El Barcelona ha caído este miércoles en Sevilla por 2-0. El conjunto culé sorprendió con una alineación muy extraña, en la que destacaba uno de sus nuevos fichajes, sin apenas entrenar, y con Coutinho y Luis Suárez en el banquillo. Tras el choque, Gerard Piqué dejó claro que no van a arriesgar por el torneo, pero su compañero y su entrenador no han estado de acuerdo con esas declaraciones. 

El primero en salir a zona mixta, con cara de pocos amigos y tras una nueva acción polémica en la que se encaró con el árbitro sin recibir amonestación. El '9' confía en dar la vuelta a la eliminatoria: "Equipo tenemos de sobra y calidad de sobra para remontar". Respecto a las declaraciones de Piqué ha admitido que "no es que tengamos que dosificar pero el mes de enero es el más complicado de todos. La Copa del Rey es importante pero sacar puntos en La Liga es un extra y también hay que pensar en el futuro de la Champions League".

Después en rueda de prensa le tocaba a Ernesto Valverde ponerse en contra de su central, que no ha tenido uno de sus mejores partidos: "Para mí no es un marrón jugar la Copa. Cuando la ganas muchas veces puede parecer esto y no te das cuenta de lo que vale hasta que la pierdes pero yo quiero seguir y reconozco y sé que en la pasada Liga en enero pagamos el esfuerzo de seguir en la Copa".

Luis Suárez se encara ante el árbitro Agencia EFE

Un Sevilla muy superior

El técnico culé, que sorprendió a todos tras dejar a Messi fuera de la convocatoria y al sacar una alineación muy poco reconocible: "Este año estamos rotando más jugadores porque pensamos que es lo mejor. En la Liga queremos mantener la ventaja. Los jugadores que tenemos en la plantilla nos tienen que ayudar y esta es la idea que mantendré. No es excusa para hoy".

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