El agua ya llega al cuello del Barça si se habla de sus problemas económicos. El 110% de la masa salarial, los más de 1.000 millones de deuda, de los que tendrán que vencer próximamente una gran cantidad, la ruina del Espai Barça... son muchos los conflictos abiertos para un Joan Laporta al que no le quedan cubos con los que sacar el agua. El barco va a la deriva y Javier Tebas ya ha avisado de que la entidad culé corre riesgo durante este verano si no hacen las cosas bien.

La oferta a Leo Messi sigue sin ser oficial a menos de un mes de que venza su contrato por estas razones, ya que siguen haciendo cuentas para poder hacer una propuesta competitiva para su gran estrella. Se habla de una especie de trampa haciendo una vinculación más larga, con un acuerdo con un club de Estados Unidos para que juegue en la MLS y regrese de nuevo al Barça para incorporarse a la dirección y así seguir vinculado a la entidad en la que ha jugado siempre.

Mientras tanto, el club ha anunciado tres fichajes para la plantilla y uno para la dirección. Primero fue 'Kun' Agüero. El argentino se ha bajado el sueldo y cobrará más en función de los objetivos que cumpla. Luego, Eric García. El canterano ha regresado a casa después de un año sin jugar en el Manchester City. Después llegó Emerson. Los culés renunciaron a Juan Miranda y pagaron la parte del jugador que pertenecía al Real Betis. El último fue Jordi Cruyff, que será el comodín por si prescinden de Koeman.

Joan Laporta, durante un acto con el FC Barcelona Jesús Hellín / Europa Press

Mientras tanto, los grandes responsables de este descalabro económico siguen pendientes del juicio del 'Barçagate'. Gómez Pontí y Grau han apuntado contra Josep Maria Bartomeu en la primera declaración señalándole como el principal artífice de todas las decisiones que se tomaban dentro de esta trama. Mientras, Laporta sigue descubriendo contratos como el de André Cury. El que fuera ojeador del club en Brasil cobraba hasta 700.000 euros, diez veces más que cualquier otro.

Una solución

Pero Laporta podría estar a punto de encontrar una oportunidad para mejorar la situación económica del club y la respuesta está en la camiseta. La última vez que Nike renovó su contrato con el Barça fue en 2016 y lo hizo por 10 años. Aunque el acuerdo tiene aún una validez de cinco años, ambas partes tienen interés en sentarse y revisarlo. Unos quieren tener más independencia en las líneas de negocio y los otros renegociar las cantidades dentro de una línea de recortes que la multinacional está llevando a cabo.

Según el actual vínculo vigente, el gigante estadounidense paga cada curso 105 millones de euros, que, en función de determinadas variables por objetivos alcanzados, pueden crecer hasta los 155 anuales. Pero, en este tira y afloja, el diario ARA informa de que Puma se ha aproximado a la entidad azulgrana, sin que haya contactos oficiales pero sí interés por la situación. Después de Kappa, Meyba y Nike, Puma, marca que viste a una de sus estrellas como lo es Antoine Griezmann, podría ser la siguiente en vestir al Barça.

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