Sin contar el Gran Premio de Italia, Fernando Alonso tiene por delante siete carreras de Fórmula 1. Siete oportunidades para despedirse con un último golpe de magia del Gran Circo. Desde que anunciara que la próxima temporada no estará en el Mundial, las cosas en McLaren han ido de mal en peor.

Accidente al margen, el Gran Premio de Bélgica fue para olvidar, tanto para Fernando Alonso como para Stoffel Vandoorne. La proyección para el Gran Premio de Italia no era mucho más optimista y, salvo por una buena vuelta en el momento oportuno de Alonso en la Q1, el McLaren sigue demostrando que está a la cola de la parrilla. La escudería británica no solo parece estar atascada con la evolución del MCL33 sino que el trabajo del resto de equipos les empuja hacia atrás carrera tras carrera.

"No hemos tenido ritmo en todo el fin de semana, volveremos a la realidad. Tocará sufrir, pero también es verdad que saliendo el 13 estamos cerca de los puntos y ese sería el sueño máximo, pero hay que ser realista y saber que va a ser muy complicado", explicaba Alonso este sábado en Monza tras la clasificación. La resignación en los de Woking es evidente. Todo queda en manos de la magia del asturiano pero todo el talento del dos veces campeón del mundo parece capaz de revertir el descenso a los infiernos de McLaren.

El McLaren de Fernando Alonso en el GP de Italia de Formula 1 EFE

El último rayo de esperanza

A lo largo de las últimas cuatro temporadas, McLaren ha explicado mil y una veces que lo peor ya había pasado y que desde ese momento Alonso tendría un coche competitivo gracias a una gran pack en el monoplaza que les haría dar un paso adelante. La verdad, por desgracia, es muy diferente: muchos de esos pasos han sido para atrás. Los problemas de los de Woking con sus simuladores hacen imposible saber si la siguiente actualización cumplirá fielmente con lo que se espera desde la fábrica.

A pesar de todo, la esperanza es lo último que se pierde y Alonso no deja de perder la fe en el MCL33. Durante la clasificación del GP de Italia, Antonio Lobato, narrador de las carreras en Movistar+, confesaba que había tenido la oportunidad de hablar estos días con el piloto asturiano. El piloto le habría confesado que Bélgica e Italia eran causas perdidas para McLaren pero que esperaban que todo cambiase en Singapur.

El trazado urbano de Singapur le ha dado grandes alegrías a Alonso en sus peores momentos. El asturiano grabó en oro su nombre gracias a ser el piloto que ganó la primera carrera celebrada en el país asiático en 2008. Un año mas tarde, y de nuevo con un Renault poco competitivo, repitió podium, pero esta vez en el tercer puesto. Con Ferrari, Alonso también destacó sobre el circuito singapurense: una victoria, dos segundos, un tercero y una cuarta plaza que convirtieron en aquel momento el trazado asiático en uno de los favoritos del español.

Con McLaren, como en otros trazados, las visitas a Singapur han sido muy complicadas. Dos abandonos y un séptimo puesto en 2016 acabaron con el buen sabor de boca de Alonso. Pero 2018 podría ser diferente. McLaren quiere darle una última oportunidad de ser competitivo y una pista urbana en donde las manos del piloto son clave es la pista ideal. Por delante, el Mundial de F1 aún tiene pendiente visitar los trazados de Rusia, Japón, Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dhabi en los que el MCL33 debería destacar mucho más que en las pistas de Spa y Monza.

El McLaren de Fernando Alonso en el GP de Italia de Formula 1 EFE

Con la Indy en el punto de mira

A pesar de que todo McLaren trabaja para que la recta final del Mundial sea para Alonso lo más satisfactoria posible, el dos veces campeón del mundo tiene claro sus objetivos. El adiós, por el momento, a la Fórmula 1 es irrevocable y el sueño de la triple corona, su única obsesión.

Tras haber pilotado un monoplaza de IndyCar para las 500 millas de Indianápolis en 2017, Alonso solo ha dejado la F1 para subirse a los LMP1 del Mundial de Resistencia (WEC), el asturiano volverá a subirse a un monoplaza de IndyCar. "Fernando Alonso hará un test el miércoles que viene en un coche de Andretti en Barber (Alabama, Estados Unidos). Lo hace para sentir cómo funciona un coche de IndyCar en un circuito de carreras -ya probó en un óvalo en la Indy 500 en 2017-. A partir de entonces tomará su decisión sobre 2019", declaró Zak Brown, director ejecutivo de McLaren en la Fórmula 1.

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