La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) anunció este miércoles, a través de un comunicado oficial, el endurecimiento de las sanciones que se dictarán en los estadios en caso de cánticos racistas.

Después de los distintos episodios de racismo que se han vivido esta temporada en la Serie A,  la FIGC ha decidido implantar nuevas medidas para frenar estas acciones por parte de los aficionados.

En caso de que los cánticos, acciones o comportamientos racistas, sean señalados por el árbitro del encuentro o por los responsables de seguridad del recinto, el partido se suspenderá al momento. El partido se detendrá de forma temporal durante algunos minutos mientras que el 'speaker' explicará la situación al público.

Futbolistas del Inter de Milán, club invitado, abrazándose tras un tanto Reuters

Si durante el mismo choque se vuelven a producir dichos comportamientos, los jugadores abandonarán directamente el terreno de juego. El poder de suspender de forma definitiva o reanudar el partido quedará en manos de las autoridades.

"Las responsabilidades deben ser individuales y no colectivas. Pero hay que hacer cualquier cosa para que el fútbol de verdad pueda triunfar", anunció el presidente de la FIGC, Gabriele Gravina, en el comunicado.

Casos de racismo

El futbolista senegalés del Nápoles, Kalidou Koulibaly fue víctima del racismo durante un encuentro contra el Inter de Milán. Los hinchas negriazules corearon en San Siro "mono", y a pesar de las intenciones por parte del cuerpo técnico de los de Carlo Ancelotti para parar el partido, el choque continuó.

En esta ocasión, el Inter fue sancionado con dos partidos a puerta cerrada. Los gritos racistas siguen siendo algo habitual en los estadios de fútbol, especialmente en Italia, donde las penas sobre este tipo de acciones no suponen sanciones más allá de multas o cierres temporales de estadios o gradas.

[Más información: El castigo ejemplar a siete ultras del Inter por las peleas en San Siro]

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