Quizá cuesta recordarlo, pero hubo una época en la que vivíamos sin Whatsapp, sin Facebook y sin Twitter. Era la época de los SMS y de las cámaras digitales compactas. Una época en la que no vivíamos en una conexión tan permanente como ahora, y que para ver el correo podíamos esperar varias horas e incluso días.

En aquella época el nombre «Messenger» no estaba asociado a Facebook como ahora, sino a Microsoft. Su MSN Messenger se convirtió para una generación entera en «el Messenger». Era todo un ritual, encender el ordenador y abrirlo, ver como aquellas dos figuritas que tenía por logo bailaban hasta que te conectabas.

MSN Messenger, el rey de la mensajería asesinado por Whatsapp

Una época en la que dar tu dirección @hotmail.com era todo un signo de amistad, en la que había que esperar a que la otra persona se conectase para poder escribirle, una época en la que chatear desde el trabajo era un poco más complicado que hoy en día.

Hubo una época en la que parecía imposible comprar un ordenador y que el Messenger no fuese uno de los tres o cuatro primeros programas que instalabas. Pero llegaron primero Facebook y luego Whatsapp, y el Messenger quedó barrido del mapa.

Curiosamente, lo más probable es que los creadores de Whatsapp no tuvieran el MSN en mente cuando crearon su aplicación de mensajería instantánea, sino que quisieran replicar la forma de uso del SMS. Sin embargo, la gente comenzó a usar Whatsapp de forma similar a la que usaban el chat de Microsoft.

Cuando todos queríamos clientes para MSN Messenger

Pero entre el boom de los smartphones y la muerte del MSN Messenger hubo un lapso de tiempo en la que todos queríamos tener el dichoso chat en nuestro smartphone, y Microsoft no acababa de lanzar una versión para Android. Y entonces fructificaron los clientes de Messenger para Android.

La mayoría de ellos eran compatibles con diversos servicios como Google Talk o Facebook, pero vamos, que la gente los descargaba por MSN. La prueba es que la mayoría ahora están en el mismo cementerio que el Messenger

IM+

Uno de los más populares. Era compatible con Facebook, Gmail, Skype, o ICQ, e incluso llegó a aceptar mensajes directos de Twitter. Permitía el envío de fotos y de notas de audio, e incluso tener diversas cuentas por servicio. No se actualiza desde diciembre de 2014.

eBuddy

Un veterano que antes de ser lanzado para Android ya contaba con una versión para Symbian y una webapp para terminales de escritorio. También era compatible con otros servicios como Google Chat y con Yahoo. eBuddy como cliente multiprotocolo dejó de funcionar en 2013, para dar paso a eBuddy XMS, un servicio de mensajería propio. Su app no se actualiza desde febrero de 2015.

Meebo

De nuevo, un cliente multiservicio que soportaba desde MSN hasta los mensajes privados de MySpace. El final de este cliente no está tanto vinculado al deceso de la mensajería de Microsoft, sino que fue adquirido por Google en 2012 y se cerró el servicio, pasando su equipo a formar parte del desarrollo de Google+.

Ha pasado una vez… y volverá a pasar

Hubo una época en la que nos parecía imposible no tener el Messenger en nuestro ordenador. Sencillamente era algo que no iba a pasar. Y sin embargo pasó. Hoy puede parecer imposible que no instalemos Whatsapp en nuestro smartphone (sí, lo sé, somos muy de Telegram, pero aceptémoslo), pero a la velocidad a la que avanza la tecnología basta con no dar un paso a tiempo para quedarte fuera. Sí, Whatsapp es invencible. Hasta que deje de serlo y otro servicio le adelante arrancándole las pegatinas.