Las relaciones sociales tienen unas normas y etiquetas de conducta que si bien cambian de país a país o entre culturas, son aceptadas por todos, al menos de forma genérica. Las aplicaciones de mensajería instantánea no son más que una forma de relacionarnos, y también se requiere cumplir ciertas normas.

Es por eso que WhatsApp ha querido explicar cuales son los comportamientos que pueden ocasionar que nos suspendan la cuenta del servicio, baneándola temporal o permanentemente.

No quiere esto decir que si incumplimos una de estas normas, vayamos a vernos bloqueados del servicio, pero sí que si las incumplimos reiteradamente puede que un día vayamos a usar nuestro perfil, y no esté.

Cómo evitar que nos baneen de WhatsApp

No envíes SPAM ni uses marcado automático

WhatsApp no permite el reenvío mecánico de grandes cantidades de información, ni el uso de herramientas de marcación automática para mensajes o para llamadas.

Nunca uses números de contacto de fuentes ilícitas

La empresa no permite que contactemos con gente cuyo teléfono hemos obtenido comprando los datos en el mercado. Tampoco podemos agregarlos a grupos.

Ojo con las listas de difusión

Cuando enviamos un mensaje mediante una lista de difusión sólo lo recibirán esas personas que tienen nuestro móvil en su agenda. Pese a eso, si la usamos mucho y nos reportan la cuenta, WhatsApp podría banerarla.

No violes las condiciones de servicio

Esta es la más importante. Las condiciones de servicio de la aplicación prohíben expresamente insultar, amenazar o coaccionar a nadie mediante el envío de mensajes. Cualquier acción de este tipo que sea reportada conllevará la eliminación de la cuenta.

Cómo usar WhatsApp de forma responsable

Además de esas normas, la empresa ha dado algunos consejos que si bien no son obligatorios, sí que es buena idea que sigamos.

No uses cuentas ajenas

La idea original de WhatsApp se basa en la privacidad. Cada persona puede tener una o varias cuentas pero cada uno es responsable de lo que se hace con su cuenta. Por un lado esto nos obliga a tener cuidado de qué decimos, por otro, a no usar las cuentas de los demás.

No contactes sin autorización

El poder hablarle a cualquier persona simplemente teniendo su número de teléfono no quiere decir que este bien. Lo ideal es avisar a esa persona de que quieres hablar con ella y, si directamente abres un chat, ser educado y mostrar respeto.

El mejor ejemplo de incumplimiento de esta norma es cuando un trabajador usa su puesto para contactar con un cliente de forma privada por otro motivo diferente. Por ejemplo, los repartidores que intentan ligar con las personas a las que les llevan paquetes.

No agregues a la gente de un grupo sólo porque ves su teléfono

Una escisión de la norma anterior se da cuando nos agregan a un grupo genérico en el que hay gente que no conocemos. Esto hace que podamos ver sus números de teléfono y hablarles. No debemos hacerlo sin antes pedirles permiso.

No reenvíes mensajes sin pensar

WhatsApp es una herramienta poderosa. Mucha gente se informa con ella y cree casi todo lo que le mandan. No la uses para difundir información falsa y piensa si eso que quiere reenviar a otra persona de verdad merece la pena.