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Aston Martin ha comenzado a sacudirse la sombra de la incertidumbre que lo acompañó durante buena parte de las últimas dos temporadas.

Desde las mejoras introducidas en Imola, en el Gran Premio de la Emilia-Romaña, el equipo británico ha encontrado una línea ascendente que ahora se quiere consolidar en su cita de casa: el Gran Premio de Gran Bretaña.

Allí, en el circuito de Silverstone, se avecina otro paquete de actualizaciones que aspira a convertir al AMR25 en el coche de referencia dentro de la apretada y competitiva zona media.

Punto de inflexión

El monoplaza británico, que había iniciado la temporada con muchas dudas y sin la consistencia deseada, mostró señales de revitalización tras el paquete de mejoras introducido en el trazado italiano.

Desde entonces, Aston Martin ha logrado encadenar actuaciones mucho más sólidas, con una mayor estabilidad en carrera y competitividad en clasificación.

Ese primer paso, trabajado desde la nueva fábrica de última generación en Silverstone, permitió, sobre todo a Fernando Alonso y no tanto a Lance Stroll, exprimir algo más el potencial del coche.

Pero los buenos resultados, especialmente del asturiano, no han hecho que el equipo se conforme. Muy al contrario, han servido de incentivo para seguir progresando.

Adrian Newey conversa con Fernando Alonso en el Gran Premio de Mónaco F1 2025 Aston Martin

El ejemplo de Sauber

El séptimo puesto de Fernando Alonso en Austria fue recibido como un triunfo silencioso dentro del garaje de Silverstone.

No por la posición en sí, sino por cómo se logró: con una estrategia agresiva, precisión milimétrica en la gestión de neumáticos y, sobre todo, inteligencia en pista.

Mike Krack, director de pista del equipo, lo resumía así: "Una estrategia a una parada bien planificada y ejecutada nos ha ayudado a asegurar el séptimo puesto".

"Fernando ha gestionado perfectamente el plan de neumáticos y ha aprovechado al máximo una buena posición en pista justo detrás de Lawson", asegura el luxemburgués.

Mientras tanto, el otro coche del equipo, el de Lance Stroll, no logró colarse en los puntos, afectado por una clasificación discreta y un desgaste excesivo de neumáticos.

Sin embargo, la estructura británica tiene claro que ahora llega su gran oportunidad de brillar ante su público. Algo muy necesario para el canadiense al que rodean muchos rumores sobre una posible salida.

El espejo realista en el que Aston Martin se puede mirar ahora es Sauber. Hasta hace pocas carreras, el C45 era considerado uno de los monoplazas más limitados de la parrilla.

Sin embargo, el equipo suizo ha conseguido una transformación gracias a la implementación constante y efectiva de mejoras aerodinámicas.

En Austria, ambos coches puntuaron: Gabriel Bortoleto fue octavo y Nico Hülkenberg noveno. El mérito no solo reside en la evolución técnica, sino en la correcta lectura de las estrategias y la valentía en la toma de decisiones.

Fernando Alonso, antes de la carrera del GP de Canadá 2025 Reuters

La zona media de la parrilla se ha convertido en un campo de batalla feroz, donde cada décima cuenta. Aston Martin quiere consolidarse como la fuerza dominante de ese bloque.

Silverstone es la ocasión ideal para intentarlo: conocen cada centímetro del trazado y serán el equipo local, con el empuje emocional que eso conlleva.

El objetivo, aunque ambicioso, es claro: dar otro paso adelante y acercarse a un 'top 5' de constructores que parece aún lejano, pero no inalcanzable.

Newey, el nuevo cerebro

La llegada de Adrian Newey a Aston Martin ha supuesto una sacudida intelectual dentro del equipo.

El prestigioso ingeniero británico, considerado uno de los mayores genios de la Fórmula 1, ya trabaja codo con codo con los técnicos del equipo y su influencia empieza a notarse.

Andy Cowell, director técnico de la escudería, lo definió con precisión: "Tiene una mentalidad única. Es excepcionalmente competitivo y obsesivo con las cosas".

"Lo lleva hasta el punto de decir: 'esto es lo más rápido, vayamos directamente a la solución más rápida'", explica Cowell.

Newey no solo aporta ideas, sino un método de trabajo. Según Cowell, el verdadero reto es lograr que toda la estructura de ingenieros comprenda y adopte esa filosofía.

"Se trata de escuchar a personas sabias y con experiencia, captar esas pequeñas perlas de sabiduría y lograr que 300 ingenieros las entiendan y las sigan".

Además de Newey, Aston Martin ha invertido en infraestructura clave: un túnel de viento de última generación, nuevas instalaciones técnicas y una alianza estratégica con Honda que será vital de cara al gran cambio reglamentario de 2026.

Dentro de ese marco de reconstrucción, Alonso sigue siendo una pieza esencial. Su experiencia, su capacidad de adaptación y su lectura en carrera han marcado la diferencia en varios grandes premios.

El bicampeón ha demostrado que puede convertir un coche de zona media en una amenaza real si se le brindan las herramientas adecuadas.

Su actuación en Austria, manteniéndose durante muchas vueltas enganchado al DRS de Liam Lawson y conteniendo después los ataques de Gabriel Bortoleto, fue una clase magistral de pilotaje defensivo.

Ese tipo de carreras son las que marcan puntos vitales en la tabla de constructores, especialmente en un campeonato tan ajustado.

Fernando Alonso y Oscar Piastri, en el paddock de F1 Europa Press

2026 en el horizonte

Aunque todo el proyecto de Aston Martin apunta con claridad al año 2026, cuando cambiará el reglamento técnico y se espera un gran reinicio en la jerarquía de la Fórmula 1, el presente también importa.

Consolidarse como el mejor del resto y mantenerse en la pelea de mitad de parrilla será clave para atraer talento, validar las inversiones y preparar el salto definitivo.

Las mejoras que llegarán a Silverstone serán otra prueba de fuego. Si funcionan, podrían consolidar la posición de Aston Martin como referente del grupo medio.

Si no lo hacen, la lucha se volverá aún más encarnizada con rivales como Haas, Alpine, Sauber y, en ciertas condiciones, incluso Williams.

Cada carrera representa una oportunidad, pero también un riesgo. En una Fórmula 1 más impredecible y comprimida que nunca, acertar en las mejoras técnicas es tan importante como la actuación de los pilotos.

Silverstone no será una carrera más. Para Aston Martin, es la gran oportunidad de confirmar que han aprendido de los errores, que las decisiones tomadas en Imola y después han sido acertadas y que, con Newey al frente de la revolución técnica, el futuro puede construirse con cimientos sólidos.