Razones por las que no querrás (de momento) el USB Tipo C

Razones por las que no querrás (de momento) el USB Tipo C

Accesorios

Los problemas del USB Tipo C no se solucionarán pronto

Los problemas del USB tipo C están dificultando el despegue de un estándar que prometía mucho ¿A qué se debe que no tenga aceptación?

15 febrero, 2016 18:46

En el mundo de los smartphones, hemos podido ver que generación tras generación han ido evolucionado cada uno de los componentes de nuestro dispositivo. Uno de los que menos ha evolucionado en estos años se trata del puerto USB de nuestros teléfonos.

Este puerto de carga no ha cambiado un ápice desde que existe Android hasta el año pasado, año en el que irrumpió el USB tipo C. Este nuevo puerto llegaba para solucionar varias de las limitaciones de los micro USB que tenemos en nuestros smartphones, aunque parece tener dificultades para despegar.

Los problemas del USB tipo C para despegar

Como ya hemos mencionado, el conector USB tipo C no ha tenido el mejor de los comienzos. Es lógico pensar que esto se debe a que teniendo los cables USB tradicionales la causa sea una mera cuestión de capacidad, pero lo cierto es que va mucho más allá, y es un asunto que nos debería preocupar.

Son varios ya los cables USB tipo C que están dando problemas serios a sus usuarios. Desde cables que dejan de funcionar hasta otros que directamente son capaces de dañar seriamente nuestro dispositivo. Existen dos causas principales por los que esto está sucediendo.

Mal ensamblaje en los conectores mixtos

Este problema se da principalmente en cables cuyos puertos son distintos, como los que por un lado tienen un puerto USB tipo A (el conector USB rectangular de nuestros ordenadores) mientras que por el otro, la conexión es USB tipo C. El problema de estos puertos es que cada conector tiene su propia especificación.

El USB tipo C es capaz de transmitir mayor corriente y flujo de información, mientras que las capacidades del USB tipo A son mucho más limitadas. Por tanto, cuando un fabricante diseña un cable que haga uso de dos estándares distintos, deben ajustarse y limitar la potencia de los dos extremos hacia el extremo menos capaz. Con ello tenemos un cable que si bien no aporta ni altas cantidades de corriente ni transferencia, al menos es capaz de funcionar sin dañar los otros elementos.

Las especificaciones no están del todo claras para algunos fabricantes

Siguiendo la base del problema anterior, existe un problema con los cables que siguen el estándar USB tipo C en ambos extremos. A día de hoy no es muy frecuente, pero conforme pase el tiempo podría comenzar a ser un problema bastante serio. El estándar USB tipo C tiene una serie de especificaciones que debe cumplir, tanto de calidad como de estabilidad.

Nos estamos encontrando con un mercado complicado en el que si bien algunos fabricantes están cumpliendo con el estándar, algunos no están haciendo bien su trabajo, prefiriendo arriesgarse viendo «a ver que pasa», en lugar de seguir con todas y cada una de las especificaciones.

El complicado mercado de las certificaciones

A día de hoy, comprar un cable de USB tipo C puede llegar a ser un caos. Nuestra recomendación a la hora de adquirir un nuevo producto que puede dar problemas es el de ceñirse a ignorar a los fabricantes lowcost y tirar por los accesorios oficiales de los fabricantes, pero es que hoy en día ni de esta opción nos podemos fiar.

Hace ya un tiempo que un ingeniero de Google nos recomendó no comprar cables de la marca de OnePlus para nuestros dispositivos. Más allá de desprestigiar estos productos y promocionar los propios de Google, lo hizo con la buena intención de advertir que cables USB son recomendables y cuales no deberíamos comprar.

Actualmente, el tema de obtener una certificación para que nuestros cables parece ser un poco complicados, por los que los que cualquier fabricante  puede limitarse a colocar la pegatina y «jugarsela» a pasar por ese lento y costoso trámite. A día de hoy, el mercado de los cables USB tipo C es un caos, y aunque no todos los cables son dañinos, tenemos que estar alerta.

¿Es buena idea apostar por esta novedad?

Visto los peligros del USB tipo C es importante hacernos la siguiente pregunta ¿Deberíamos exigir conectividad USB tipo C a los fabricantes este año? Para muchos, la respuesta es evidente, y es que si un componente ofrece mejores características, debería reemplazar al antiguo (en este caso, el USB tipo C al micro USB), pero quizás deberíamos pararnos a pensar.

En los rumores del Samsung Galaxy S7 existen indicios que nos hacen pensar que posiblemente el nuevo buque insignia de los surcoreanos vaya a seguir apostando por el vetusto micro USB de toda la vida en lugar del moderno USB tipo C. ¿Es que se han vuelto locos?

Samsung es una compañía que no suele tener miedo de innovar productos que podríamos considerar como locuras, pero de vez en cuando también tienen sus dosis de coherencia. La compañía es consciente que entre sus clientes, son pocos los que reemplazan sus viejos cables por cables oficiales, existiendo la costumbre de adquirir cables de bajo coste (esto pasa con Samsung, con LG, con Xiaomi, y hasta en mi casa).

Apostar por un estándar que tiene un mercado tan caótico podría ser más problemático de lo que parece para Samsung.

Pueden tomarse la molestia de explicar que en sus modernos cables los usuarios no deberían considerar comprar cables de bajo coste, que la mayoría de los usuarios pensarán que lo dicen para venderles cables de un precio elevado. Algunos usuarios harán caso, pero otros tantos no, por lo que apostar por este nuevo estándar tan caótico podría ser una apuesta que acabaría saliendo muy caro a Samsung.

Por otro lado, tenemos el caso de otros fabricantes más pequeños que cada día crecen más y no tienen miedo. Apostar por un estándar que los grandes fabricantes aún siguen planteándose es algo que te da publicidad, y eso es algo que ya hemos visto en marcas como OnePlus y Zuk.

¿Creéis que es buena idea apostar tan rápido por el USB tipo C? ¿O por el contrario debería estabilizarse un poco la cosa antes?