Los terminales móviles cada vez son más potentes y las prestaciones que hoy vemos en un terminal barato hace unos años ni siquiera eran viables en el mejor de los smartphones.

Sin embargo el catálogo actual es tan amplio que es posible elegir entre muchas configuraciones. Demasiadas configuraciones quizás.

En los últimos días he estado probando un terminal de gama baja de Xiaomi. Se trata del Xiaomi Redmi Note 5A, un smartphone con unas prestaciones realmente justas. Ojo, ,hablamos de la versión más económica, no la Prime. Y la diferencia es sustancial ya que no comparten ni procesador, ni RAM ni ROM.

La vida con 16 GB de memoria interna

Este es posiblemente el punto más critico. La restauración de los datos de un móvil anterior ha ocupado casi la totalidad del almacenamiento interno. De hecho no he podido restaurar la copia de seguridad de WhatsApp, que era de casi 2 GB.

No es que sirviera de mucho pero era algo que había hecho siempre que empezaba a probar un nuevo móvil.

A la hora de instalar nuevas aplicaciones he tenido que mirar con cuidado el espacio disponible e incluso borrar algunas apps.

Sin embargo podría haber hecho uso de la ranura para microSD, que en este modelo ni siquiera elimina la opción de tener dos SIMs simultáneas, dado que tiene tres espacios en la misma bandeja.

¿Es aconsejable optar por 16 GB? Obviamente no si podemos evitarlo pero si sabemos gestionar la caché (y la aplicación de seguridad de Xiaomi ayuda) es posible.

Un procesador de cuatro núcleos

Siempre decimos que la cantidad de núcleos de un procesador no es relevante, y en parte es cierto. Pero si eso se suma a una frecuencia de reloj baja la experiencia empeora.

He podido jugar bien a propuestas como HearthStone e incluso usar apps exigentes como Instagram o Inbox pero es verdad que la velocidad de apertura de las aplicaciones es notoriamente lenta y aunque no desespero por ello noto la diferencia no ya con móviles de gama alta sino con procesadores algo más actuales.

El Snapdragon 425 sigue resultando asequible, pero si es posible deberemos optar por el 435 o superior.

2 GB de memoria RAM

La última cifra crítica la da la memoria RAM. Nos hemos acostumbrado a que los móviles tengan, al menos 3 Gb, y la verdad es que se nota.

MIUI es una versión de Android ultraoptimizada y extrañamente su velocidad de ejecución es rápida. En este modelo no he tenido ni una sola queja pero a la hora de usar la multitarea sí que hay cierto lag y algún tirón.

Aplicaciones como Google Maps, que son bastante exigentes, van regular al inicio aunque tras unos segundos usándola funciona de manera correcta.

¿Por qué elegir esta configuración?

Cuando compramos un móvil muchos miran el precio como algo secundario. Entre optar por este modelo por unos 120 euros y el mejor Prime por 160 obviamente compensa más el segundo.

Pero que compense no quiere decir que todo el mundo pueda, o quiera, pagar un 33% más de precio para optar a la segunda variante. Si es una posibilidad obviamente es lo mejor, pero si no hay que conformarse.

Usar este móvil en el día a día es sin duda una experiencia diferente a la que tienen la mayoría de lectores y usuarios amantes de la tecnología pero quizás es más cercana a la que tiene mucha gente alejada del mundo más geek..

¿Qué opináis vosotros?