Nueva York (enviado especial)

Como dos felinos hambrientos, Jean-Julien Rojer y Horia Tecau ganaron el título de campeones del Abierto de los Estados Unidos a Feliciano López y Marc López (6-4 y 6-3) sin dejar que los españoles pudieran hacer nada más que felicitar a sus contrarios en la red, donde el holandés y el rumano levantaron un muro para conquistar el segundo Grand Slam de su carrera después de celebrar Wimbledon en 2015. 

Rojer y Tecau vivieron la final en la cinta. Con una sincronización fabulosa, holandés y rumano atacaron a los españoles con eléctricas voleas que desarmaron el juego de fondo de sus rivales. Los López, que tuvieron poco margen para ganarle metros a la pista y salirse de la presión constante de sus oponentes, vieron a dos saltimbanquis abalanzándose sobre ellos y cerrando cada intercambio en la red con golpes definitivos para los que no fueron capaces de defenderse, y lo intentaron por arriba (globos), por abajo (golpes fuertes al centro) y por los lados (apuntando a los pasillos de dobles) sin ningún éxito. 

Así y todo, con la pareja rival jugando mejor desde el inicio, los españoles construyeron una buena ventaja (4-3 y saque) tras aprovechar el parpadeo que duraron las dudas de Tecau con su servicio. Recuperada la tranquilidad, recuperado el rumbo, recuperado el camino al título: propinándoles a los españoles un 3-0 de parcial (de 3-4 a 6-4), holandés y rumano ganaron la primera manga y abrieron la segunda manteniendo la inercia inmaculada de todo el encuentro. 

Los López arrancaron ese parcial con la intención de irse hacia delante, de ver si podían buscarle las cosquillas a Rojer y Tecau. Fue imposible. Holandés y rumano no dejaron que los españoles respiraran ni un momento (41 ganadores por solo siete errores no forzados) y se tiraron encima de la copa de campeones, que merecieron de principio a fin. 

La derrota, sin embargo, no oculta la realidad. En menos de dos años, Feliciano y Marc han conseguido formar una de las mejores parejas de la historia de España. Con dos finales grandes disputadas (victoria en Roland Garros 2016 y derrota en el Abierto de los Estados Unidos de 2017), los López son el relevo natural de Sergio Casal y Emilio Sánchez Vicario, ganadores de dos grandes y los últimos doblistas que pelearon en los escenarios más grandes del circuito. 

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