Cristiano Ronaldo, el viernes por la noche, en los últimos minutos, dio un punto a Portugal que puede resultar decisivo en el devenir del campeonato. El luso hizo de héroe, se echó a su equipo a sus espaldas y consiguió un buen resultado para su selección. Y, de paso, le cedió la pelota a Leo Messi. ¿Quién es el mejor? Le propuso, sin palabras, pero con goles. Y el argentino trató de aceptar el reto con la albiceleste este sábado contra Islandia. Sin embargo, no pudo hacer lo propio. De hecho, tuvo dos ocasiones para dirigir a los suyos hacia la victoria: un penalti fallado en la segunda parte y un libre directo que no convirtió en el minuto 94. ¿Resultado? Decepción, dudas y críticas. ¡Y no es para menos! [Narración y estadísticas: 1-1].



Había debutado, como decimos, Cristiano Ronaldo –con tres goles, por cierto–, Griezmann –con otro de penalti– y le correspondía comparecer a Messi. Y, Argentina, de primeras, no decepcionó. Con el ‘10’ como maestro de ceremonias y Sampaoli como estratega externo, la albiceleste arrancó tocando la pelota y jugando con criterio. De hecho, anuló a su rival durante los primeros 15 minutos. Y se adelantó. Rojo disparó desde fuera del área, el balón golpeó en la defensa, salió rechazado y el Kun Agüero lo aprovechó para controlar, darse la vuelta y colocarla en la escuadra. 1-0 y todo parecía a favor de Argentina, pero…



Islandia no ha llegado a Rusia para vivir la experiencia, comprar regalos para la familia y marcharse con una sonrisa. Los ‘Vikingos’ escucharon por primera vez su himno en una cita mundialista y empataron el partido pocos minutos después del gol de Agüero. En otro rechace, Finnbogason, el jugador de la Real Sociedad, la mandó dentro de la portería argentina. Pero eso es lo de menos, porque lo cierto es que el equipo de Sampaoli se marchó al descanso con el miedo metido en el cuerpo. Porque sí, Messi desapareció y los islandeses, definitivamente, se lo empezaron a creer.



Y si no se lo empezaron a creer, al menos, comparecieron con argumentos en la segunda mitad. Los islandesdes defendieron con criterio y atacaron con acierto, pero les faltó pólvora. Y eso lo pudo aprovechar Argentina. O, en concreto, Messi. El argentino tuvo ese penalti para poner a los suyos, pero erró. Y, a partir de ahí, la albiceleste no reaccionó. Ni con Banega en el campo ni con Pavón ni con Higuaín –todos comparecieron en la segunda mitad–. Y, además, con Dybala en el banquillo. Así, Argentina naufragó y comienza con muchas dificultades en este Mundial. Tendrá que rehacerse si quiere estar en octavos. Lo de optar a la Copa, de momento, se antoja prohibitivo. Salvo que Messi se ponga la capa de superhéroe. 

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