muy buena, también el contraste. Los botones de navegación pueden alterarse en orden, el móvil permite el control por gestos, podemos apagar la pantalla con doble toque en el botón de Home, encenderla de igual manera… Con un punto interesante: podremos lanzar aplicaciones haciendo trazos sobre la pantalla. hay tres por defecto y se pueden crear más.

Lector de huellas en botón que desbloquea sin hacer click

El Wiko Wim apuesta por colocar el sensor de huellas delante y bajo la pantalla. Hay sitio de sobra en el frontal, por lo que la pulsación es accesible y cómoda. Dicho sensor es un botón con recorrido, pero no hace falta apretarlo en profundidad para que la pantalla se desbloquee: basta con posar el dedo registrado y listo.

La velocidad no es excesivamente rápida, pero tampoco se demora mucho. El lector ofrece veracidad y basta un toque para que active el desbloqueo. La grabación de una nueva huella es rápida y sin problemas.

El lector de huellas está a un excelente nivel, tanto en precisión como en rapidez

A pesar de que el lector de huellas podría pasar como un botón de Home, lo cierto es que no ejerce esta función: solo desbloquea el móvil. Aunque también funciona como botón de retroceder: basta con pulsar sobre él para deshacer un paso  en nuestro historial de acciones. Con doble toque también podemos apagar la pantalla bloqueando el smartphone.

La batería es uno de los puntos más fuertes del Wiko Wim

Aquí no hay medias tintas: en la batería el Wiko Wim sobresale. Buena capacidad de serie que termina sobresaliendo en autonomía gracias a una excelente gestión. Por más que, teniendo en cuenta lo exagerado de su software, tienda a consumir algo más en segundo plano de lo que debería.

La media de uso de este smartphone ha sido sobresaliente en todos mis ciclos de carga. Apurando dura tranquilamente dos días con 7 horas de pantalla; cuando se abusa de juegos lo más normal es que aguante de 10 horas para arriba con sus buenas cinco horas. Valorando los datos de la forma más objetiva posible diría que el Wiko Wim aguanta una jornada de sobra llegando a casa con un 40 % aproximadamente. Siempre teniendo en cuenta que cada uno usa su móvil de forma particular.

Muy buen sonido y con todas las conexiones necesarias

No me he encontrado pegas de conectividad, ni en 4G ni tampoco en redes WiFi domésticas. El móvil funciona fluido y mantiene la conexión, también en cuestión de GPS. Aquí a veces acusa cierta falta de precisión que se recupera tras un reposicionado.

Me esperaba un peor sonido utilizando mis auriculares de alta fidelidad, pero lo he encontrado bastante bueno. Graves con presencia, agudos equilibrados, gran calidad en la reproducción y con ecualizador integrado que permite desde aplicar efectos de sala a darle un extra de «pegada».

El sonido no se ha dejado al azar en el Wiko Wim: buena calidad usando auriculares

El altavoz externo mantiene suficiente potencia como para dejar sordo a alguien a corta distancia. Distorsiona a máximo volumen sin que tampoco sea exagerado. Y con una calidad más que aceptable para la categoría media del Wiko Wim.

Este smartphone posee radio FM; por lo que contentará a quienes buscan este detalle de hardware en su móvil habitual. En el lado de los problemas está uno que ya detallé antes: carece de USB tipo C apostando por el vetusto micro USB 2.0. Una verdadera lástima para un móvil que aspira a ser una referencia dentro de la gama media/alta. Eso sí: dispone de carga rápida Quick Charge 3.0.

Capa personalizada demasiado agresiva con exceso de software

No soy un enemigo de las capas personalizadas porque, en mi opinión, Android puro es demasiado simple, pero Wiko se excede en el software incluido en su smartphone. No solo porque posee su propio launcher y su pack de iconos, algo normal, también porque pide permisos para todo e incluye experiencias añadidas gracias a su cuenta que, al final, terminan por bombardearte con publicidad de aplicaciones. Algo que, teniendo en cuenta que se trata de un móvil con cierto nivel, está fuera de lugar.

El Wiko Wim viene cargado de funciones y de apps. Para todo, no se escapa nada. Recomendación de juegos, gestión de autonomía, de almacenamiento, grabadora, su propio launcher, galería… La calidad de este software es buena, pero abusa del acceso a datos sensibles.

