HTC Desire 510: análisis y experiencia de uso

HTC Desire 510: análisis y experiencia de uso

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HTC Desire 510: análisis y experiencia de uso

30 septiembre, 2014 12:39

Los fabricantes no sólo comen de la gama alta: la gama media y la gama baja siguen estando ahí, y tienen muchísimo potencial en realidad, sólo tenemos que ver éxitos como los que cosechan Motorola y bq mes tras mes. HTC no quiere renunciar a esa pieza del pastel, y por ello han apostado en la gama baja con un dispositivo que venía a dar las líneas de diseño de los taiwaneses hasta a los bolsillos más discretos.

Sí, estoy hablando del HTC Desire 510: en El Androide Libre hemos podido probarlo durante un tiempo, y aquí os contamos todas nuestras impresiones y nuestro análisis sobre el dispositivo. Y, al tratarse de un dispositivo que anda tras la línea del Desire 610 y del Desire 816 que mi compañero Manuel Block ya ha descrito en su momento, voy a hacer el análisis bajo las mismas premisas. ¡Comenzamos!

Características técnicas

Estamos hablando de un terminal económico, así que no podemos pedir demasiado en las especificaciones técnicas, y más teniendo en cuenta el precio con el que podemos encontrarlo (ya os lo adelanto de primeras: podemos encontrarlo a 217€ en sitios como Amazon). Tenemos como puntos fuertes la fluidez del sistema y los acabados finales, aspectos que me han sorprendido bastante para bien, mientras que otros como la pantalla son mucho más flojos de lo que podrían ser en realidad.

Las especificaciones técnicas son las siguientes, para ser exactos:

  • Pantalla 4,7″ FWVGA (854×480 píxeles)
  • Snapdragon 410 QuadCore a 1,2GHz
  • 1GB de RAM
  • 2100mAh
  • Cámara trasera de 5MP
  • Cámara delantera VGA
  • Android 4.4 KitKat (Blinkfeed)
  • 8GB almacenamiento ampliables mediante tarjeta microSD
  • 139,9 x 69,8 x 9,99 mm
  • LTE Cat 4

Sin embargo, el HTC Desire 510 no se centra en la batalla de conseguir tener el mayor músculo, algo que podréis ver a lo largo de todo el análisis.

Diseño

En este apartado, me toca hablar un poco igual que mi compañero: es un terminal hecho en plástico por completo, dejando a un lado los bordes de cristal que tiene y en los que destaca la gran franja negra con el logo de HTC (no parecen haber querido mejorar mucho en ese sentido, lo cual es una pena) En la parte frontal nos encontramos con un altavoz interno, un micrófono, una cámara y dos sensores, mientras que en la parte trasera nos encontramos con la serigrafía de HTC en un color más claro, la cámara y el único altavoz del conjunto.

Tendremos que irnos hacia el lateral derecho para encontrarnos los botones de volumen, arriba tendremos el botón de bloqueo junto a un jack de 3.5mm, y en la parte inferior podremos dar con el conector microUSB. La verdad es que no me convence la posición superior del botón de bloqueo, dado que es más fácil activar la pantalla mientras lo metemos en el bolsillo (por ejemplo), aunque depende de los gustos de cada uno. Por último, tendremos que quitar la carcasa que cubre toda la parte posterior para acceder a la batería extraíble, al slot para tarjetas microSD y al slot para tarjetas microSIM

Respecto al diseño y acabado en general, la verdad es que me ha sorprendido: para mi han sabido mantener la delgada línea entre materiales baratos (plástico) y un acabado que parece sólido, aunque no me termina de gustar demasiado que la parte posterior tenga un punto gomoso. Con sus 4.7 pulgadas se hace bastante cómodo de sujetar con una mano, y no tendremos problemas para pulsar en ninguna parte de la pantalla.

Pantalla

La pantalla me ha decepcionado, vamos a ser sinceros: es el punto más flojo del conjunto, no llega a los 720p cuando la competencia ya se ha establecido en ese segmento de pantallas. Si estamos acostumbrados a resoluciones superiores, vamos a notarlo sí o sí. El tamaño de 4.7 pulgadas se hace bastante cómodo de utilizar, aunque lo veremos un poco reducido si tenemos en cuenta que utiliza barra de navegación.

Respecto a colores y saturación, nos encontramos con una pantalla equilibrada, muy en la línea de HTC, pero la resolución tan baja y la pobre densidad de píxeles del conjunto (son 854×480 píxeles, para ser exactos) hace que baje muchos puntos, algo que es una verdadera pena.

Software

Antes de explicar qué me ha parecido este apartado que me ha dado sorpresas, os comento: nos encontramos con un dispositivo que lleva Android 4.4.3 KitKat de fábrica, al que se le suma HTC Sense 6.0 con BlinkFeed. Además de la capa de personalización que cubre por completo KitKat, nos podemos encontrar unas cuantas aplicaciones extra, además de detalles como 50GB de almacenamiento en Google Drive durante dos años.

Volviendo a mis experiencias con el dispositivo, he de decir que me ha sorprendido bastante el Desire 510: Sense no ralentiza el teléfono, la experiencia que se lleva uno del dispositivo es bastante correcta y satisfactoria. En este caso el rendimiento es bastante comparable al de Android AOSP sin aditivos, todo un mérito a la optimización que HTC ha hecho con este dispositivo.

