Ayer Samsung desveló al mundo el prototipo de su primer móvil flexible. Analizamos el contexto, sentido, situación y futuro de este tipo de dispositivos. ¿Es realmente disruptivo o terminará pasando sin pena ni gloria en el mercado?

El prototipo plegable de Samsung luce alucinante

Ayer comenzó la conferencia anual de desarrolladores de Samsung, un evento donde la compañía se jugaba mucho. Por fin conocimos el futuro de Bixby, la inteligencia artificial de Samsung que llevaba casi dos años sin levantar ningún tipo de sentimiento. También conocimos la nueva interfaz de Samsung One UI, la cual sustituirá a Samsung Experience en Android 9 Pie, una versión que recibirán, de momento, los Samsung Galaxy S9, S9+ y Note 9 en enero.

El plato fuerte era el móvil plegable que se convierte en tablet. No es un asunto trivial, ya que sabemos que Samsung lleva mucho tiempo trabajando en este dispositivo. Para Samsung es importante, ya que en la última junta de accionistas mencionaron al móvil plegable junto al 5G como sus dos grandes esperanzas para obtener más beneficios en 2019.

Y de repente mostraron su dispositivo. ¿Recuerdas el móvil que presentaron la semana pasada que presumía ser el primer móvil flexible del mundo? Samsung ha demostrado con creces que no quieren vender un prototipo cutre, y mostraron un dispositivo, que al margen de su grosor, es espectacular.

No es el hecho de acoplar una pantalla que se pueda doblar, sino el conjunto global. Es que incluso el propio software parece haber sido diseñado a consciencia. Es un prototipo, pero un prototipo muy maduro.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

En el propio evento, Samsung explicó su compromiso como fabricante de pantallas. Fueron los primeros en apostar por la tecnología AMOLED, los primeros en apostar por formatos grandes de pantalla, y los primeros en integrar un panel curvo en sus móviles.

No es como si de ayer para hoy Samsung haya querido hacer una locura e invertir su I+D en un producto sin propósito. Años de experiencia con pantallas AMOLED avalan que desde el momento que descubrieron las posibilidades de esta tecnología, veían un futuro en ella.

En la propia presentación comentaron la necesidad de tener cada vez más pantalla, es algo que la industria lleva persiguiendo durante años. Una vez alcanzado el máximo frontal posible, estaba claro que para conseguir más pantalla en un formato transportable era necesario dar un paso de gigante.

¿Qué tipo de sentido tiene este móvil? ¿Es realmente el futuro?

Hace una semana escribía sobre las pantallas flexibles, bajo el titular de que eran una nueva moda irrelevante y cara. Aquello era un análisis personal de la situación y mi opinión personal. Incluso si a nivel personal me encanta el prototipo que mostraron ayer, sigo sin creer que sea un producto que el mercado de masas vaya a acoger con la facilidad que crean los analistas de Samsung. Aún es pronto para saber eso, ya que ni siquiera conocemos las estimaciones de ventas del primer producto comercial, y debatir sobre ello ahora mismo no tiene sentido.

Dejemos las opiniones personales y vayamos al análisis de la situación. Un móvil plegable como el que ha presentado Samsung tiene importancia, sentido y repercusión, pero hay que analizar las razones detrás del producto.

El beneficio de tener una tablet en tu bolsillo

Algo que ha llamado mucho la atención de este dispositivo no es que utilice una pantalla, sino que son dos las pantallas del prototipo mostrado por Samsung. La que es una tablet queda plegada a nivel interno, mientras que una segunda pantalla en la parte trasera será la que actúe como pantalla de smartphone cuando la principal esté plegada.

La pantalla pequeñita y secundaria no parece muy atractiva. Parece que el propósito de Samsung con esta pantalla es que sea utilizada para casos puntuales. Responder un WhatsApp, echar una vista rápida a los correos, como control multimedia para la música o cualquier tarea que no requiera más de un minuto.

Para reproducir contenidos, jugar videojuegos, navegar por Internet, Samsung cree que la pantalla interna de tablet es mejor, superior. Tenemos algunas dudas sobre que pueda entorpecer la experiencia de uso, pero si las analizamos tampoco son tan terribles.

• Tienes que utilizarla a dos manos, pero es que cualquier phablet hoy en día necesitas utilizarlo a dos manos también.
• Cada vez que quieras usarlo en modo tablet, debes desplegarlo, pero a fin de cuentas, cada vez que quieres usar la tablet tienes que hacer el mismo ejercicio de despliegue con la funda.
• La durabilidad de la parte plegable es quizás la mayor incógnita de este producto. Será caro, y querremos que dure. Samsung aún no ha especificado su vida útil.

