2021 quedó en el tenis español como el año de la aparición de Paula Badosa (Nueva York, 1997) y 2022 apunta a ser el de su confirmación entre las mejores del circuito. A sus 24 años, acaba de ascender hasta el puesto 6 del ranking de la WTA tras conseguir su tercer título, el del torneo de Sídney. Su año no ha podido tener mejor arranque y ahora tiene por delante el reto del Abierto de Australia.

Badosa se llevó este sábado el triunfo en la final de Sídney tras ganar con un ajustado 6-3, 4-6 y 7-6(4) a la checa Barbora Krejcikova, tenista que se mantiene como la cuarta mejor del mundo. La española da el salto desde la novena hasta la sexta plaza después de lograr su primera corona del año en la capital australiana y su tercer título como profesional tras abrir su casillero hace menos de ocho meses.

Desde el 22 de mayo de 2021 y hasta este 15 de enero de 2022, Badosa ha sumado sus tres primeros títulos WTA: Belgrado, Indian Wells y ahora Sídney. Menos de ocho meses en los que ha saltado desde el ranking 70 en el que empezó el año pasado hasta el 6 en el que se encumbrará con la actualización del próximo lunes. Es la recompensa fruto de la transformación que ha sufrido.

"Hace un par de años se me identificaba como una jugadora débil que se frustraba y ahora creo que es todo lo contrario. Un día me prometí luchar hasta el final", decía Badosa tras imponerse por tercera vez en su carrera a Krejcikova, vigente campeona de Roland Garros que suma un rotundo 3-0 en contra con la española.

Abrazo entre Garbiñe Muguruza y Paula Badosa en las WTA Finals 2021 Reuters

La irrupción de Badosa se hace notar tras un 2021 en el que, además de los dos títulos que conquistó, se confirmó como una competidora aspirante a todo tras su buen papel en los Juegos Olímpicos (se retiró en cuartos por un golpe de calor) y en las WTA Finals (cayó en semis contra Garbiñe Muguruza, quien acabó alzándose con el título de 'maestra').

El cuadro del Abierto

La primera oportunidad para que Badosa se confirme entre las mejores le llegará a casi 900 kilómetros del escenario de su última conquista. La catalana vuela desde Sídney hasta Melbourne donde disputará el Abierto de Australia que arranca el próximo lunes. En su debut le tocará medirse a la local Ajla Tomljanovic, a la que viene de ganar precisamente en su último torneo con un firme 6-3, 6-4.

Badosa ha pasado a ser una de las tenistas más a tener en cuenta del cuadro femenino. En su lado podría darse un duelo fraticida en tercera ronda contra su compatriota y amiga Sara Sorribes e incluso, en caso de llegar a cuartos de final, una revancha contra Krejcikova, quien tendrá un duro estreno contra una veterana como Petkovic.

Badosa se ha ganado el derecho a soñar con todo, al mismo tiempo que el aficionado español también podrá fantasear con una final española entre ella y Garbiñe, que va por el otro lado del cuadro y empieza el año con la ambición de ganar los grandes títulos que hasta ahora se le han resistido. El Abierto de Australia, del que fue finalista en 2020, es uno de ellos.

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