Lo que parecía que iba camino de convertirse en el primer mano a mano de la temporada entre Marc Márquez y Maverick Viñales se convirtió en un monólogo del piloto español de Yamaha, que no tiene quien le tosa y ganó en el circuito de Termas de Río Hondo para sumar su segunda victoria consecutiva en su debut con Yamaha. Un triunfo que le permite convertirse en el primer piloto de la fábrica de Iwata que se impone en las dos primeras citas de una campaña desde que lo lograra el estadounidense Wayne Rainey en 1990. Un dato significativo en la progresión del español, que se siente tan cómodo sobre su YZR-M1 que la única duda posible era saber cómo iba a gestionar la presión de liderar el campeonato del mundo de MotoGP.

No se puso nervioso en la salida, cuando vio que Marc Márquez pasaba a liderar la carrera mientras él marchaba en la tercera plaza después de un magnífico arranque que le llevó a avanzar tres posiciones para situarse tras el británico Cal Crutchlow al completar el primer giro y superarlo en el siguiente. El vigente campeón del mundo de MotoGP, ganador en dos ocasiones en el trazado argentino, sabía que Maverick venía por detrás y comenzó a tirar a fondo para abrir hueco. Con casi dos segundos de ventaja, Márquez se fue al suelo al inicio de la tercera vuelta. Una caída en la curva 2, en el cambio de dirección de izquierda a derecha, similar a la que protagonizó durante la primera sesión libre del GP de Argentina.

“Me estaba encontrando cómodo y fuerte encima de la moto. Notaba que lo tenía bastante controlado y una caída así duele”, señaló el piloto del equipo Repsol Honda, que ahora cuenta con una desventaja de 37 puntos en la general y en Austin, el circuito donde siempre ha subido a lo más alto del podio, se verá obligado a marcar su territorio y a minimizar los daños.

Maverick no tiene quien le tosa porque, tras la caída de Márquez, pasó a liderar la carrera y en ningún momento vio peligrar la victoria mientras Valentino Rossi trataba de atrapar la segunda posición en su carrera 350 en el campeonato del mundo. El piloto italiano logró deshacerse de Crutchlow cuando restaban siete giros para el final y ya era demasiado tarde para atrapar a su compañero de equipo.

“Ha sido una carrera complicada porque empecé bien, pero Márquez comenzó a tirar mucho”, aseguró el líder de MotoGP, que cuenta con una renta de 14 puntos sobre su compañero de equipo en las filas de Yamaha.



Mucho más complicada se está convirtiendo la adaptación de Jorge Lorenzo a su Ducati Desmosedici GP17 porque el piloto español no pasó de la primera curva después de que su rueda delantera tocara la trasera de la Suzuki de Andrea Iannone y se fuera al suelo en su segunda carrera con la fábrica de Borgo Panigale.

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