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ZTE ha sido una de las compañías chinas que siempre han estado ahí. Además de ello, una de sus gamas más antiguas es la gama Blade, unos dispositivos que siempre han optado por ofrecer una buena relación calidad-precio.

Un año más, un nuevo ZTE Blade, y con este van 7. Una gama que sigue evolucionando y que hoy volvemos a analizar.

ZTE Blade V7

7,5

• Pantalla de 5.2""
• Mediatek MT6753
• Cámara de 13MP Mpx
Batería de 2.500mAh mAh
2GB GB de RAM
16GB GB de Almacenamiento
Peso: 136g g
Dimensiones: 146 x 72.5 x 7.5 mm
Resolución de 1920x1080
• Más especificaciones Menos especificaciones

PVP 229€

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2,61€

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ZTE Blade V 7: Ficha técnica

El ZTE Blade V7 es un dispositivo destinado a una gama media que cada día es más exigente. Nos encontramos en un rango de precios en el que ya no solo importa tener un buen precio, sino que además importan otros factores, como tener una ficha técnica puntera, la última versión de Android o un buen diseño.

En esta ocasión podemos comprobar que ZTE cumple con las exigencias del mercado, destacando principalmente su pantalla y el peso. Por otro lado nos encontramos con una batería que sobre el papel parece escasa, pero después veremos como cumple.

• Pantalla de 5.2 pulgadas IPS con resolución FullHD(1920×1080 píxeles).
• Procesador Mediatek MT6753. Ocho núcleos Cortex A53 a 1,3GHz.
• Gráficos Mali T-720 MP3.
• 16GB de almacenamiento interno ampliables mediante tarjeta SD.
• 2GB de memoria RAM
• Cámara trasera de 13MP con flash de doble tono.
• Cámara frontal de 5MP.
• Radio FM.
• Batería de 2.500mAh.
• Android 6.0 Marshmallow.
• Medidas: 146 x 72.5 x 7.5 mm.
• Peso: 136g.

Un gran diseño para la gama media

La gama media ha elevado el listón en lo que respecta a diseño, y lo que ayer nos valía, hoy no es suficiente. Ya el ZTE Blade V6 dió el año pasado un salto en diseño, pero acabó siendo un salto a medias al utilizar plástico como material. En este año no solo nos encontramos con un diseño muy refinado, sino que además han dado un gran salto de calidad en lo que respecta a materiales.

Lo primero que notamos al agarrar al terminal es que ahora se encuentra fabricado en metal. Mi primera sensación al agarrarlo fue un poco engañosa, ya que es un terminal que se siente muy ligero en la mano, y lo primero que pensé es que podría tratarse de plástico con acabado metálico(dado su peso), pero no. Es metal metal, y se nota cuando lo comparamos con la zona superior e inferior, que si son de plástico, con el objetivo de hacer de antena.

Un detalle bastante curioso de la zona inferior es que vemos serigrafiado «Designed by MunichDesignCenter», es decir, este ZTE Blade 7 ha sido diseñado en la sede de Munich de la marca, aquí en Europa. La verdad es que en líneas personales es un diseño que nos atrae bastante, ya que se trata de una línea de diseño que nos resulta familiar, pero que aún así se siente lo suficientemente original.

Esto no solo se aprecia en la parte trasera del terminal, sino también en su frontal. Su cristal 2.5D aporta mayor elegancia al conjunto, y a pesar de incluir botones capacitivos, solo el botón central se aprecia estando la retroiluminación apagada. Los otros dos botones se iluminan en forma de punto, aportando simetría al terminal.

Experiencia multimedia: Su punto fuerte

Junto al diseño, otro de sus puntos fuertes es la experiencia multimedia de este terminal, destacando principalmente la pantalla. Se trata de un panel IPS de 5.2 pulgadas con resolución fullHD, acompañado de un cristal con curvatura 2.5D en sus bordes. La experiencia de este panel es bastante buena si tenemos en cuenta la gama en la que se encuentra, con un buen nivel de brillo y contraste, además de unos colores bastante naturales.

El terminal incluye además en sus ajustes el modo Miravision, el cual nos permite cambiar el contraste, saturación, brillo de las imágenes, nitidez o temperatura de color. No solo tenemos un panel bastante decente, sino que además podemos personalizarlo a nuestro gusto, o bien optar por los ajustes predefinidos.

La experiencia auditiva también es bastante aceptable. En esta ocasión nos encontramos con un único altavoz ubicado en la zona inferior del terminal (aunque parezcan dos altavoces, solo cuatro de los ocho boquetes pertenecen al altavoz, perteneciendo los otros cuatro al micrófono). El sonido es claro, aunque si subimos el volumen al máximo se distorsiona un poco. La ubicación hace que sea fácil taparlo cuando lo sujetamos en horizontal.

Una cámara que cumple, pero no hace milagros

La fotografía en los smartphones es uno de los aspectos que más se suelen apreciar al realizar fotografías. Al igual que muchos teléfonos de su gama, el ZTE Blade V7 cuenta con un sensor de 13MP, acompañado de un flash LED de doble tono, unas especificaciones que no se alejan del resto de fabricantes en su gama.

