Wearables, dispositivos corporales, accesorios para el día a día… aún no tenemos una traducción clara en español para los wearables, una palabra que poco a poco se ha ido introduciendo en nuestro vocabulario al mismo ritmo que más y más fabricantes han ido lanzando dispositivos de todo tipo. Los wearables han llegado para quedarse, y si en este 2014 se ha iniciado su expansión, todo apunta a que 2015 será su año.

Introducir una nueva categoría de producto no es fácil, pocos consiguen hacerse un hueco y muchos acaban siendo olvidados o siendo utilizados solo por los más techies. Sin embargo, introducir un factor «inteligente» a accesorios que ya teníamos es un punto interesante. Gafas, colgantes, pulseras, relojes, anillos… los wearables abarcan todo tipo de dispositivos, unos con aspecto más futurista que otros.

La lucha de los wearables por introducirse en nuestras vidas parece que tiene su primera parada en nuestras muñecas. Las pulseras inteligentes o smartbands y los smartwatches son los dos productos que más tirón tienen y los fabricantes han aprovechado para hacer sus apuestas en este mercado. Sony, LG, Samsung, Garmin, Polar… los hay de todo tipo, diseño y funcionalidades, pero todas quieren acompañarnos en nuestro día a día.

Ambos tipos de wearables han llegado prácticamente a la vez, aunque las pulseras inteligentes han sido mejor acogidas desde un principio. Generalmente tienen un menor precio y se han centrado, sobre todo, en la cuantificación de nuestras vidas. Contar pasos, calorías, distancias, medir la calidad del sueño o establecer objetivos, todo tipo de datos que las pulseras irán recogiendo sin que nosotros tengamos que intervenir.

Es por eso que el diseño también debe ser un factor a tener en cuenta. Llevar algo iluminado en tu muñeca no es lo más discreto, la verdad, y muchas veces si grosor no es el más cómodo, por eso opciones como las SmartBands SWR10 de Sony son tan interesantes. Smartbands sencillas, que se conectan al smartphone para avisar de notificaciones mediante leves vibraciones e, importante, personalizables en colores, para ir siempre en armonía con nuestra vestimenta, como un complemento de moda más.

Hace unas semanas hicimos un completo repaso a las pulseras inteligentes más interesantes del mercado y pudimos ver cómo el mercado se diferencia claramente en aquellas que se centran en el aspecto deportivo o fitness y las que recurren a opciones más avanzadas, aunque en estas últimas las baterías juegan un papel fundamental. Registrar actividades mientras se reciben notificaciones, llamadas y demás avisos en un continuo estrés que afecta a la autonomía, por eso fabricantes como Garmin o LG recurren a pantallas OLED o Sony, que se diferenció del resto introduciendo una pantalla de tinta electrónica en la SmartBand Talk.

La tinta electrónica es una gran ayuda, mejora enormemente la visibilidad en exteriores (fundamental en este caso, ya que podemos hablar durante las llamadas con ella) y reduce el consumo de batería, que como pudimos comprobar en nuestro análisis a fondo de la Talk, aguanta unos 4 días.

Los relojes inteligentes, el auge del smartwatch

Si seguimos metiendo tecnología en las pulseras y continuamos mejorando sus funciones, es irremediable aumentar  también el tamaño, entonces, ¿cuál es el salto lógico? los smartwatches. Los relojes inteligentes también tienen mucha historia, pero en este 2014 hemos visto como se han sentado las bases, más que necesarias, para el futuro. El principal «culpable» o impulsor es/será Android Wear.

Una plataforma común, a la que cualquier fabricante pueda recurrir para poder centrarse en mejorar los apartados de hardware y diseño, dejando el software «atado» y asegurándose una gran compatibilidad con multitud de dispositivos y, ante todo, teniendo una comunidad de desarrollo detrás. Esto último también lo agradecen los desarrolladores, que no tienen que ir adaptando sus aplicaciones a cada sistema wearable y al final los beneficiados también somos los usuarios.

La primera remesa de relojes con Android Wear nos ha dejado un gran sabor de boca, desde los primeros LG G Watch y Samsung Gear Live vistos en el Google I/O, pasando por los modelos con pantalla circular G Watch R y Moto 360, cristales curvados (como Asus Zenwatch) o el Sony SmartWatch 3, el primero con módulo GPS perfecto para actividades deportivas.

En su interior, Android Wear, mismas funciones a priori para todos, salvo alguna personalización de cada fabricante. Un accesorio para controlar tu smartphone desde la muñeca, ver notificaciones y evitar sacar el teléfono, pero no se quedará ahí. Google todavía tiene mucho que decir, Wear tienen un enorme potencial y el margen de mejora es muy grande.

En las últimas semanas, tras la llegada de Android 5.0 Lollipop, Android Wear también ha tenido su dosis de actualización, alcanzando igualmente la versión 5.0.1. Como grandes novedades: la nueva API de watchfaces que abre un nuevo mundo de pesonalización y, en el update anterior, el soporte de música offline y la compatibilidad con aquellos smartwatches con sensor GPS.

Esto último es un paso muy importante ya que una de las mayores críticas que se hace a los relojes inteligentes actualmente es su gran dependencia de los teléfonos. Como corredor, con un SmartWatch 3 y la última versión de Android Wear podría salir a entrenar, registrando todos los datos de velocidad, ritmos y ruta, mientras escucho la música descargada en el reloj a través de auriculares Bluetooth, todo sin llevar el smartphone ni más accesorios.

SmartBands, SmartWatches y viceversa

Dos tipos de wearables, ambos para ocupar un lugar en nuestra muñeca. Por un lado, las pulseras y su inclinación hacia el mundo del fitness y la cuantificación, aunque sin dejar de lado su parte smart ofreciéndonos notificaciones e incluso la posibilidad de hablar desde ellas. Por otro, los relojes inteligentes, con gran futuro y con potencial para ser capaces de mejorar nuestra productividad.

Y tú, ¿con qué te quedas?, ¿cuáles son tus modelos favoritos?, ¿caerá uno esta Navidad?.