El diseño es un aspecto clave a día de hoy para los consumidores y usuario de tecnología. No solo se trata de tener un móvil potente, sino de que transmita una imagen de exclusividad o diferenciación. Este es un post de opinión. Mejor dicho de debate. Hoy hemos asistido a una nueva keynote de Sony en IFA, la marca más activa en la feria de Berlín sin lugar a dudas, en la que hemos visto cómo han renovado sus votos con la filosofía de diseño omibalance, un carácter personal sobre el que han construido una imagen de marca y que han extendido a dispositivos como la Z4 Tablet o el Xperia M4 Aqua.

Pero, visto lo visto. ¿Cada cuánto hay que cambiar radicalmente el diseño de un teléfono? La pregunta me ha asaltado al tener el Z5 en la mano. Lo cierto es que Sony ha introducido ciertos cambios sustanciales en este dispositivo frente al anterior de la familia Xperia Z. Nos encontramos con cristal esmerilizado en la parte trasera. En el caso del color mate del Z5 la sensación es agradable tanto a la vista como al tacto. Los marcos -de aluminio cepillado en el caso del Z5 y de acero inoxidable en el caso del Z5 Premium– consiguen dar una sensación de mayor unidad una vez los sostienes en la mano. Sin embargo, a pesar de estos cambios, el diseño omibalance no ha modificado en exceso su esencia.

Sony y el ‘timeline’ de Omnibalance

En este momento convendría echar la vista atrás y recordar el frenético ritmo que Sony ha seguido desde el Xperia Z hasta el Xperia Z5, con ritmos de renovación cada seis meses. Solo en este caso, en el que ha pasado un año desde el Z3, el buque insignia ha podido respirar con cierta holgura. En su momento, no pocos fueron los que dijeron que el Z3 tendría que haber sido el Z2, en lo que al aspecto se refiere. Y en este ‘timeline’ particular habría que ir añadiendo las tabletas y otros dispositivos que se han refugiado bajo el paraguas de Omibalance.

Así Sony ha construido una potente imagen de diseño, diferenciador y muy reconocible. Sin embargo, el que no exista un cambio radical de una generación a otra puede también ser interpretado por ciertos consumidores en que el aspecto del teléfono sigue siendo el mismo con pequeño retoques y que vean en algunas marcas cierta falta de originalidad. Por eso os preguntamos hoy cada cuánto tiempo cambiarías rádicalmente el diseño de los teléfonos. Por ejemplo, Samsung parece haber recuperado las mejores críticas con el S6 Edge, es decir, cuando más disruptivos han sido. Apple, cada dos años, introduce cambios significativos. Por contra, otros fabricantes como HTC, con el HTC One M9 frente al One M8; o el propio Samsung en el pasado, han sufrido estos problemas con el diseño.