El pasado jueves el español Jorge Prado, de 17 años y natural de Lugo, se proclamó campeón del mundo de motocross MX2 por primera vez en la historia del motociclismo español sin siquiera tener que disputar la última carrera de la temporada, el Gran Premio de Italia, por lesión de su rival directo, el letón Pauls Jonass. Aun así, el español se subió en la moto este domingo y también logró la victoria en Imola.

Hace unos días Prado mostró su alegría por ser campeón, aunque reconoció que el título lo logró a lo largo de la temporada y que la distancia con su Jonass era casi insalvable: "Al final las posibilidades de que él hubiese ganado el título eran mínimas, mi ventaja en la clasificación era muy grande y el título lo gané en la pista ya que corrimos 19 carreras de veinte juntos y yo llegué con muchos más puntos que él".

Una decisión difícil

Jorge Prado y toda su familia, en una decisión conjunta, apostaron por la carrera deportiva de una joven promesa del motocross y lo dejaron todo en su Lugo natal para marcharse a vivir a Bélgica, por lo que este título mundial es "claramente la recompensa a todos estos años de sacrificio desde que nos tuvimos que venir a Bélgica a vivir", reconoció el joven.

"Mis padres, mi hermana y toda la familia tuvo que hacer el sacrificio por mi en una decisión que entonces tomó toda la familia pero este título es la recompensa a habernos ido a Bélgica y por ese motivo estamos todos muy contentos", explicó un exultante y emocionado Jorge Prado a EFE.

En cuanto a la próxima temporada, Prado espera repetir éxito, aunque todavía no sabe si su condición de número 1 se verá reflejada también en su dorsal: "El año que viene quiero repetir una temporada así y por ello vamos a trabajar más duro si cabe, pero todavía no sé si voy a llevar el dorsal 1, cuando lo tenga claro veré qué es lo que hago", señaló Jorge Prado, quien reconoció que el dorsal "61" llegó de casualidad a su carrera deportiva.

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