Jordi Alba disfrutó al máximo en la Festa de l'Esport Català, en la que fue reconocido como el mejor deportista catalán de 2018. El lateral zurdo se mostró nervioso a la hora de comenzar su discurso donde agradeció "a la UFEC y al diario Sport que hayan pensado en mí. Estoy muy contento", reconoció y tuvo un recuerdo "para mi familia, que siempre está contigo". El culé estuvo acompañado de sus padres, su hermano y sus agentes.

El tema más buscado a esas alturas es su posible renovación, que de momento está estancada, pero el jugador tiró de sentido del humor al ser cuestionado sobre ello. Miró a Josep Maria Bartomeu, presente en el auditorio, y respondió: "¿Presi, qué digo?". Tras los aplausos por su ocurrencia y matizar un "es broma", se explayó: "Es el club de mi vida, estuve ocho años de pequeño, me marché y volví a mi casa. Estoy aquí con mi familia, en el mejor club del mundo y quiero retirarme en el Barça".

Otra frase que llamó mucho la atención fue cuando comentó que "no espero nada de nadie", cuando se le inquirió si no se le daba a menudo poca importancia a su figura. El jugador volvió a la Selección después de varias convocatorias fuera, pero finalmente Luis Enrique decidió llamarle para que volviera.

FC BARCELONA / CELTA Alberto Estévez Agencia EFE

La ambición del Barcelona

Sobre los objetivos del club blaugrana para este temporada, el lateral zurdo no tiene dudas: se mostró muy ambicioso y no se conforma con la Champions League. "Mejor el triplete, me gustaría, pero es muy difícil".

Por último, habló de su sociedad letal con Messi y dijo: "Sí, más o menos es telepatía. Es el mejor jugador de la historia y es fácil jugar a su lado. La conexión está dando rendimiento y esperamos que sea por muchos años".

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