Si atendemos a sus especificaciones, esta tablet de Samsung es muy parecida en tamaño a un iPad Mini que se puede guardar en el bolsillo. Para muchos, el iPad Mini es un producto que no tiene sentido de existencia en la línea de Apple, pero del mismo modo sigue siendo un producto muy querido como tablet cómoda por su gran pantalla, pero compacta para llevar de viaje. Este dispositivo de Samsung no es una vuelta de hoja a los móviles, sino una revolución de las tablets compactas.

O el ordenador definitivo

Justo ayer recordábamos uno de los teclados más chulos que Microsoft ha creado en el mercado. Se trata de un teclado que es capaz de plegarse, de forma similar al nuevo dispositivo presentado por Samsung. Si este dispositivo ya era un poco grueso, añadirle una funda podría parecer incluso una locura digna del mayor ingeniero de papiroflexia del mundo.

No obstante, este tipo de locuras tiene sentido. Una pantalla de dicho tamaño es lo suficientemente grande como para poder responder correos, redactar pequeños escritos o trabajar con hojas de cálculo en cualquier lugar. Con esta funda podría ser un ordenador de bolsillo, literalmente.

Aquí encaja otro componente clave de Samsung en la experiencia, y es Samsung DeX. Si no lo conoces, se trata de una característica que Samsung incluye en su gama alta desde el S8, y es capaz de dar vida a un ordenador de escritorio con Android.

Samsung no solo permite usar DeX en un móvil conectado a un monitor, sino también en tablets como la Tab S4. Quizás en una pantalla de poco más de 7 pulgadas no parezca tener sentido una interfaz de ventanas (ya de por sí, es tamaño suficiente para una única pantalla), pero no olvidemos que este móvil no debería tener ningún tipo de problema para conectarse a un monitor y funcionar como ordenador.

Este dispositivo puede ser móvil, tablet y ordenador. Tiene capacidad para ser tu único dispositivo.

Google está comprometido al 100 %, ¿y los desarrolladores?

Quizás la anécdota más divertida que vimos ayer vino regalada por la propia Google. De forma paralela al evento de Samsung, Google estaba celebrando un evento para desarrolladores Android, donde terminó reventando la primicia a Samsung. Ambas compañías han colaborado para hacer que Android sea un sistema compatible con pantallas flexibles. Y quizás esto sea lo más importante.

Decimos que es importante porque la mayoría de innovaciones de Samsung han llegado siempre por parte de la propia Samsung, sin esperar a que Android tuviese esas características de forma nativa. El mejor ejemplo es la multiventana, característica que lleva años existiendo en la gama Note y Google no ha terminado implementando hasta el año pasado.

El apoyo de Google a las pantallas flexibles es tan importante como el de la propia Samsung.

Cuando un fabricante implementa una nueva tecnología, incluso si se trata de Samsung, surgen las dudas. «Sí, es muy guay, pero al no ser un estándar tendrá poco apoyo por parte de los desarrolladores».

Aquí es donde empieza el trabajo de verdad en la implantación de un sistema preparado para las ventanas flexibles. No debemos olvidar que quienes darán vida a este tipo de producto serán los desarrolladores de aplicaciones. Sin aplicaciones optimizadas para dos formatos de pantalla distintos ni siquiera tendríamos para empezar. Y que cuente con el beneplácito de Google es una garantía para los desarrolladores.

¿Todo el mundo tendrá móviles flexibles?

Tras reflexionar sobre todos los aspectos de importancia de este nuevo dispositivo, quizás toca volver a hacerse la pregunta. ¿Es la propuesta de Samsung el futuro de los smartphones?

– No.

¿Es posible que me colase al tacharlos de una moda cara e irrelevante?

– Es posible que exagerase un poco al tacharlo de irrelevante.

Que no sea el futuro de los smartphones no significa que sea irrelevante o innecesario. La razón por la que creemos que no es el futuro de los smartphones es tan simple como que el futuro no sigue una única línea o tendencia. Cada persona tiene gustos y necesidades distintas, así como mayor o menor solvencia económica para adquirir lo que desean.

Al igual que el Galaxy Note no era para todo el mundo, abrió las puertas a tecnologías que hoy todos disfrutamos.

Seguirán existiendo móviles básicos durante muchos años. Principalmente porque esta tecnología no llegará a un precio que el público masivo esté dispuesto a pagar, y en segundo lugar, porque no todo el mundo quiere una tablet en su vida, o los compromisos que nos puedan ir mostrando estos dispositivos cuando lleguen al mercado.

¿Tendrá Samsung algún rival en este sector? Aquí ya depende de las circunstancias, ya que esperamos que muchos otros grandes fabricantes terminen virando hacia el mercado de las pantallas flexibles. Samsung ha tomado la delantera, y si es un mercado de nicho probablemente termine ocurriendo como en la gama Note, donde lidera en solitario. Si existe una demanda y público para que haya competencia, la habrá. Estamos seguros.