La vergüenza inunda el mundo del fútbol ante lo acontecido en Argentina este sábado. El asalto al autobús de Boca Juniors en su llegada a El Monumental provocó que la CONMEBOL, tras varios retrasos, haya decidido suspender la final de la Copa Libertadores.

La decisión llegó después de que Boca y River se plantaran. Sin embargo, los altercados se han seguido produciendo en los alrededores del estadio. Saqueos a coches y robos a los aficionados que se han saldado con cargas policiales en las salidas del estadio.

Miles de radicales invadieron el estadio

Los aficionados que se encontraban dentro del estadio se han tenido que refugiar en la zona de los vestuarios para escapar de los grupos delincuentes que han empezado a asaltar a la gente que abandonaba el campo. La razón era robar las entradas del partido que servirán para el choque que se disputará este domingo a las 21:00 hora española.

Una de las imágenes más importantes se ha visto cuando el propio presidente de River Plate, D'Onofrio, tuvo que salir corriendo junto a los jugadores y el cuerpo técnico y aficionados por los pasillos ante la amenaza de los asaltantes al estadio.

Además, en las afueras se han visto imágenes de grupos de personas saqueando coches estacionados en los alrededores del estadio, que se han saldado con varias detenciones. Bombas de humo, disparos de la policía... El caos se ha desatado en unas imágenes que no dejan en buen lugar al fútbol argentino y a la Copa Libertadores.

[Más información: Caos en la Libertadores: las bochornosas imágenes del superclásico entre River y Boca]

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