En un mercado tan saturado y tan competitivo como el de los smartphones presentar el último una propuesta tiene sus ventajas pero también tiene sus riesgos.

Huawei ya nos mostró a primeros de año sus Huawei P10 y P10 Plus pero como en otras ocasiones se estaba reservando para esta época su propuesta estrella, la que pertenece a la gama Mate.

En 2017, al igual que el año pasado, tenemos dos modelos que son muy similares pero que ofrecen una característica distintiva llamativa: la pantalla y el factor de forma.

Dos móviles parecidos pero diferentes

Hemos podido probar estos dos móviles aunque de forma muy escueta. Los dos tienen muchos parecidos, de los que hablaremos más adelante en este artículo, y también algunas diferencias.

El Huawei Mate 10 Pro es la estrella de la compañía al implementar una pantalla con ratio 18:9 con unos bordes mínimos. Ha seguido la estela de este año de intentar ocupar la mayor parte del frontal con el panel. Para ello opta por mover a la parte trasera el sensor de huellas y esto, para según qué usuarios, es un inconveniente.

Personalmente soy defensor del sensor de huellas en la zona trasera pero en este caso me he encontrado que al poner la mano de forma natural y índice ha acabado en la segunda cámara, ya que al estar en la zona central colocadas de forma vertical esta característica hace que el sensor de huellas baje mucho. Es el caso contrario al de los Samsung Galaxy S8, que lo colocaban quizás demasiado alto.

Por el contrario el Huawei Mate 10 lo incorpora en la zona frontal pese a lo cual no ha renunciado a disminuir de manera notoria sus marcos de pantalla. Esta variante no opta por el ratio 18:9 y se queda en los 16:9 lo que hace que al cogerlo en la mano se note más ancho. No es incómodo pero es cierto que el pro resulta más manejable.

Lo que nos ha sorprendido es que la presencia del sensor de huellas frontal no implique un cambio drástico de diseño con respecto al Pro. Es verdad que el mate 10 tiene unos marcos algo mayores arriba y abajo, pero nada excesivo. Y es más, nos da la sensación de que los marcos laterales, los de los lados mayores, son menores en el Mate 10 que en el Mate 10 Pro, aunque no hemos podido medirlos.

También hay que hacer mención a la diferente resolución de pantalla y es que aunque el Mate 10 vendrá con un escalado a 1080p su pantalla se podrá usar en resolución 2K mientras que el mate 10 Pro se quedará en la resolución FHD+, 2.160×1.080 px.

Por último, pero no menos importante, nos parece que la decisión de eliminar el jack de audio de la versión Pro pero no de la versión normal traerá cola. Del mismo modo, el dotar al primero de protección contra agua y polvo pero no hacer lo propio en el segundo parece más un gesto de cara a contentar a los usuarios que puedan comprar el primero que a una imposibilidad de ponerlo en el modelo convencional.

La inteligencia artificial como elemento estrella

Pasando a los elementos comunes y empezando por el más relevante hemos de hablar de la NPU integrada. Este chip de procesamiento neuronal es una de las mayores innovaciones que hemos visto este año.

Huawei ha usado a los Mate 10 para presentar el inicio de lo que podría ser una revolución. Para ello se ha integrado el procesador en EMUI 8, la nueva interfaz gráfica que salta de nombre para asimilarse a la numeración de Android y es que esta nueva versión estará basada en Android 8.0 Oreo.

Este será el software que logre sacar partido de la NPU en tareas relacionadas con la cámara, la batería o el comportamiento del procesador. Al haberlos probado tan poco tiempo no podemos ver el comportamiento real, máxime cuando la NPU irá aprendiendo del usuario y mejorando su rendimiento.

Por ejemplo el móvil sabrá qué aplicaciones usamos más y cuando, y les asignará mayor prioridad a la hora de abrirse. Otra función, que sí hemos probado, s la detección automática de escenas en la cámara, que permite a la aplicación ajustar los parámetros de la captura en función del motivo que esté delante del sensor.

También veremos mejoras relacionadas con la gestión de la potencia y de la batería ya que el móvil sabrá cómo debe racionarse para dar la mejor experiencia posible al usuario.

Experiencia de ordenador sin dock

Ambos modelos pueden usarse conectado un cable USB Tipo C a un monitor o TV por HDMI y podremos controlar lo que vemos en la pantalla desde el terminal.

La única pega que le ponemos a esta opción es que al no tener una segunda entrada física no podremos cargar el terminal a la vez, algo que podría ser un problema en presentaciones muy largas.

Una cámara que no apuesta por un telefoto

Siempre que he probado un terminal de gama alta de Huawei he acabado con buen sabor de boca en el apartado fotográfico. El Huawei Mate 10 no es una excepción y la toma de fotografías en blanco y negro es posiblemente la mejor del mercado. Punto.

La cuestión es si el acuerdo con Leica ha lastrado la posibilidad de dotar a su mejor móvil de la opción mayoritaria hoy en día, el usar un angular y un telefoto para obtener una suerte de zoom óptico.

Huawei obvia el zoom 2x y se centra en el blanco y negro

Esto hace que la comparación fotográfica de estos modelos con sus rivales no se dé ya en temas como resolución, nitidez o procesado, sino en aspectos más cruciales como si el disponer de un sensor monocromo es mejor o peor que tener un telefoto.

Por otra parte hemos de alabar el buen hacer de la empresa en tomas con baja luz aunque este es un aspecto concreto que tocaremos más a fondo en el análisis que estamos preparando dado que es una característica que hemos de probar con detalle.

Conclusión

Huawei tiene muchas esperanzas puestas en estos modelos y personalmente me parecen dos de los smartphones más interesantes de este año sobre todo por la presencia de la inteligencia artificial de manera tan activa.

Está por ver que esto acabe siendo relevante en un futuro pero como en la propia Huawei han reconocido se trata simplemente del inicio de una nueva época, una en al que quieren estar en cabeza, pero que tardará en ser masiva.