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Como ya hemos mencionado más de una vez, más megapíxeles no significa una mejor calidad, y en el caso de este ZTE Blade V7 nos encontramos con una calidad bastante estándar para su gama. En buenas condiciones de luz haremos fotografías bastante decentes, mientras que en situaciones de poca luz veremos como la calidad decae, además de que debemos tener especial cuidado para que las fotos no acaben siendo borrosas.

Uno de los puntos más destacables de este ZTE es su autoenfoque, que es bastante más rápido que en otros terminales de su rango de precios, algo que sin duda ayuda a mejorar la experiencia fotográfica. Por otro lado, su cámara frontal de 5MP es mucho mejor de lo que parece, permitiéndonos tomar selfies de muy buena calidad.

En cuanto a la aplicación de cámara, se trata de una aplicación simple, con accesos directos. No encontramos un «modo manual», aunque podemos modificar bastantes parámetros desde los ajustes. También tenemos filtros para las fotos. No es ninguna locura.

Batería: Mejor de lo esperado

Una de las cosas que más miedo me daba de este terminal era su autonomía, y no es para menos, debido a que de poco sirve un smartphone excelente si nos deja tirados en mitad de la jornada. Hacer un terminal con buen diseño y escaso peso conlleva que tengamos que hacer algunos sacrificios, y en esta ocasión ha sido la batería donde parece que han hecho el tijeretazo.

A pesar de su escasa batería, la eficiencia de su procesador le da una autonomía mejor de la esperada.

Son 2.500mAh de batería, teniendo en cuenta que tenemos una pantalla de 5.2 pulgadas no parece una autonomía muy prometedora, aunque afortunadamente los resultados finales nos dicen todo lo contrario. El terminal aguanta unas 3 horas de uso intensivo (juegos) y entre 4~5 horas de uso común (YouTube, Redes Sociales, mensajería, navegación web, aplicaciones sencillas, etc), con un brillo de pantalla elevado (sobre el 80%).

El terminal no incluye ningún sistema de carga rápida, y su cargador de 1,5A dejará la batería completamente cargada en poco menos de dos horas, que se puede reducir con un cargador de mayor amperaje (por ejemplo, mi cargador habitual de 2A carga la batería al completo en hora y media).

Software y rendimiento: Android 6.0 limpio, aunque tampoco sorprende

La libertad de Android permite que cada fabricante pueda adaptar su software para diferenciarlo del resto. En ocasiones vemos cómo los fabricantes optan por añadir muchas funcionalidades que no siempre utilizamos y que acaban reduciendo el rendimiento del terminal. En el otro lado de la moneda nos encontramos con teléfonos que deciden optar por una experiencia más pura de Android, algo que suele traducirse en un mejor rendimiento.

El ZTE Blade V7 incluye Android 6.0 Marshmallow, la que hasta hace poco era la última versión oficial de Android, siendo la única personalización del terminal el launcher de ZTE, el cual podremos sustituir por Nova, el oficial de Google o el que más nos guste. Los añadidos que incluye el terminal son escasos, pudiendo modificar los parámetros de la pantalla,el valor de los botones táctiles, o programar el encendido y apagado, por lo que en este aspecto nada resta.

Si hablamos de rendimiento, la experiencia es un poco agridulce. La verdad es que no hemos tenido muchos problemas con el terminal, todo funciona a la perfección la mayoría del tiempo, pero existe un pequeño pero. A veces el terminal tiene un poco de lag en las transiciones, mientras que al cambiar de aplicaciones o abrir el teclado tarde medio segundo de más en abrirlo. Realmente no es un problema grave, ya que en ocasiones normales solo he tenido 2-3 tirones al día, que solo notarás si eres un usuario exigente.

Quizás lo que menos me guste del terminal es el tema de las aplicaciones preinstaladas. Si bien el terminal incluye una aplicación de radio FM, incluye aplicaciones extra, no pudiéndose desinstalar algunas como el Navegador, Swiftkey, Facebook o Instagram. Y ya sabéis lo que pensamos de Facebook.

Conclusiones: Buen terminal si buscas diseño y buena pantalla

Llega el momento de valorar el terminal y emitir un juicio. ¿Es bueno? ¿Merece la pena? ¿Me lo compro? Analicemos sus pros y sus contras:

Los puntos fuertes de este terminal son indudablemente su diseño metálico y la pantalla. Sé que en su gama existen otros terminales metálicos, pero eso no siempre es sinónimo de calidad. La construcción de este ZTE Blade V7 está un pasito por delante respecto a otros terminales de su gama, y su tamaño y peso no hacen más que mejorar la sensación. Su segundo punto fuerte es la pantalla. Un brillo que nos permite usar el terminal a la luz del sol sin problemas, y una definición en las líneas de la gama media. Si a ello le sumamos un cristal 2.5D y unos botones táctiles personalizables, nos encontramos con un conjunto bastante atractivo.

Por otro lado, los puntos negativos del terminal van más a lo pragmático. No tenemos NFC, no tenemos lector de huellas, el rendimiento sin ser malo, tampoco sorprende, y ni la cámara ni la batería enamoran.

¿Merece la pena? Si buscas un terminal de gama media estándar que tenga buen diseño, buena construcción y buena pantalla, es una de las mejores opciones en su precio, que ronda los 196 euros en tiendas como Amazon. Por el contrario, si el diseño no te importa y lo que buscas es un mejor rendimiento, creemos que existen mejores opciones.