Normalmente los fabricantes de smartphones venden sus dispositivos en dos variantes: sólo el teléfono en cuestión y packs de accesorios por medio de ofertas especiales en las que incluyen componentes adicionales para darles reconocimiento y aumentar sus ventas.

Y en el mercado de Android tenemos varios ejemplos que confirman que la estrategia funciona. Ya lo hizo Samsung con sus gafas de realidad virtual, las Gear VR con la reserva del Galaxy S7, y actualmente Huawei pretende exactamente lo mismo regalando un Huawei Watch 2 con la reserva de su nuevo Huawei P10. Y es extraño, pues si nos fijamos en otros fabricantes es una práctica bastante poco común y entendible, puesto que puede salir bien o mal y es un riesgo, aunque plantea una pregunta. ¿Están desaprovechando una oportunidad?

Hacer visible lo invisible

Normalmente esta estrategia se usa para dar visibilidad a productos más secundarios que de otra manera no tendrían tanto peso, aparte de aportar una serie de ventajas adicionales de cara al usuario. Algunos ejemplos son como los módulos de Lenovo en Estados Unidos, que puedes probarlos de una forma más directa gracias a sus promociones, o experimentar por primera vez con Android Wear en el caso de Huawei. Y en el caso de que no te guste nada de lo que te ofrezcan, siempre puedes vender el accesorio por un dinero extra que recuperas de la inversión inicial, y si es un pack reciente no te costará mucho buscar a un comprador.

Por mucho que gaste, el comprador siempre verá beneficio, le guste el producto o no

Y hay otro tipo de ofertas que se suelen hacer, pero de carácter temporal. Cuando OnePlus sacó la tercera generación de su buque insignia, el OnePlus 3 regalaba unas gafas de realidad virtual para todos aquellos que hubieran reservado el smartphone mediante la presentación que se hizo en realidad virtual. 

No se puede decir que «rompieran la pana» precisamente, pero demostraron que estaban abiertos en este campo, lo que generó hype y dio a conocer la marca. Te llevas unas gafas que si no vas a usar, puedes vender como producto exclusivo y que es difícil de encontrar.

¿Están desaprovechando una oportunidad?

Bueno, esta pregunta tiene una doble respuesta muy sencilla: sí, y no. Por una parte, estos ejemplos han salido bien, puesto que las reservas del Galaxy S7 Edge fueron prósperas y sirvieron para marcar el camino de la empresa respecto a la realidad virtual con sus Gear VR y su Galaxy S8. y Huawei pretende darle peso a su división de smartwaches que tampoco es que esté pasando su mejor momento.

Pero por otra, esa empresa no deja de estar ofreciendo un producto usualmente caro por un precio bastante menor al normal por lo que si la jugada les sale mal, no sólo van a perder dinero por la parte del móvil que venden, sino que la perderán por el otro producto en cuestión, corriendo el riesgo incluso de que la publicidad de este último quede en entredicho.

Quizás los grandes fabricantes debieran buscar nuevas formas de exprimir este recurso, puesto que si dan en la tecla correcta pueden incluso revolucionar el panorama actual dándoles un beneficio bastante poco frecuente hoy en día. Además, esto serviría para potenciar distintos sectores de la innovación tecnológica, puesto que proyectos muy interesantes como los smartwatches y las tablets no terminan de despegar y a día de hoy es bastante poco rentable hacerse con uno de estos productos sin asumir el riesgo de que acabes teniendo un caro dispositivo que quede obsoleto al cabo del tiempo.

¡Dad el paso, que no cuesta nada!