Hace un año y medio, pocos imaginaban a Fernando Alonso lejos de la Fórmula 1, pero la realidad es que en los últimos 500 días Alonso se ha reivindicado como un piloto capaz de ser rápido en distintas competiciones, con diferentes coches y con diferentes equipos.

El sueño de la triple corona parece ser la gran obsesión de Alonso hoy en día. El asturiano es consciente de que en Mercedes, Ferrari y Red Bull tiene las puertas cerradas y ganar carreras en cualquier otro asiento solo sería fruto de una carambola de la diosa fortuna.

Una decepción tras otra en la Fórmula 1

Alonso ha sido tan rápido en Fórmula 1 como el MCL32 y el MCL33 le han permitido. McLaren se ha visto obligada esta temporada a claudicar y reconocer que los problemas en sus monoplazas no solo provenían del motor Honda. El nuevo propulsor Renault que montó en invierto tampoco a acabo con los problemas en el coche de Woking

"Después de 17 años maravillosos en este deporte, es hora de que haga un cambio y que pase a otra cosa", confesaba Fernando Alonso en agosto, cuando anunció que no correría el próximo Mundial 2019 de Fórmula 1. "He disfrutado cada minuto de esas temporadas increíbles y no puedo agradecer lo suficiente a la gente que ha contribuido a que todas hayan sido tan especiales", aseguraba para explicar que tiene "otros retos más grandes".

El reglamento que en temporadas como la 2005 y la 2006 ayudó a Alonso para dominar con puño de hierro el Mundial, pasando por encima de Schumacher, Raikkonen y otros grandes pilotos del momento, ahora le ha apartado del Gran Circo. Con McLaren reconstruyendo su coche de arriba a abajo, solo un golpe de fortuna con un buen trabajo en fábrica y en pista, acompañado de una nueva reglamentación que refuerce los puntos potentes de McLaren, pueden hacer que Alonso vuelva a la Fórmula 1.

Fernando Alonso a un paso de la triple corona del automovilismo Efe

WEC: Veni, vidi, vici

Casi a la vez que, el pasado invierno, Alonso anunció que seguiría una temporada en McLaren, el asturiano anunció que se uniría a Toyota para correr el Mundial de Resistencia (WEC). El bicampeón del mundo de Fórmula 1 dejó de soñar con la triple corona para ponerse manos a la obra.

Magic nunca había pilotado en una carrera de resistencia ni tampoco en coches prototipo como los LMP 1 con los que corre el WEC y por eso se subió al United Autosports durante las 24 Horas de Daytona. Alonso acabó lejos de los primeros puestos pero satisfecho por haber pilotado en su primera carrera de resistencia y por haber aprendido a gestionar el tráfico, algo clave en las LeMans, su verdadero objetivo.

Los conocimientos de Daytona, el trabajo intensivo en los simuladores, la superioridad técnica de Toyota y el trabajo de Alonso, hasta el punto de casi parecer un joven piloto recién llegado a las grandes carreras, fueron el cóctel perfecto para que el 17 de junio Alonso se colocara la segunda de las tres estrellas que persigue: las 24 Horas de LeMans.

Fernando Alonso y sus primeras vueltas con el IndyCar 2018. Foto: Twitter (@FollowAndretti

500 días para mirar hacia las 500 millas

A falta de confirmación oficial, Alonso correrá la próxima temporada las Indy Series. El campeonato más importante de monoplazas en Estados Unidos en el que se disputan las emblemáticas 500 Millas de Indianapolis, la tercera estrella que persigue el piloto español. En pleno aluvión de rumores sobre el piloto español y la Indy, la organización hizo oficial el calendario del campeonato: compatible al 100% con lo que resta de temporada del WEC, es decir, un guiño y un motivo más para que Alonso apueste por mudarse a EEUU.

La experiencia en las 500 Millas de 2017 acabó en frustración por culpa de un fallo técnico pero para Alonso supuso un antes y después. El piloto español conoció una nueva filosofía de carreras, descubrió que puede ser feliz y rápido lejos de la encorsetada Fórmula 1.

Esta semana Alonso ha vuelto a probar suerte en la Indy. El piloto español rodó a bordo del monoplaza de la escudería Andretti Autosport, la misma con la que corrió en Indianapolis el año pasado. El test se llevó a cabo en el circuito Barber, cerca de la localidad de Birmingham (Alabama), rodeado de mucha expectación porque, según Zack Brown, "la prueba ayudará a Alonso a decidir su futuro para la próxima temporada".

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