Joan Laporta recibió una gran alegría el día que ganó las elecciones a la presidencia del FC Barcelona. Superar en votos a Víctor Font y Toni Freixa era algo que entraba en sus planes, pero además lo hizo con autosuficiencia y con mucha ventaja, lo que también le reportaban un considerable golpe de efecto para llegar a su nuevo trono claramente crecido. 

Su plan continuaba con la remontada en París, donde viajó junto a Carles Tusquets en uno de sus primeros movimientos como nuevo presidente. Ya había visitado antes a las primeras plantillas de fútbol y baloncesto. Sin embargo, aquello no pudo ser, aunque después del 1-4 recibido en la ida, la empresa parecía tan complicada que no le borró ni un instante la sonrisa. 

Más complicado fue terminar de reunir el famoso aval que necesitaba para consumar su llegada a la presidencia. Una vez salió victorioso de las urnas, Laporta necesitaba reunir 124 millones de euros y presentarlos en las oficinas de LaLiga para poder ser investido de forma oficial como nuevo máximo mandatario del club. 

Leo Messi, durante la toma de posesión de Joan Laporta REUTERS

Largas reuniones a altas horas de la madrugada, viajes, llamadas, visitas a gestorías y, al final, terminó consiguiendo su propósito. Reunió su aval y fue declarado de forma oficial y con todos los honores como nuevo presidente. Se consumaba su regreso con Gerard Piqué y Leo Messi en el palco para apoyarle, dejando claro a quién habían votado en las elecciones. 

Sin embargo, una vez se confirmó la presentación del aval, empezaron a surgir las diferentes informaciones sobre cómo se había compuesto esa alta cifra que, además, había sufrido un importante revés con la dimisión de Jaume Giró, persona que también participaba en ese pago y que había negociado aportaciones al aval con diferentes empresas y entidades bancarias. Un problema importante a pocos días de la hora límite. 

Finalmente, Joan Laporta confió en Eduard Romeu como sustituto de Giró para ser su nuevo vicepresidente económico y para poner también de su cuenta una importante cantidad de dinero. La Vanguardia ha dado a conocer cómo se ha compuesto ese aval y ha resaltado algunos conceptos que son realmente llamativos. 

El famoso aval

El aval total ha constado de 124,6 millones de euros, de los cuales, 60 han sido aportados por el grueso de los directivos que forman la nueva junta del FC Barcelona. Este medio confirma la aportación de Jaume Roures de 30 millones y los 17,3 llegados desde Audax, los cuales se dividen en los 9 'kilos' de José Elías y los 8,3 del nuevo vicepresidente económico de la entidad, Eduard Romeu. 

La junta directiva de Joan Laporta durante la toma de posesión REUTERS

Otros nombres han aportado cantidades menores al nuevo proyecto de Joan Laporta. Son los casos de Antonio Escudero, cuya aportación ha sido 1,3 millones de euros, y de Jordi Llauradó, cuyo pago ha sido de un millón de euros. Quien completa esta cantidad ha sido el propio Joan Laporta, a quien se le atribuye el pago de un total de 15 millones de euros. Sin embargo, la parte del nuevo presidente del club tiene cierta 'trampa'. 

La Vanguardia detalla que de esos 15 millones, 5 han sido aportados directamente por el propio Laporta, los cuales han llegado en forma de un crédito de un fondo del extranjero. Y lo más sorprendente llega con los 10 millones restantes, que habría sido aportados por un amigo del presidente como concepto de una ayuda especial y secreta. La identidad de este avalista no ha sido revelada, se mantiene oculta, aunque lo que sí se ha transmitido es que habría sido recibida a través de una transferencia en efectivo desde un fondo extranjero. Así se compone el rompecabezas del famoso aval, que guarda misterios hasta el final. 

[Más información: Laporta formaliza los cargos de su Junta Directiva: cuatro caras nuevas y una sola mujer]

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