Uno de los puntos añadidos donde destaca el Wiko Wim es en el de los gestos añadidos al sistema. Aparte del doble toque para apagar y encender la pantalla, tendremos gestos programables con los que lanzar las aplicaciones que nos interesen. También podremos esconder apps para que nadie las use, programar el encendido y el apagado del móvil, cuenta con acciones inteligentes… La pesadez de la capa puede molestar, pero no por ello prescinde de funciones realmente útiles.

He de destacar una sonora molestia con este smartphone que no he visto en ningún otro: el sonido del menú de arranque. Ni se te ocurra reiniciar el móvil en un lugar público: la música que acompaña a la «boot animation» suena a todo volumen. Teniendo en cuenta que el Wiko Wim suena bastante alto, imagina los sustos que me he dado arrancando el teléfono.

Muy buena cámara, aunque algo lenta y obsesiva con aumentar el ISO

Llegamos a una de las partes clave de toda review: el análisis de las capacidades fotográficas del smartphone. Esto es primordial para un móvil que se mueve en la horquilla de los 400 euros, y no es algo que se haya dejado a la ligera en el Wiko Wim. Divisarlo por detrás ya da pistas: su doble cámara en vertical apunta al segmento de la fotografía con modo retrato. Cumple con lo que inspira.

Con el Wiko Wim tendrás una buena cámara, tanto en automático como manual

Wiko colabora con DxO Mark para desarrollar la aplicación de cámara en el Wim. Dicha app posee todo lo que cualquiera necesita en el rango de la fotografía móvil, ya sea amateur como aspirante a profesional. ¿Quieres buenas fotos sin pensártelo? El modo automático hace bien su trabajo. ¿Que buscas ajustar manualmente los parámetros? La aplicación de cámara dispone de un modo profesional con control de ISO, de enfoque, nitidez… También guardado en RAW.

La aplicación es completa, tanto en su forma más lúdica como seria, pero necesita cierto orden en la interfaz. Filtros por un lado, modos de disparo separados entre los modos propiamente dichos y los ajustes, el control del bokeh nombrado como «Cámara Dual«… Los resultados obtenidos son de muy buena calidad, eso sí.

La cámara abusa de la ISO cuando desciende ligeramente la luz. El rango dinámico podría mejorar, incluso en las imágenes tomadas con HDR forzado (no tiene HDR automático). El nivel de detalle es bueno y el comportamiento con baja luz se mantiene a gran nivel. La cámara se muestra algo lenta en el arranque, pero funciona sin retardos una vez está abierta.

A continuación tienes un galería de imágenes tomadas con el Wiko Wim. Están sin retocar y a su tamaño original.

La cámara delantera desciende ligeramente en calidad, pero no por ello se aleja del objetivo: selfies detallados cuando hay buena iluminación. El ruido acude en exceso a media luz, también el grano.

En el vídeo se mantiene al nivel de la fotografía con la cámara trasera. Los vídeos son de suficiente calidad y con resoluciones que llegan al 4K. Estabilización para la grabación de vídeo y buenos resultados incluso grabando en movimiento móvil en mano.

Opiniones finales: un gran gama media que quizá se exceda de precio

Tras unas semanas con el Wiko Wim de móvil personal he de decir que no le falta nada para contentar hasta al más exigente. No es el más potente de su clase, aunque tampoco lo necesita. Su cámara está a un gran nivel pese a sus errores y algo de lentitud. Y la sensación en mano es la de un móvil de categoría. Sobre todo en ese azul turquesa que tanto llama a la vista. Pero…

Habría esperado un mejor procesador por el precio, por ejemplo, también ajustes de color para la pantalla: el panel es de buena calidad, pero no me parece bien calibrado. La sensación general es que es un gran móvil con aspiraciones que pueden quedarse cortas para quien tiene 400 euros para gastar en su próximo móvil. La competencia es dura en ese segmento y hay móviles que dan mejor experiencia por menos.

Es un móvil recomendable que cumplirá con tus expectativas. También en el campo de la fotografía, un aspecto remarcable. Posee una doble cámara divertida y capaz de exprimirse, una de las señas de identidad que terminan marcando la experiencia.