El mundo del deporte vivió el pasado viernes una de las peores lesiones de la historia. Samantha Cerio, una gimnasta de la Universidad de Auburn, estaba compitiendo contra las deportistas de otros centros universitarios cuando en uno de sus ejercicios tuvo la peor de las suertes.

Tras realizar varios saltos con giros incluidos, la gimnasta se quedó corta en su intento de aterrizar. El resultado dejó al público completamente conmocionado. La joven se dislocó en el acto las dos rodillas, pero además se rompió tanto la tibia como el peroné de las dos piernas.

Tras un fin de semana en el hospital, Cerio anunció su retiro: "La noche del viernes ha sido la última que he vivido como gimnasta. No podría estar más orgullosa de la persona en la que me he convertido gracias a la gimnasia". Evidentemente, tuvo que abandonar el estadio sobre una camilla y con la ovación cerrada del público.

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