Faltan dos minutos y 42 segundos para que concluya la final del Europeo femenino de hockey sobre patines. La selección de España vence por 3-2 a la de Portugal, la anfitriona, pues el partido se disputa en el pabellón municipal de la localidad lusa de Mealhada.

En ese momento se produce un apagón general en todo el pabellón. El encuentro se detiene y permanece así media hora. Al reanudarlo, el árbitro decide suspenderlo definitivamente. El techo se está cayendo y los cristales de la ventana estallan. El huracán Leslie está pasando en ese preciso instante por el lugar.

Rápidamente, los presentes en el lugar se resguardan en los vestuarios. Entre ellos se encuentra Ricardo Ares, el seleccionador de España, quien, en una entrevista con EL ESPAÑOL, ha contado cómo fue la experiencia.

Ricardo Ares, entrenador de la selección española femenina de hockey sobre patines. Foto: fep.es

Los destrozos del huracán Leslie

"Todo empezó faltando tres minutos, con un apagón de luz, y se escuchaba como una tormenta fuerte. En el segundo apagón ya se arrancó un trozo de una alita del techo, cayeron unos cristales... Ahí ya se empezó a mover la gente por las gradas y empezó un poco el susto y ver que no era una simple tormenta", cuenta Ricardo.

En los vestuarios entraron "padres, entraron las chicas que iban a actuar en la ceremonia de clausura con patinaje artístico, chicas pequeñas... Intentamos entre todos estar lo más resguardados posible, porque se oía un estruendo y la sensación era fuerte".

Intentamos entre todos estar lo más resguardados posible, porque se oía un estruendo y la sensación era fuerte

Allí pasaron "aproximadamente una hora. Luego poco a poco fue saliendo la gente hasta que llegó el autobús que nos tenía que recoger. Ese sí tardó más, porque la carretera estaba cortada de camino al hotel. Había árboles cortando el paso y llegamos sobre las dos de la mañana. En el momento fuerte estábamos en el pabellón, pero sin peligro".

El grupo salió del pabellón "con incertidumbre de a ver qué había, pero ya no llovía. Lo que sí hacía era muchísimo frío. Viento poco, pero mucho frío. En el transcurso del autobús hasta el hotel, que era por una carretera nacional y aproximadamente diez minutos o un cuarto de hora, vimos contenedores desplazados en los campos, paneles metálicos de propaganda doblados e incluso encontramos un árbol muy grande que dejaba justo el paso para que el autobús pasase por el lado izquierdo, pero de un diámetro de metro y medio el tronco. Ahí veías la dimensión de lo que había soplado".

Y es que la tormenta tropical ha dejado 28 heridos leves, 61 desalojados y más de 300.000 personas sin suministro eléctrico en su paso por Portugal. "En el momento en el que se arranca el techo, caen cristales... Realmente fue un cuarto de hora que se oía muy fuerte, y claro, ahí veías que era algo más gordo. Sí es cierto que, por como era el pabellón, sentíamos que ahí estábamos seguros, pero veías que algo gordo estaba pasando", cuenta Ricardo, quien no escatima en detalles: "Del movimiento se descascarilló la pintura de las paredes, y caían trozos de pintura del techo".

En el momento en el que se arranca el techo, caen cristales... Realmente fue un cuarto de hora que se oía muy fuerte, y claro, ahí veías que era algo más gordo

Afortunadamente, todo quedó en un susto, y la expedición española ya está en casa sana y salva: "Hemos regresado en el vuelo previsto de este domingo a las nueve de la mañana y todo con normalidad. Hemos salido a las cinco y media de la madrugada del hotel, en autobús hacía Oporto, y el vuelo no ha tenido ni retraso ni cancelación ni nada, o sea que hemos llegado en hora. Estamos todos bien y ya en casa".

Un generación dorada

La selección española todavía no sabe cuándo se reanudará el partido, ya que "el Comité Europeo debe tomar una decisión. Nos han dicho que lo harán con la mayor brevedad posible y así debe ser. Esperamos lo que el Comité Europea decida, eso será".

"Queda un minuto y 45 segundos. Los ánimos están totalmente al cien por cien para ganar", afirma el técnico, quien explica que, después de todo lo ocurrido, "al equipo lo que nos gustaría es acabar, ganar, celebrar y tener la copa, lo que pasa es que la decisión no está en nuestras manos y tendremos que esperar para saber qué hacer. Al final el equipo se limitará a hacer lo que se le diga, pero lo afrontaremos con muchísimas ganas, porque hemos trabajado durísimo para ser campeones".

Queda un minuto y 45 segundos. Los ánimos están totalmente al cien por cien para ganar

Y es que este equipo no es solo un grupo de jugadoras afectadas por un huracán, sino que se trata, posiblemente, de uno de los mejores combinados de la historia del hockey sobre patines. A sus espaldas suman cinco campeonatos europeos -cuatro de ellos de manera consecutiva- y dos Mundiales seguidos.

Ganar el sexto entorchado continental sería un broche de oro a un "grupo de jugadoras que ha demostrado que es el mejor equipo que hay en el mundo. Todos los partidos son difíciles. En los últimos mundiales también se ha ganado en alguna prórroga, y este mismo partido ha ido ajustado hasta el final, teniendo nosotros el golaveraje. Pero bueno, de una forma u otra, al final siempre lo han logrado. Ellas son las protagonistas y las artífices de estos éxitos", cuenta humildemente su entrenador.

Pero, ¿dónde está el secreto de esta generación dorada? Ricardo Ares lo tiene claro: "En el hockey femenino, la base de años atrás, aparte de tener una hornada de mucha calidad, se está trabajando muy bien. Cuando se trabaja mucho y muy bien, siempre puedes perder, pero el porcentaje de que ganes es más alto.

Si algo bueno tienen estas jugadoras es que cada día quieren ser mejores, aparte de que realmente por calidad son las mejores. Esta combinación hace que a pesar de que Portugal, Argentina y otros países también compitan muy bien, como se demuestra con los partidos, que son ajustados, pues al final ellas son capaces de marcar diferencia".

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