El 18 de abril debía ser un día de fiesta para el fútbol español, de celebrar la final de la Copa del Rey en La Cartuja. En Sevilla se debía celebrar este sábado uno de esos partidos que quedan marcados para la historia: el primer derbi vasco en una finalísima. En el primer año del cambio de formato del torneo, Real Sociedad y Athletic habían alcanzado una final que ahora no se sabe cuándo podrá disputarse.

El Estadio de La Cartuja, que lleva años sin acoger espectáculos deportivos de trascendencia y que este sábado se preparaba para la final de la Copa del Rey entre la Real y el Athletic, deberá esperar aún mas para recuperar su esplendor de antaño. Deberá esperar para acoger uno de los partidos más esperados del año y la primera de las cuatro ediciones de la Copa que se decidirán en su césped.

La crisis del coronavirus ha obligado a paralizarlo todo, pero también amenaza con dejar los campos vacíos durante un largo tiempo. Es lo que nadie quiere de cara a esta final de Copa. Ni la RFEF, ni los clubes, ni los futbolistas. Nada está garantizado pues la pandemia tiene al fútbol en una incertidumbre total

Nadie quiere una final sin público. Iñigo Martínez, defensa del Athletic y con pasado en el primer equipo de la Real Sociedad, mostraba hace menos de una semana el sentimiento que hay en los vestuarios ante esta posibilidad: "Tanto los clubes como los jugadores descartamos esa opción totalmente. No puede ser una final sin nuestro público, no sería igual. Sería extraño y no lo barajamos. Esperemos que todo cambie y podamos vivir un momento histórico y único en nuestras vidas", dijo el rojiblanco.

Como Iñigo, también piensan lo mismo Nacho Monreal e Imanol Alguacil -este último, entrenador de la Real-. En las directivas reina el mismo pesar. Aitor Elizegi, presidente del Athletic, fue claro en Twitter: "Me lo han preguntado dos veces esta semana, no hay dudas: ¿Ganar la final de Copa o perderla con público?. Si la perdemos con público significará que estáis todos y habremos ganado esta batalla", escribió.

La final entre Real Sociedad y Athletic

Pero, ¿cómo hacer para que la final se juegue con público? De momento, esperar. Parece claro que el verano está descartado para ello. En esas fechas se espera poder terminar La Liga a puerta cerrada y la final de Copa puede esperar. De esta manera, su disputa se iría a fechas correspondientes a la próxima campaña. Septiembre, octubre... o, incluso, Navidad. El límite que marca la Federación es el final de año.

¿Y quién va a Europa?

Aplazarla hasta pasado el verano significaría, eso sí, que podría haber problemas para extraer un equipo de la final para jugar en competición europea. Ese es otro de los marcos de discusión. En caso de no jugarse más La Liga, no habría problema. La Real iría a Champions -actualmente es cuarto en Liga- según la propuesta de la RFEF y el Athletic iría a parar a la Europa League como finalista. Si se juega, todo dependerá de como acaben los dos equipos.

Athletic Club-Real Sociedad EFE

Si ninguno de ellos queda entre los seis primeros -y se queda sin plaza europea por esta vía- y la final no se ha jugado en el momento de designar a uno, el séptimo clasificado a Europa será Real o Athletic dependiendo de quien esté por delante en Liga. Es decir, en estas condiciones, el campeón de la Copa podría quedarse sin puesto para Europa.

La 'final' de los balcones

Pero la final está por delante de todos. Real, Athletic y las dos aficiones quieren vivir esa noche especial en toda su esencia. No puede ser que el coronavirus lo arruine todo y si hace falta esperar, se espera. Para quitarse el mono de final, este sábado el partido se 'jugará' en los balcones de Bizkaia y Gipuzkoa. Una propuesta de los seguidores rojiblancos que esperan respuesta en los blanquiazules.

"Que se escuche hasta en Sevilla", proclaman, sobre el himno del Athletic, los aficionados que han promovido esta 'quedada' a través de las redes sociales para el día en el que se iba a disputar la final entre el equipo rojiblanco y la Real, que animan a decorar los balcones de Bilbao y San Sebastián con banderas de cada equipo. Será lo más parecido a la vuelta del fútbol que se podrá ver desde hace varias semanas en España. Un aperitivo de la final en tiempos de cuarentena.

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