En estos días que nos encontramos en casa es habitual encontrar nuevas formas para pasar el rato, siendo las aplicaciones de entretenimiento y juegos las más socorridas a la hora de pasar un buen rato. Hoy hablaremos de una aplicación para niños que es genial

Sin embargo, esta situación es también una oportunidad para aprovechar tu tiempo en aprender cosas nuevas. ¿Y por qué no aprender a programar? ¿Sabías que Google tiene una aplicación con la que hasta un niño podría aprender a programar?

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Que exista una aplicación con una barrera de entrada tan asequible nos plantea muchas posibilidades. Podemos instalarla y probar, instalarla a los más pequeños de la casa para que aprendan programación, o incluso mejor: que niños y mayores pasen tiempo juntos aprendiendo a hacer una actividad como es la programación.

Grasshopper: la aplicación para niños de Google para aprender a programar

Grasshopper es una aplicación con un propósito muy sencillo, que cualquiera pueda aprender a programar. Esto lo consigue eliminando las barreras que hacen que programar sea complicado y tedioso, como reduciendo el uso del código a funciones predefinidas y representando las funciones de forma muy visual y colorida, ofreciendo resultados al instante.

El diseño hace que sea muy ameno, y es que desde la primera prueba ya comenzamos a jugar y experimentar, pulsando en los bloques y comprobando los resultados, como si de un juego de puzzles se tratase. Pero mientras jugamos estaremos aprendiendo Javascript, un lenguaje de programación real y muy extendido en el mundo real.

Como es de esperar, los primeros juegos son de una gran sencillez, y conforme vamos avanzando aprenderemos nuevos conceptos más avanzados y complejos de forma progresiva, como en cualquier otro videojuego.

Grasshopper tiene además varios incentivos para que sintamos progreso, como contadores de logros y la posibilidad de personalizar nuestro saltamontes con elementos cosméticos que conseguiremos según avancemos en los niveles.

Grasshopper es una aplicación completamente gratuita, cuyo único inconveniente es el lenguaje inglés. No obstante, esta desventaja puede convertirse en una virtud, sirviendo de forma paralela para mejorar el idioma mientras aprendemos a programar.