El FC Barcelona sigue trabajando para cerrar todos los frentes conflictivos que Josep Maria Bartomeu había generado durante su presidencia. El ya exlíder dimitió, dejó al frente de la entidad a una Gestora y ahora esta, con Tusquets al frente, es la encargada de negociar con la plantilla la rebaja salarial por la pandemia del coronavirus.

Las cuentas del conjunto catalán no son nada buenas y la crisis de la Covid-19 ha acentuado la debilidad económica del Barcelona. Por ello, todavía con Bartomeu al frente, se impulsó una rebaja salarial a empleados de toda la entidad. Los futbolistas también estaban incluidos, aunque en todo momento se intentó calificarlo de "adecuación salarial" en vez de como rebaja.

La plantilla del Barcelona, sin embargo, no entendió las formas establecidas por el club. Echaban en falta mayor contacto y valor a la plantilla. Y, más allá de alguna excepción, en su mayoría se rechazó reunirse con la entidad para acometer la operación. La relación con Bartomeu y la cúpula del club estaba rota. Ya sin el dirigente en el cargo, y justo cuando el Barça disputaba su jornada de Champions League, representantes de la Gestora, AFE y algún representante más de los jugadores se han reunido durante horas para intentar llegar a un acuerdo.

Los jugadores del FC Barcelona posando antes de un partido de La Liga LaLiga

Este primer gran encuentro, en el que ha estado presente el presidente del sindicado David Aganzo, no ha finalizado con un punto de encuentro. Sin embargo, la cita de este miércoles no era un todo o nada y el mismo jueves volverán a encontrarse para continuar negociando. El sentir de la plantilla es que, debido a la importancia de la decisión, lo más correcto sería que ahora se tomara una medida transitoria hasta la llegada de un nuevo presidente. Con la Junta Directiva entrante sí estarían más cómodos negociando, pues les daría seguridad presente y futura.

A lo largo del jueves los contactos entre ambas partes proseguirán con el objetivo de llegar a un acuerdo satisfactorio para todos. El Barcelona no lo tiene fácil y debe conseguir reducir 190 millones de euros para cuadrar sus cuentas y evitar un desastre financiero. Y es que, por si fuera poco, en las últimas horas se ha sumado una denuncia por impago dejando al borde del concurso de acreedores al club azulgrana.

Cabe recordar que, pese a las tensiones entre la plantilla y la cúpula, hubo varios jugadores que firmaron su renovación en los últimos días de Bartomeu como presidente. Estrellas como Piqué, Ter Stegen, Lenglet y De Jong aceptaron una adecuación salarial, según confirmó el propio FC Barcelona, y extendieron su vinculación con la entidad catalana en un movimiento múltiple que sorprendió a todos.

AFE ya avisó

El principal sindicato de futbolistas, nada más estallar el conflicto en el vestuario del FC Barcelona, emitió un comunicado muy claro. Ante su proceso de "modificación sustancial de las condiciones de trabajo", AFE subrayó que habían detectado "graves defectos de forma". Y es que el club había creado una "mesa de negociación sobre las medidas a adoptar en la que los jugadores no están representados". Tras ese aviso, y ante las negativas de los jugadores, AFE acudió para estar presente en las negociaciones.

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