Respecto a Sense, no tiene nada que no hayamos visto ya en otros dispositivos HTC con Sense 6.0: accesos directos a los servicios de HTC, HTC Zoe como red social de vídeos y fotografías, modo niños que los padres agradecerán para que los más pequeños de la casa no hagan de las suyas, modo coche para facilitarnos el uso durante la conducción…

En resumen, me ha gustado bastante el trabajo de optimización que se ha hecho con HTC Sense, haciendo que no se reduzca el rendimiento en comparación a Android sin aditivos. Toda una mención en ese aspecto a la Desire 510, un Sense que hace olvidar trabajos bastante dudosos del pasado.

Rendimiento

Personalmente, de los benchmark no me fio lo más mínimo, pero muchos los tienen por verdadera diferencia para medir los resultados brutos de las especificaciones, así que toca daros unos cuantos resultados hechos en caliente:

  • AnTuTu Benchmark: 19280 (por debajo del Nexus 4)
  • 3DMark (Ice Storm): 5381

Tenéis las gráficas y demás en las capturas, podéis juzgar por vosotros mismos. Además también os dejamos con las capturas de CPU-Z, para los que quieran todos los datos técnicos de la Desire 510.

Cámara

En el apartado de la cámara, nos encontramos con una cámara que está muy en la media (cámara trasera de 5MP y delantera VGA). Los resultados son normales en general, una cámara que podrá sacarnos del apuro y que no cuenta con grandes pretensiones en ese sentido. Aunque merece la pena destacar que el obturador tiene un lag casi inexistente, la fotografía se toma nada más pulsemos el botón en pantalla o los de volumen (algo que podemos configurar a nuestro gusto). Eso sí, de noche no os recomendaría intentarlo, menos sin flash…

Sin embargo, Sense se merece otra distinción aquí: la aplicación de cámara nos deja controlar factores como el ISO, el balance de blancos… y además cuenta con modos dedicados a situaciones, HDR y asistencia para fotos panorámicas. Aunque detalles como que dependa del autoenfoque y no tenga enfoque manual me parecen un error bastante grave (y es cosa de hardware, con una aplicación como la cámara de Google tampoco lo solucionaremos). Y, en el apartado del hardware, toca avisar de que no cuenta con flash: no tendremos una luz de apoyo en esas tomas nocturnas o sin luz, algo poco justificable en este 2014.

Aquí os dejo con una buena muestra de fotos tomadas con la cámara. Las fotos no tienen edición alguna y han salido de la cámara tal cual:

Batería

Llegamos a la batería, ese aspecto crítico del que dependemos para terminar llegando con un teléfono o con un pisapapeles en el bolsillo. Nos encontramos con una batería de 2100mAh, un Snapdragon 410 y con una pantalla de baja resolución si lo comparamos a sus rivales, así que no tenemos entre manos un conjunto demasiado glotón.

Eso se termina notando cuando lo usamos: con un uso medio no vamos a tener ningún problema para llegar al final del día con carga, e incluso me atrevería a decir que podría aguantar un uso intensivo durante no muy largos periodos de tiempo. En ese sentido el dispositivo se comporta, así que no nos encontraremos con un pisapapeles al llegar a la mitad del día.

Además, y como ya nos venimos encontrando en Sense, nos encontramos con un sistema de ahorro de energía (conservar uso de CPU, reducir brillo de pantalla, desactivar vibración y desactivar datos con pantalla apagada) activado bajo demanda que se combina con un modo de ahorro de energía extremo (permite que sólo se usen cuatro aplicaciones básicas, reduce el brillo, desactiva la vibración, desactiva los datos con pantalla apagada, apaga muchas de las conexiones activas y desactivas las notificaciones) cuando el porcentaje de batería baja de un por ciento que nosotros marcamos.

Sonido

Por último, terminamos con el apartado del sonido, un apartado que, a diferencia de otros HTC que cuentan con tecnologías dedicadas en ese aspecto, se ha dejado en un segundo plano. El altavoz se encuentra en la media, dando un sonido alto que distorsiona un poco si lo utilizamos en su volumen máximo. Algo normal en un altavoz de teléfono, en resumidas cuentas.

Sin embargo, lo que sí he notado con mis auriculares habituales (unos Sony MDR-EX50), es que al sonido le falta mucho bajo si lo comparamos a una escucha con otro dispositivo móvil o con un ordenador (utilizando .mp3 de 320kbps generados a partir de FLAC y .flac directo). Además el jack de 3.5mm se encuentra un tanto expuesto, así que es habitual no introducir la clavija entera o que se salga en ocasiones.

Resumen y conclusiones

En resumen, estamos hablando de un dispositivo para la gama de entrada más que correcto: cumple con sus funciones perfectamente, aunque tenga puntos muy mejorables como pueden ser la pantalla, pero cosas como la fluidez con la que cuenta Sense lo hacen un muy buen teléfono para introducirse en el ecosistema Android. Quizás el factor del precio sea lo que menos le ayuda, en realidad: podemos encontrarlo en Amazon por unos 200€, lo cual hace que no salga tan bien parado ante rivales como el Moto G (2014) que cuentan con mejores especificaciones y un precio más contenido.