En el mundo del fútbol hay muchas lesiones absurdas o inexplicables. Algunas de ellas ocurren porque más de uno presentan una euforia desmedida al celebrar un gol, pero lo ocurrido en la segunda división de Suecia esta semana va más allá. En el partido que enfrentaban al Osters IF y al Degerfors, el cuadro visitante se preparaba para realizar una sustitución en los últimos diez minutos de juego cuando iba a suceder lo nunca visto.

El futbolista del Degerfors se resiente del golpe en el ojo

Con el partido empatado a uno, el cuarto árbitro levantaba el cartelón para oficializar la sustitución. El futbolista del Degerfors no demoró su carrera y quiso salir del terreno de juego en la mayor brevedad de tiempo posible, con el consiguiente contratiempo fortuito. Y es que en el saludo entre ambos jugadores, el sustituido le metía el dedo en el ojo sin querer a su recambio, lo que obligó a que este solicitara la ayuda de los servicios médicos nada más entrar.

Tras recibir el golpe, el futbolista que ingresaba al campo lo hacía con una mano tapándose el ojo donde había recibido el contacto y levantando el otro brazo en busca de ayuda. A su vez, se quedó hablando con un jugador del bando contrario para aclarar lo ocurrido y, al mismo tiempo, otro compañero de equipo y el árbitro se acercaron para interesarse por él.

Contratiempo absurdo

El futbolista del Degerfors no podía dejar de ocultar su incomodidad con gestos ostensibles de dolor, llevándose la mano nuevamente al ojo y agachándose mientras conversaba con el colegiado. Finalmente, tuvo que salir del terreno de juego para ser atendido, convirtiéndose en una de las lesiones más absurdas en un campo de fútbol nunca vistas.

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